El comienzo
Los gritos desgarradores de una mujer se escuchaban por toda la casa. Las paredes vibraban a su compa y los cuadros temblaban en sus lugares. Sus manos desgarraban las sabanas donde se encontraban, como si fueran pétalos de flores.
El pálido hombre a su lado intentaba calmarla, no podía hacer mucho contra la naturaleza. Los partos siempre eran duros para el gestante, los huesos se acomodaban, la carne se desgarraba y un ser salía de sus entrañas.
Sus manos buscaban la mano de la mujer morocha, en una búsqueda de consuelo. Está cegada por las emociones y hormonas solo pudo agarrarla, quebrándosela. La criatura se abría paso desde su interior como si supiera el camino de memoria. Con cada pujada se acercaba más a su meta, el mundo.
El pálido hombre intentaba ver algo, entre la vagina de su esposa. Viendo si podía ayudarla aunque sea un poco. Con las mantas y aguas limpias a su lado preparado para el nacimiento. Sus frías manos abrieron los muslos de la mujer para lograr ver la cabeza.
El momento final se acercaba, solo dos pujadas más bastaron para oír el llanto de la criatura. Envuelta en las suaves mantas, aun unida a la madre por el cordón umbilical se encontraba la criatura más extraña en la tierra.
Su temperatura era normal, era humana. Al abrir los ojos vieron algo extraño, un hermoso color lava se encontraba en su mirada. El hombre horrorizado soltó a la criatura en brazos de su madre.
Está con sumo amor la envolvió en sus brazos, dándole calor materno. La criatura se prendió a su pecho en un abrazo que solo se darían una vez en la vida. La conexión aun se mantenía con ella fuera de su vientre.
"Hel, diosa de los muertos" Hablo la mujer con dulzura en su voz "La muerte esperará a quien quiera lastimarte"
Sellando este juramento beso la frente de la pequeña Hel. Fue en ese momento que noto la ausencia del hombre en la habitación. Con la fuerza, volviendo en ella, gracias a su rapida curación, busco al hombre en el lugar.
Solo encontró una nota con un Lo Siento escrita en ella. Las había abandonado en cuanto supo que la bebe no era ni lobo ni vampiro. Arrugando la nota con furia, sé prometio no soltar una lágrima por él, ahora tenía otra vida que cuidar.
La pequeña Hel miraba al mundo que la rodeaba de forma curiosa. Una criatura tan extraña había nacido en el mundo. Con la ayuda de los dioses lograría sobrevivir a lo salvaje de este.
°°°
Hel caminaba tranquilamente volviendo del supermercado con los auriculares puestos. Ignoraba a la mayoría de personas, nunca fue buena socializando. Una llamada interrumpió la música, no tuvo que ver el identificador para saber quien era.
"-Mamá, ¿qué sucede? Llevo la leche-
-Nos encontraron, no vuelvas a la casa- El sonido de gruñidos se hizo más fuerte a través de la llamada.
¿-Qué? Calor que no te dejaré- Corriendo la criatura aumento la velocidad.
-No, son muchos. Hel, no vengas- Se notaba lo agitada que esta estaba.
-No pienso dejarte. Podremos con ellos juntas-
-Te amo bebe. Por favor, mantente viva-"
Las lágrimas hacían borrosa la visión de la niña. Corriendo llego a la que era su casa temporal, un pequeño remolque a orillas del bosque. Vio las pisadas de lobos alrededor junto a rasguños en la puerta. Esta se encontraba tirada a un lado.
El miedo acompañaba cada paso que daba, al entrar solo vio sangre. El cuerpo de su madre se encontraba desgarrado en miles de pedazos, a penas se podía reconocer su rostro. El miedo se transformó en una ira incontrolable.
Como un huracán salió al bosque en busca de los culpable. Sintió su olor a metros de ella, a media transformación comenzó la pelea. Un total de diez lobos buscaban matarla y más de uno tenía el olor de la sangre de su madre.
Aquella mujer que la había amado desde que nació. Que dio la espalda a su manada por ella, e incluso huyo para cuidarla. La mujer que aun con el corazón roto siguió adelante para darle todo y hacerla feliz. Ella fue asesinada por esas bestias a sangre fría solo por amar.
Con la mente nublada, Hel asesino a todos los lobos, dejando un camino de muerte en su camino. Tal vez su nombre, si tenga sentido, sea una dadora de muerte.
Bañada en sangre canina, volvió al remolque a llorar a su madre. Ya estaban a salvo, la manada había muerto. Su madre no estaría para ser felices juntas. Llorando a gritos paso horas hasta que llego la policía.
°°°
El grito de niños no la dejaba en paz. Desde la muerte de su madre no se había alimentado adecuadamente y parecía que sus sentidos se sobre desarrollaban. Con un dolor de cabeza fue al teléfono público a llamar el número que estaba en uno de los libros de su padre que su madre no pudo tirar.
El timbre sonó dos veces hasta qué atendieron.
"-¿Eres el Dr. Cullen? Mi progenitor dijo que te llame si estaba en problemas.
- Hel, es un gusto conocerte. ¿En qué problema estás metida?
- Estoy en un maldito orfanato, si no me sacas de aquí, comeré a todos. Incluyendo al bebe recién nacido que acaban de encontrar.
|||
Si les gusto no se olviden de votar y comentar♥
¿Que les parecio el prologo de "Mezcla de sangre"?
ESTÁS LEYENDO
Mezcla de sangre || Twiligh
Fanfiction" -¿Eres el Dr Cullen? mi progenitor dijo que te llame si estaba en problemas. - Hel, es un gusto conocerte. ¿En que problema estas metida? - Estoy en un maldito orfanato, sino me sacas de aquí, comeré a todos incluyendo al bebé recién ...