02.

21 3 0
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

NOVIEMBRE, 199812:56 de la tarde

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

NOVIEMBRE, 1998
12:56 de la tarde.

Todo está completamente negro, no hay noción del espacio o tiempo, y lo único que se escucha es un zumbido realmente suave.

De repente, hay un pequeño destello blanco que se hace cada vez más grande, la audición se empieza a aclarar un poco y de ese destello, la vista se hace menos borrosa.

Poco a poco, la orientación se comienza a sentir aún más, parece ser que aquel castaño está tumbado en una superficie dura, que por cierto, se nota que está en movimiento por los repentinos temblores y elevadas.

El de ojos grises cerró los ojos fuertemente por aquel dolor punzante mientras se pasaba la mano por la nuca, no recordaba mucho, solamente sabía que estaba herido.

Abrió lentamente los ojos, miró su mano y esperó a que su vista enfocara, y efectivamente, estaba sangrando.

Miró a su alrededor, estaba en la parte trasera de lo que parecía ser el interior de una Van. Todo estaba muy desordenado y lleno de herramientas y líquidos de limpieza.

Después de un tiempo, logró divisar, a duras penas, al conductor de aquel vehículo. En ese momento recordó todo, ese chico de mechas teñidas, ese tipo que todos tachaban de raro. Él lo había golpeado, y ahora estaban yendo a un rumbo que desconocía.

La idea de escapar pasó de inmediato por su mente, dio un visto a su alrededor una vez más, entre tantos objetos, agarró una soga con la intención de atacarlo por la espalda.

Fue arrastrándose sigilosamente al asiento de su secuestrador, se armó de valor y pasó la cuerda por el cuello del raptor y empezó a jalar hacia su dirección, creando una fuerte presión.

一¡Déjame ir, pedazo de mierda! 一gritó el castaño mientras jalaba con todas sus fuerzas.

El bicolor empezaba a toser mientras intentaba sacarse la cuerda, pero mientras más respiraba, más presión sentía en su cuello.

𝗯𝗲𝗹𝗼𝗻𝗴 𝘁𝗼𝗴𝗲𝘁𝗵𝗲𝗿, kazutora hanemiyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora