5.- Reconociendo maternidades.

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Las siguientes dos semanas al gran descubrimiento, Lan Xichen estuvo alejado de todos. Iba a la escuela pero se quedaba en su aula todo el día, no quería salir, no podía ver a Wanyin a la cara de nuevo... Se sentía extrañamente melancólico y triste. Se sentía derrumbado con la noticia de que otro hombre había embarazado a Jiang Cheng. No se sentía sorprendido de que el Jiang fuese mamá, realmente siempre supo que lo sería.

Recordaba con cariño todas las veces en que Jiang Wanyin le hablaba de lo mucho que deseaba tener bebés, una familia, algunos hijos y una gran casa. Siempre decía que quería ser mamá, que quería cuidar de unos pequeños y criarlos. A Xichen le parecía tierno escucharlo hablar de todas esas cosas... De alguna forma u otra el siempre se visualizó a sí mismo como el padre de los hijos de Jiang Cheng. Se veía a si mismo corriendo detras de algunos pequeños parecidos a él y al Jiang, se veía ayudándolos con las tareas, llevándolos de camping, cuidando de ellos... Ahora todo había cambiado.

Alguien más se le había adelantado, había embarazado a su Wanyin, le había quitado el puesto... Y lo peor es que ni siquiera se había quedado ahí. Xichen sabía que Wanyin estaba solo, estaba soltero, no tenía un hombre a su lado... El padre de su hijo no estaba a su lado, eso lo enfurecía. ¿Cómo podías embarazar a Wanyin y no quedarte a su lado para cuidar de su hijo? Xichen no podía creerlo, pensaba en lo estúpido e irresponsable que había sido el padre de aquel niño. Era triste pensar que para Jiang Cheng debió ser muy difícil criar a un pequeño. Y estaba en lo cierto.

Jiang Cheng de vez en cuanto recordaba sus momentos de crianza. Recordaba claramente desde la primera vez que supo que estaba embarazado hasta el día en que JingYi llegó al mundo, no había sido nada fácil, Jiang Cheng tenía que estudiar, tenía que hacer algo en la vida para poder darle una calidad a la de su hijo. Sus padres siempre le ayudaban con JingYi, Fenmiang había conseguido que su amigo el director de la universidad dejase a Wanyin estudiar a pesar de su condición, lo dejó ir a la escuela estando en cinta y lo dejó ir después de parir aunque primero tuvo que tomar un descanso de un año, sus padres cuidaban a JingYi desde muy muy pequeño, pasó los pequeños años de su vida con sus abuelos. Pero nadie se quejó de eso.

La abuela Jiang había cuidado de ese niño con su vida, lo protegía de todos y lo consentía para que no sintiera el peso de no ver a su madre en todo el día, realmente había servido de mucho. Jiang Cheng volvia muy tarde de la escuela, había tomado dos turnos para poder acabar más pronto, tenía clases todo el día, todos los días, su horario era tan pesado que a veces no volvía a casa en días, tomaba duchas en la escuela y dormía en la biblioteca, cuando volvía a casa era siempre tan tarde que su hijo ya estaba dormido y no podía hablar con él así que solo se acurrucaba junto a Jingyi mientras este dormía, se acurrucaba a su lado y lo besaba, intentaba conscentrarse en transmitir a su hijo todo su amor, quería transmitir paz a los sueños de su hijo, quería que se sintiera amado por su madre.

Todos habían sido verdaderamente un gran apoyo para él, desde su padre, su madre y hasta el mismo JingYi quien jamás se quejó de no ver a su mamá, solo preguntaba por ella y se conformaba cuando le decían que estaba ocupado... Jamás hizo un problema de eso, era comprensivo y dulce.

Por fortuna aquello solo había durado dos años, el año restante a ese Wanyin se encargó de darle a su hijo todo el amor que antes no pudo, lo llevaba todos los días al parque, le compraba cosas, lo amaba a diario. Preparaba el desayuno todos los días, siempre complaciendo a su hijo en medida de no malcriarlo, fue un año maravilloso para los dos porque finalmente podían retomar la relación madre e hijo que por dos años no tuvieron. Claro que JingYi era enormemente feliz, amaba a su madre y añoraba con cariño cada segundo a su lado, realmente no había niño más feliz que él.

Luego, cuando JingYi cumplió cuatro años, los padres del Jiang le dijeron que debía volver a Gusu. Gusu era una ciudad mucho más grande e importante que Yunmeng, allá podría encontrar un mejor empleo, un mejor apartamento y JingYi tendría un mejor colegio en el cual estudiar, la vida en Gusu parecía ser enormemente mejor. Y aunque Jiang Cheng sabía que era verdad, que en Gusu estaría mejor, no quería ir. No quería volver a Gusu dónde habían roto su corazón de aquella forma, simplemente se negaba a hacerlo, se negaba a volver a ver a Xichen... No podía.

Regrets - Xicheng.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora