Lan Xichen estaba confundido, ni siquiera sabía bien lo que quería pero aún así actuó por instinto. Había estado más de 3 años en una relación que no sabía si quería y se sintió agotado... por eso buscó alguien más pensando que no pasaría nada. Pero...
Realmente Jiang Cheng no sabía porque había mentido. Un lado suyo le obligaba a pensar que mentir había sido lo mejor porque así nadie lo estaba molestado con que volviera con Xichen, ese lado le decía que la razón de su mentira era esa, su comodidad en la semana de vacaciones que tendrían... Pero ese lado era débil porque Wanyin sabía que mintió porque quería saber cómo se sentía ser de nuevo el novio de Xichen.
En sus mejores tiempos, cuando era el novio oficial de verdad, las reuniones de invierno de la familia Lan eran espectaculares para él. En las montañas siempre hacía frío pero en esa época del año aún más, la casa siempre estaba adornada con hermosas luces festivas y la nieve casi siempre cubría los espacios de jardín que no eran cubiertos por la cobertura de la casa. Wanyin amaba quedarse en la cabaña de Xichen hasta tarde solo mirando por la ventana los copos de nieve caer, adoraba el calor de una chimenea y el cuerpo de su novio en la misma cama. Siempre que hacían el amor se quedaban por horas bajo las cobijas pegando sus cuerpos, Wanyin adoraba eso, adoraba sentirlo cerca...
Esa nostalgia de recordar lo feliz que fue antes lo había hecho mentir, quería revivir todo, quería volver a ver los copos y volver a sentir calor, aunque se negaba a sentir aquello porque sabía perfectamente que no volvería a ser, no podía permitir que volviera a ser... Estaba tan confundido.
Y Xichen no ayudaba. Desde que había dicho su mentira el Lan estaba encima suyo, no lo había soltado desde el pequeño beso que compartieron en medio del jardín, si no le tomaba la mano le tenía por la cintura cerca de él. Durante la primer cena había sentadose junto a él y le tomó la mano en todo momento hasta que sirvieron la comida, Wanyin no olvidaba que ese hombre le alimentó en la boca frente a todos... Claro que él aceptó ser alimentado, pero solo era presión social... Sí, solo eso.
Ahora llegaba la hora de dormir y Wanyin sentía más tranquilidad porque estaría con JingYi y de ese modo no se sentía comprometido a nada. Estaba tranquilo hasta que su hijo se acercó a decirle que tanto él como su primo Suzhui dormirían en el cuarto de la abuela con ella. Xichen fue quien aceptó porque Wanyin no pudo decir nada... Eso significaba que dormiría a solas con Xichen.
La cama era grande, era verdad... Pero la fortaleza de Wanyin era pequeña a veces. Quería confiar en que se le lanzaría encima porque había pasado ya muchos años sin tener sexo con él y había podido controlar sus ganas. Había vivido ya unas semanas en la misma casa que él y no se le había ni pasado por la cabeza volver a follar con él... Pero ahora era diferente porque estaban reviviendo el pasado y dios sabe que en pasado ellos dos follaron infinidad de veces en esa cabaña, era como si la habitación pidiese sexo, le exigía sexo.
— relájate, A-Cheng... No te forzaré a hacer nada que no quieras hacer. Y sé que aún no me perdonas y solo mentiste por compromiso así que... No tienes que preocuparte —le comentó Xichen mientras caminaban a la cabaña los dos solos. Wanyin sonrió... Era considerado. — Bien —asintió— ¿Podrías dormir en pijama completa? —preguntó. Xichen alzó la ceja y soltó una risa que se contagio en Wanyin— no te burles, sigo molesto, pero sigo siendo un hombre que tiene debilidades... Y tú sigues siendo Lan Xichen señor pectorales bien definidos —nombró haciendo reír más al otro. — Está bien, como gustes —respondió Xichen robando un beso más, un beso rápido y suave que dejó a Wanyin viendo estrellas.
Sacudió su cabeza e ignoró su sonrojo, solo se quitó la ropa y se vistió el pijama para meterse en las sábanas y dormir por fin. No quería pensar en nada, así que eligió dormir de forma pronta. Eso le había funcionado y en segundos ya no pensaba en nada más, solo soñaba... Soñaba con el pasado, como siempre.
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