Herida

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El príncipe de la Tierra había llegado a casa envuelto en un enorme cansancio, las pesadillas, las largas horas de estudio de la nueva maquinaria y las enseñanzas a Saori lo tenían realmente exhausto, además desde que supo que su compañera había omitdo la información sobre Serena se sentía confundido ¿por qué haría algo así su amiga? Se sentía un completo tonto por la discusión que había tenido con su novia, si lo analizaba bien Serena tenía toda la razón de estar molesta, la tenía abandonada y el poco tiempo libre lo había dedicado a su compañera laboral pero no lo hacía porque prefirera a Saori que al amor de su vida, lo había hecho porque el mas que nadie entendía lo que era estar solo y así veía a su amiga en el hospital. Apenas llegó a casa sus fuerzas desvanecieron, cayó en su cama e inmediatamente quedó profundo por suerte esa noche no hubo pesadillas, el descanso no solo tomo las horas nocturnas fue hasta el otro día en la tarde que pudo abrir sus ojos, el agotamiento había hecho presencia en su cuerpo de eso no había duda, se lamentó no despertar antes para haber ido por Serena, llamó a su número celular pero Rei contestó de nuevo, esta vez fue más tranquila en el habla y le contó que por error se quedó con el celular de la rubia y no lo había devuelto pero que si llamaba a su casa seguro lo atendería, el joven doctor hizo caso pero tampoco la encontró en casa, Samuel solo pudo decirle que salió a caminar y luego volvía

– ¿Dónde estás Serena? – pronunció en un pequeño suspiro, no tenía mucha energía para salir así que decidió quedarse en casa, el día pasó y pudo divisar desde su departamento los tonos naranjas que tomaba el cielo, a su princesa le encantaba verlos desde una colina no muy lejana – de seguro ahí debes estar amor – dijo con una sonrisa, se alistó rápidamente y cuando se disponía a salir del edificio se encontró a Saori ingresando

– ¡Dar¡ ¿cómo estás? – preguntó muy animada – sé que estás de descanso pero quería saber como te encontrabas, ayer te veías fatal y me preocupé mucho – en sus ojos se notaba la preocupación por el chico

– Estoy bien, no hay nada porque preocuparse solo necesito unos días de descanso es todo – contestó el hombre – de hecho quería hablar contigo sobre un asunto

– Si dime, podemos hablar de lo que quieras pero no me parece nada bueno hacerlo en la entrada de tu edificio ¿vamos algún lugar por un café? Anda di que si, hoy fue un día muy tenso para mi, me dejaste abanonada y sabes que en el hospital me odian – pidió con un puchero en su cara, Darien le pareció correcto hablar en otra parte ya que lo que tenía que discutir era algo delicado por lo que se dejó llevar por la castaña a una pequeña cafetería que había en frente de su hogar, al tomar asiento y hacer sus respectivos pedidos Darien decidió hablar

– Saori, quiero preguntarte algo y que me respondas con la verdad – habló muy severo, la mujer se preocupó un poco, Darien nunca había usado ese tono con ella

– Siempre te digo la verdad Dar – contestó con una sonrisa

– ¿Recuerdas el primer dia en que llegaste al hospital?

– Si claro, cuando nos volvimos a ver

– Exacto ¿te dijeron temprano que mi novia se dirigía hacia el lugar con mi amigo Andrew y su familia? – la pregunta la tomó por sorpresa quedó sin habla por un momento, pero luego bajó la cabeza, si Darien preguntaba eso era porque ya sabía la verdad asi que mentir no era una opción

– Si, en recepción te buscaban y yo me ofrecí a darte esa información – contestó casi en un susurro

– ¿Por qué Saori? – exclamó molesto el moreno – Serena es muy importante para mi, de haber sabido su estado yo habría corrido de una vez hacia ella

– Lo siento es que yo solo... – se contuvo un momento y prefirió no hablar

– ¿Tu qué? Me ocasionaste un gran problema con ella, su familia y mi mejor amigo ese día siendo eso lo mínimo, no haber estado cuando me necesitaba fue lo peor – el hombre estaba muy molesto y sabía que esa conversación no iba a terminar nada bien – creí que eras mi amiga – dijo dejando el dinero de los cafés en la mesa – lo mejor es que nos distanciemos por un tiempo – salió del lugar muy molesto, creía que tenía una amiga y se había equivocado, antes de ingresar a su edificio alguien tomó su brazo, era Saori que se notaba agitada seguro por correr detrás de el

– Mentí cuando dije que lo sentía por no contarte a tiempo lo de Serena, si fuera por mi lo volvería hacer, estos días a tu lado han sido los mejores de mi vida, desde que te vi la primera vez me enamoré de ti Darien Chiba y duele tanto que no hayas notado el inmenso amor que te tengo desde hace años – las lágrimas ya hacían acto de presencia en la mujer, pero esta vez estaban llenas de sinceridad, por fin le decía la verdad a su compañero – si tan solo me dejaras yo podría hacerte inmensamente feliz, tu mismo has experimentado estos días como nos llevamos de bien, reímos, nos divertimos, hablamos de trabajo ¿no te ha gustado este tiempo a mi lado? – el galeno no podía creer todo lo que escuchaba, Saori confesaba su amor por él, nunca lo imaginó solo la veía como una buena amiga y lamentablemente iba a lastimarla al decirle que el solo tenía amor para Serena, el joven estaba con la guardia baja pensando como decirle no a esa jovencita que estimaba mucho, momento que ella aprovechó paa robar un beso, uno que ella deseaba desde hace muchos años, y que no duró ni 5 segundos porque antes de que el joven la retirara alguien habló

– ¿Darien? – no podía ser cierto pensaba el hombre, de todas las personas ¿por qué precisamente ella presenciaba este error? Antes de que él pudiera defenderse, la rubia corrió en dirección opuesta, el sin dudarlo y apartando bruscamente a quien creía su amiga salió detrás del amor de su vida, pudo alcanzarla unos metros más adelante

– Serena mi amor por favor déjame explicarme – dijo a forma de súplica – ella me besó y fue de sorpresa yo jamás tocaría otros labios que no fueran los tuyos – la mujer que estaba destrozada por lo que acababa de presenciar no entendía ninguna razón estaba herida

– Suéltame Darien Chiba, te lo dije ella quería algo más y tu solo me trataste como una chiquilla tonta que quería hacer un berrinche y hoy puedes ver que no era así – Serena pudo zafarse del agarre de su novio pero permaneció frente al chico, ambos estaban en un desafío de miradas, él pidiendo comprensión y ella con un inmenso dolor, respiraban de forma acelerada pronto se calmaron y el joven procedió hablar

– Jamás me imaginé los sentimientos de Saori estoy totalmente sorprendido, hoy le estaba reclamando no haberme dicho cuando fuiste al hospital con tu familia y Andrew le pedí que nos alejaramos, eso desencadenó que me confesara sus sentimientos, te lo juro que nunca los sospeché me quedé en shock cuando hablaba fue ahí que aprovechó y me besó yo no quería – habló práctiamente rogando para que su novia lo entendiera – compréndeme por favor

– Sabes Darien mi relación hacia ti esta llena de comprensión – habló severa – comprende que es mayor y no le gustan las muestras de afecto en público, comprende que es un gran estudiante y le dedica muchas horas al estudio, comprende que es doctor y tiene poco tiempo para ti y ahora debo comprender que eres tan tonto para no notar que una mujer gusta de ti y que si te besa debo comprender la situacón y no sentirme herida – las lágrimas caían a mares en el bello rostro de la rubia – no, no te comprendo y no lo acepto ¿sabes por qué? Hoy justamente un hombre me dijo que yo era la representación de la dulzura, belleza y calidez entre muchas otras cosas más lindas y ¿sabes qué fue lo primero que hice? Hablarle de ti, decir cuánto te amaba y que en mi cabeza no habia espacio para nadie más, eso es lo que se hace cuando hay amor pero parece que a ti no te alcanzó – el hombre quedó impactado con todo lo que dijo Serena, tenía razón en todo m@ld1t@ sea porque no paró a Saori a tiempo, el siempre con su ingenuidad permitió que todo pasara a mayores y ahora esstaba en peligro lo más importante en su vida

– Por favor Serena, hablemos ven a mi casa y discutamos este asunto – dijo con una lágrima derramada

– No, quiero estar sola Darien, tu no mereces que yo esté contigo esta noche y no sé si otras más – dicho esto dió una media vuelta y caminó sin rumbo, estaba herida presenciar ese besó la lastimó profundamente puede que él no lo quisiera pero eso no quitaba que nunca puso un alto a Saori, ella lo había hecho con Diamante así que no tenía excusa, el día había dado paso a la noche y como si el cielo supiera de su tristeza una gran tormenta se había desatado, caminaba sin rumbo hasta que chocó con una voz conocidad

– ¿Serena? Por Dios estás toda empapada y descubierta – dijo Molly sorprendia al verla, la rubia no contestó y su ojos estaban llenos de lágrimas que se confundía con las lágrimas del cielo, la pelirroja se dió cuenta que no se encontraba muy bien – vamos a mi casa, ahí te podré secar y cuidar – la suave voz de la chica y su preocupación hizo que Serena la mirara y rompiera en llanto de nuevo, esta vez dentro de los brazos de una amiga


No me maten por favor, todo tiene su solución ¿será que sí?

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