15.- Arrepentimientos

1.2K 113 60
                                    

Haberse reencontrado aquella noche solo había sido el inicio de un camino difícil que había que limpiar. Era claro que tanto Wanyin cómo Xichen necesitaban limpiar sus mentes en pareja. En los cinco años fuera Wanyin había estado viendo un terapeuta, no para olvidar a Xichen porque eso es realmente imposible, sino para poder sanar su corazón y aprender a perdonar por su bienestar... Y realmente le había servido porque en aquel momento puso en práctica sus clases y comenzó a sanar, pero hacía falta más aún, así que en conjunto decidieron que antes de decirle a cualquier persona sobre su relación había que visitar un terapeuta familiar.

Era un buen inicio, un inicio sano, limpio y que pintaba a un hermoso futuro, al menos eso pensaban ellos cada vez que salían de la oficina sintiéndose mucho mejor con ellos mismos dado que les obligaban a hablar de cosas que tal vez no se habían hablado de una forma neutra, sin buscar culpables.

Así, al menos dos semanas después ya había un evidente cambio en ambos como persona, sobretodo teniendo en cuenta que antes de las terapias los dos se veían acabados, en mal estado dado la tristeza que cargaban con ellos y que ahora estaba siendo soltada. A todos en la escuela les llamó la atención que la última vez que se vio a Xichen y Wanyin estaban enfadados y se veían deprimidos... Y al volver a clases ambos estaban radiantes y felices, como si casa uno de ellos se hubiese comido un pedazo de sol que los hacía brillar intensamente.

Aún cuando nadie podía verlos juntos, para ellos era un paso completamente enorme y se notaba. Wanyin adoraba saber que podía toparse a Xichen en mitad de la sala y ya no sentía esa necesidad de encerrarse en una coraza dura para protegerse de él... Ahora confiaba, confiaba en Xichen y se sentía cómodo junto a él, por primera vez en muchos años Wanyin sentir que no tenía que protegerse de nadie, ahora era cuidado, valorado y amado por se hombre que lo acompañaba en casa.

Xichen se sentía del mismo modo. Mientras estuvo con Wanyin en el pasado adoraba la rutina y la forma en que ambos llevaban la vida, pero aún así creía que le hacían falta muchas cosas, le hacía falta tener la complicidad suficiente como para hacer cosas juntos sin que todo fuese un desastre... Y por fin lo tenía. Ahora podía cocinar al lado de Wanyin, pasarle los ingredientes mientras observaba cómo este los vertia cuidadosamente, le ayudaba a meter o sacar cosas del horno, a mezclar ingredientes, era lindo hacer todas esas cosas en medio de besos y palabras de amor, se sentía como si estuvieran cocinando un amor lindo y romántico como el que ambos anhelaron alguna vez. Y aunque aún no compartían la cama, cosa que Xichen deseaba anseoso, era lindo poder compartir su tiempo con su amado, con quién lo hacía feliz.

JingYi también notaba la alegría de sus padres, claro que lo hacía y no era que fuese muy listo, simplemente era evidente. Su madre hacía el desayuno mientras tarareaba canciones, su padre ponía la mesa mientras él fingia dormir y los espiaba por la ventana, varias veces los vio chocar el uno con el otro y en lugar de gritos habían risas coquetas y pequeñas caricias... Era obvio que habían perdonado sus problemas, pero seguían durmiendo por separado y seguan sin besarse frente a él, seguían sin decirle que habían vuelto y sobre todo... Seguían sin casarse como JingYi creía que se sellaba el amor.

Aún así, JingYi disfrutaba de ver a sus padres sonriendo al menos, eso era mejor que verlos serios y queriendo huir del otro, ahora iban juntos a la escuela y lo llevaban los dos, JingYi podía tomar la mano de ambos mientras caminaba y pretender que sus padres estaban juntos como los padres de Suzhui que lo llevaban siempre se ese modo. JingYi era feliz fingiendo que estaban juntos, lo hacía sentir completo.

Pero a parte de Jingyi había otra persona que también notaba los cambios de humor de la parejita, alguien que al igual que Jigyi había podido verlos en su estado más deplorable, cuando ambos querían simplemente dejar de existir. MingJue sabía bien que su amigo estaba muerto en vida sin Wanyin, y sabia que Wanyin se veía decaído sin Xichen, por eso le alegraba verlos felices, suponía que estaban intentando de nuevo ser felices y eso le alegraba, porque a pesar de que él tenía el corazón medio roto... Amaba a Wanyin lo suficiente como para alegrarse de su bienestar aunque él no fuese el responsable de esa felicidad. Estaba bien mientras fuese feliz.

Regrets - Xicheng.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora