Una invitación

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Para la princesa de la Luna los días depués de la discusión con las chicas y Darien habían sido un verdadero tormento, estaba realmente decepcionada de que hablaran a sus espaldas ¿tan mala amiga había sido? Puede que las chicas desconfiaran porque se había desaparecido en los últimos tiempos y que haya omitido la presencia de Marianne y Neflyte pero ¿qué eso borraba todos los años de amistad? ¿de las luchas juntas contra todos los villanos? Y Darien... como le dolia que le reclamara ser sincera ¿cómo iban a construir un futuro juntos si el no confiaba en las decisiones que ella tomaba? Nunca quiso lastimar a alguien era todo lo contrario, quería dar oportunidades de nueva vida. No solo sentía una enorme tristeza por las discusiones con sus amigas y novio, no dejaba de pensar en Molly, en su regreso ¿sentiría su amiga cosas aún por Nef? ¿qué pasará si se ven? Rogaba que ninguno de los tres involucrados sufriera por este reencuentro.

Lo que realmente la había animado era el regreso de tres estrellas importantes en su vida, lamentaba haber estado tan distraida cuando los vió, ansiaba hablar con los chicos y resolver los problemas con sus amigas y Darien pero fue ahí cuando comenzaron esos dolores de cabeza, razón por la cual se excusó con Haruka al no asistir a la reunión de trabajo. No le dió importancia los dos primeros días pues tenía su período, pero continuaron y eran muy fuertes, sus padres y hermano se preocuparon mucho, Serena se quejaba y en su rostro se plasmaba que no la estaba pasando nada bien, lo primero que pensó la rubia fue acudir a Darien por lo que pidió a sus padres llamarlo, pero no contestaba ¿estaría aún molesto? Se cuestionó la mujer. Continuaron intentando al número personal del doctor pero luego de un tiempo pasaban a buzón. El dolor era intermitente pausaba y de un momento a otro regresaba, ese día había vuelto y los Tsukino decidieron llevarla al hospital a lo cual Serena aceptó sin réplica alguna aunque odiara las inyecciones, pero valía la pena aguantarlo sin con eso pudiera ver a su príncipe. Como una agradable coincidencia Andrew llegó a visitar a la joven, mencionando que Marianne le había contado que Rena estaba enferma, algo que hizo pensar a Serena <<¿por qué tampoco he tenido contacto con Marianne? Esto es realmente raro>>

Al ingresar al hospital junto a sus padres y hermano, puesto que Andrew decidió esperarlos afuera mientras realizaba algunas llamadas de trabajo, las enfermeras se acercaron con mucho cariño a la joven de cabellos rubios, se podía notar el aprecio que tenían hacia ella. Las trabajadoras se dieron cuenta que no se encontraba nada bien de salud, sin ningún tiempo de espera la hicieron pasar a consulta con el doctor que estaba de guardia, Genma Sato y le dijeron que localizarían al Dr Chiba de una vez, le contaron que tuvo días muy complejos llenos de trabajo pero que hoy ya estaría libre. En consulta, Serena contó lo que había sentido todos estos días que el dolor iba y venía, que era muy fuerte y nublaba su vista, le hiceron varios estudios entre los cuales le sacaron sangre y realizaron una tomografía. El Dr Sato le recomendó reposo absoluto por ese día pues podía verse la fatiga en la chica y que volvieran en unos días para conocer los resultados.

– Sere – habló una doctora colega de Darien al salir del consultorio – vaya que nos tienes preocupados ¿qué te dijo el Dr Sato? O que grosera soy – dijo dirigiéndose hacia los acompañantes de la joven – soy Akane Nakamura médico pediatra, compañera del doctor Chiba que me presentó a este ángel que a veces me ayuda a sacar sonrisas en mis pacientes.

– Hola Akane – sonrió con fuerzas Serena, realmente se sentía agotada – estoy bien, me hicieron algunos estudios y debo esperar

– Espero no sea nada grave – dijo tiernamente – ya localizamos a Darien, había estado dumiendo pues trabajó de corrido este tiempo y ahora está comiendo en la cafetería pero hoy queda libre – guiñó el ojo a la rubia – debe estar muy exhausto el pobre, que días lo que les ha tocado, estoy segura que les hará muy bien verse

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