03 ° De compras

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La rutina era diariamente la misma en la casa Cullen. Los vampiros debían asistir a clase, por lo que casi nunca estaban en la casa. Ella la comenzaría en una semana hasta que sus papeles estén listos.

Carlisle se encargo del papeleo, y la adopción fue completada. Hel debía asistir a la escuela de Forks a cursar lo que quedaba de su último año. Estaba emocionada, nunca fue a una escuela. Hoy iría a comprar su útiles.

- Con Emmett la llevaremos- Rosalie se adelantó a los demás para llevar a la niña a comprar.

- Bien, Hel ya tienes tu tarjeta, compra lo que quieras- Esme la tomaba por los hombros con cariño sabiendo que la niña no quería usar esa tarjeta.

- Está bien. Gracias- La morena habla para ser llevada por el vampiro al jeep.

El camino se basó en ella jugando con Emmett al veo veo y Rosalie negando por su comportamiento infantil. En solo unas semanas de su llegada logro unirse a ellos dos, generando un vínculo.

La rubia cocinaba para ella, le compraba cosas y la cuidaba de todo. Emmett era más el gracioso que la buscaba para jugar videojuegos o enseñarle a cazar. Hel se sentía a gusto con ellos, era como si la hubieran unido a su familia de dos.

Los demás vampiros se intentaron acercar a ella, aunque Jasper y Edward mantenían su distancia. Uno por su miedo a morderla y el otro por precaución. Aún no había conocido a Bella. Le habían contado de su existencia y su relación con el vampiro, pero aun este no quería presentarlas.

Al llegar al centro comercial de Port Angeles, la rubia dirigió el paso a la librería de este. Tomaba las cosas del color favorito de la chica, preguntando si le gustaba o no. Solo debían llevar lo esencial pero con Emmett solo podían ver cosas lindas y querer llevarlas.

Al final llenaron el carro entre los dos y Rosalie se negaba a que lleven todo eso. Hel saco su arma más poderosa, sus ojos de cachorro color lava. No llevaba sus lentes de contacto, pero si la gafas de sol. Las cuales Edward regalo.

Lograron convencerla entre los dos, llevando la mayoría de cosas. Ahora debían escoger la mochila o bolso. Emmett acompañaría a la niña mientras Rosalie buscaba otras cosas. Entre los dos recorrieron la tienda completa, hasta que el vampiro vio la mochila ideal.

-Niña, mira- Con esta en mano se acercó a Hel quien la recibió con una gran sonrisa.

Era de un color crema como de corderoy, era preciosa. Felices los dos fueron a comprarla, alagando el buen gusto del mayor. Esperaron a Rosalie con la chica comiendo un helado que el chico compro.

La rubia apareció a los minutos con un neceser grande en manos, se lo extendió dándoselo. Hel no entendía el porqué, pero amaba el maquillaje, así que con una gran sonrisa lo recibió.

-Mi regalo de bienvenida- La rubia sonreía con dulzura.

- Gracias- La chica se sentía como una niña a la cual le compraban todo lo que quería -Siento que estoy de compra con mis padres.

Sin saberlo, el comentario de Hel hizo brillar los ojos de los dos vampiros. Rosalie pensó que era la respuesta a sus pedidos por años. Pidió poder formar una familia con hijos, la chica enfrente suyo parecía la respuesta. Pensó que su corazón latió por un momento al ver los ojos de la chica a través de las gafas.

En cuanto la conoció supo que le hubiera gustado que su hija fuera así. Amable y siempre cortes con todos, con modales y respetuosa. Cayó ante la niña cuando dijo que su pastel era el más rico del mundo.

El vampiro pasó por algo similar, al pasar tiempo junto a la niña supo que le hubiera gustado compartir así con sus hijos. Le encantaba estar junto a ella y consentirla en todo lo que quería. Su sonrisa contagiaba a la suya haciéndolo querer a la niña por toda su vida.

La pequeña Hel miraba a los dos sin entender el silencio. Iba a disculparse si los molesto cuando Emmett paso su brazo por su hombro abrazándola. Siguieron de compra, ahora con la ropa.

Fue una lucha hacer entender a la rubia que su estilo era más del tipo callejero que del fino. Le gustaba lo holgado con muchas capas, verse desarreglada. Emmett se burló diciendo que era ropa de abuelito.

-Tu ropa es de abuelito porque la estas usando- Se burló la hibrida llevando la ropa a pagar.

-Me ofende, más respeto que puedo ser tu tatarabuelo- Bromeo el vampiro a su lado.

Rosalie negaba atrás suyo aun con la palabra de la niña en su cabeza. Tal vez Hel se vuelva una parte importante de su familia.

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Mezcla de sangre || TwilighDonde viven las historias. Descúbrelo ahora