El camino a la redención (Supercorp AU)

Extra

N/A: El mini one-shot que os había prometido, en orden cronológico iría antes del epílogo.
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Kara POV

El dolor era insoportable y me maldije a mí misma por rechazar la epidural y optar por un parto lo más natural posible. "¿No aprendiste la lección la primera vez, o qué?" Me reprendí mentalmente, hice exactamente lo mismo en el nacimiento de mi primera hija.

-Un poco más, mi amor, solo un poco más y tendremos a nuestro pequeño con nosotras.- escuché las palabras de aliento de mi novia, quien tenía mi mano cogida y me acariciaba con suavidad el pelo.

Estaba segura de que tenía la mano de Lena agarrada con tanta fuerza que debía hasta de dolerle, pero ella no se había quejado ni una vez y solo me dirigía palabras de ánimo.

-Señorita Danvers, necesito que empuje una vez más, todo lo fuerte que pueda.- indicó el doctor que se encontraba entre mis piernas.

Empujé tan fuerte como me permitieron las pocas fuerzas que me quedaban, mi cuerpo se relajó cuando el cuerpo de mi bebé lo abandonó del todo, cerré los ojos y suspiré. En tan solo un par de segundos, el llanto de nuestro hijo inundó la habitación, volví a abrir los ojos solo para mirar a Lena, quien estaba llorando, pero con una gran sonrisa en su rostro. Poco después colocaron a nuestro pequeño Alexander sobre mí y no pude evitar emocionarme.

-Es hermoso, es... es perfecto, Kara.- la voz de Lena salía entrecortada por la emoción. -Te amo, mi pequeño príncipe.- susurró dejando un beso en su pequeña cabeza.

Tras expulsar la placenta y ver cómo a Lena le explicaban lo importante que era el calor humano y el contacto físico durante los primeros minutos de vida, el cansancio me venció y me quedé dormida. Lo último que vi fue la imagen de nuestro pequeño bebé relajado sobre el pecho descubierto de Lena.

Lo siguiente que pude registrar fue la voz de mi novia, hablando suavemente y casi en susurros.

-No puedo esperar a que mami despierte y vea nuestra sorpresa.- Lex miraba con atención a su madre mientras que esta hablaba.

Las palabras de Lena me llamaron la atención, mi curiosidad incrementó y dudé entre hacerme notar o seguir escuchándola a escondidas. Al final me decanté por la primera, moría de ganas por tener a mi hijo en brazos de nuevo y por descubrir esa sorpresa que Lena mencionaba.

-Hey.- mi voz salió un poco ronca, efecto del cansancio y de acabar de despertarme.

Lena se giró y me dedicó una sonrisa radiante.

-Hey.- se acercó y me besó dulcemente con Lex en brazos.

-¿Cuánto tiempo he estado durmiendo?- pregunté.

-Solo media hora.- Lena contestó tranquila. -El enfermero me ha dicho que si pasaba demasiado tiempo tendríamos que despertarte para darle de comer a Lex.

Con mucho cuidado me pasó a nuestro hijo. Los ojos de mi pequeño se posaron en mí por primera vez y sentí la misma oleada de amor y calidez que sentí al mirar a Nia, 6 años atrás.

-Hola, mi amor...- detuve lo que iba a decir al fijarme detenidamente en el pequeño gorro que cubría la cabeza de mi hijo.

Había algo escrito en la pequeña prenda. Miré a Lena con curiosidad, pero se mantuvo en silencio, por algún motivo parecía algo nerviosa. Volví mi atención al gorro y comencé a leer en voz alta:

-Mami, ¿quieres casarte con mamá?

La proposición me sorprendió, porque Lena no lo hizo de la forma tradicional, ni siquiera soltó algún tipo de discurso cuando sostuvo el anillo en su mano mientras esperaba mi respuesta, pero no le hizo falta, tenía clara mi respuesta, le diría una y mil veces sí al amor de mi vida.