𖡺𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 8𖡺

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El sol comenzó a salir, el amanecer poco a poco se dejaba ver y con eso otro día. Y el sol dejaba iluminar un cuarto de una de la casa, traspasaba la fina tela de la cortina provocando que despertara a uno de los dos azabaches se encontraban acostados en la amplia cama del cuarto.

Los ojos de Tanjiro picaron provocaron que se abrieran lentamente, se sentó en la cama que tuvo quedó analizando la cama quedando confundido por la situación ¿Dónde estaba y por qué? Esa pregunta estaba en la mente del pelirojo aún si respuesta pero al ver su alrededor estaba un poco claro la situación.

Ropa dispersa entre el lugar, incluyendo la de él ¿Pero qué? Las sábanas de su cama totalmente arrugadas hasta que subió su vista al notar un cuerpo descansando en la misma dejandolo pálido. El cuerpo de un azabache dándole la espalda y está con leves rasguños en ella, Tanjiro quería gritar de lo sorprendido que estaba ¿Qué pasó? ¿Por qué su jefe estaba en la misma cama que él?

Espera... ¿Por qué estaban desnudos? Tanjro miro su cuerpo al igual ver marcas y empezó a recordar. La platica, su confesión y los toques en sus cuerpo, se habia acostado ¡Con su jefe!

La cara del pelirojo quedó pálida ante la situación, no sabia que hacer y lo peor que él aceptó y lo permitió, no podía creer que se habia acostado con el que se supone que es su amigo y jefe a la vez, poco a poco empezó a levantarse de la cama, tomó su ropa y se encerró en el baño, no tenia cara ni palabras para ver al mayor, estaba impactado y confundido, muchos pensamientos empezaron a brotar de su mente. No puede negar que queria recordar esos momentos que suponia que estuvo con el hombre pero que a la vez sabia que no era correcto, no era correcto pensar en su jefe y amigo de ese momento.

Tomó fuerza y ya vestido tuvo determinación para salir del baño tomándose con esos ojos marinos viendolo con confusión y sorpresa a la vez cómo él.

─¿Tanjiro?─ Preguntó el azabache algo sorprendido al ver al ver al pelirojo pero confundido de dónde estaba.

─H-hola, no te preocupes, estás en mi casa, era muy tarde para llevarte a tu residencia y mi casa era la más cerca─ Contestó con un sonrojo sin poder verlo a los ojos.

El azabache estaba algo confuso, no podía pensar con claridad, su cabeza dolía y daba vueltas, intentaba recordar algo pero los vagos recuerdos eran borrosos, no recordaba ni que había pasado ni cómo pudo terminar en la casa del pelirojo desnudo igual que él.

─Tomioka-San, está más claro de lo que hicimos ¿no?─ Afirmó con algo de vergüenza.

─¿N-nos acostamos?...─ Estaba sorprendido pero la respuesta era más que obvia.

Los dos estaban confundidos y sin decirse ninguna palabra en ese momento, solamente actuaron sin pensar después en las consecuencias pero sabian que lo necesita el uno al otro aunque hubiera sido prohibido ese contacto entre ellos pero sus pieles querian algo muy diferente que no pudieron negarse ante sus deseos carnales aunque ahora parecian arrepentirse.

─Tomioka-San, yo...─ El pelirojo no sabia que es lo que iba a decir o intentar arreglar.

─No digas nada, Tanjiro. Se que para ti esto es algo raro y confuso de lo que hicimos pero, quiero que sepas que no me arrepiento─ El chico esperaba todo menos esa confesión.

─¿Qué? Se supone que somos jefe y asistente, bueno en otra igual somos amigos pero esto no está bien, nunca tuvo que pasar─ Recalcó el pelirojo, no sabia el motivo porque le daba tantas vueltas.

𝑬𝒍 𝑨𝒔𝒊𝒔𝒕𝒆𝒏𝒕𝒆 𝑫𝒆𝒍 𝑱𝒆𝒇𝒆 [𝐄𝐧 𝐄𝐦𝐢𝐬𝐢𝐨́𝐧]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora