Save my childhood

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Intento de asalto sexual infantil explícito.

A diferencia de otros niños, Abigail siempre se entusiasmaba con el inicio de semana y su horario simplemente lo mejoró. No podía estar más ansiosa por estos dos módulos de biología con el profesor Price, casi noventa minutos llenos de fascinantes descubrimientos finalizando con las mejores tareas de todas las materias, después de arte claro está.

No tuvo ninguna decepción, debía crear una maqueta de la célula animal para exponerla frente a su clase y los chicos de sexto grado, quienes votarían por el mejor trabajo haciendo que el ganador obtenga un punto extra en la materia y cincuenta dólares.

Modificó su lista mental de los posibles materiales cuando los típicos aplausos perturbaron el murmullo en el aula. Mason apareció sin perder la costumbre de lucir su cabello rubio revuelto, sus delgados y plateados lentes vestido como si fuera a cenar en algún lugar medianamente costoso.

— Ah mis queridas criaturas ¡como les extrañé! Estoy seguro de que fue mutuo. — Sonrió recibiendo el mismo gesto a cambio. — Como les fue muy bien la última vez que hicimos esto, quiero que hagan una línea del tiempo pero ahora con datos de la antigua Grecia. No me importa si quieren usar todo el arcoíris o solo su lápiz preferido, mientras tengan los datos correctos, tienen todo el tiempo del mundo, adelante.

Dicho esto se recostó en su asiento apoyando los pies en el escritorio admirando al grupo. Casi frente a él, Abigail estaba concentrada realizando bocetos y borrando para repasarlos de forma limpia siempre buscando una buena presentación, las sobras del migajón provocaron que estornudara atrayendo la atención de Mason.

Posó su mirada en esa bonita melena lacia, recorrió cada una de sus facciones deteniéndose en sus brillantes ojos y en los labios apenas teñidos naturalmente. Pudo ver la firmeza y la seguridad con las que ejecutaba sus movimientos pero sin dejar de tener gracia, imaginó que podría ser una luchadora tal como su querida Margot.

Varios escenarios cruzaron su mente, en todos saboreó la imagen, tenerla debajo suyo con lagrimas formando ríos en sus tiernas mejillas tentándolo a servirse un Martini con todas ellas más tarde; un sonido irregular hizo que pestañeara enfocando a la niña frente a él con un cuaderno claramente esperando llamar su atención.

El hormigueo que recorría su cuerpo quemó ante la idea de profanarla en el salón de clases, sabía que no era la opción más adecuada pero la urgencia le sugirió que podía arriesgarse.

— Perdona Abi, estaba pensando en mi amada hermana ¿Qué necesitas?

— No estoy segura de incluir éstos y quería-

— Pero ven, acércate y muéstrame qué tenemos.

Pensó que pasar por esto ella misma sería la mejor opción para cerrar su investigación y lograr que los adultos hicieran algo, así que ignorando la clara señal de alarma se acercó lentamente recibiendo una mano pesada en su hombro que la puso de espaldas antes de subirla a su regazo.

Trató de bajarse pero el rubio solo la apretó más contra él poniéndola encima de un bulto incómodo, aunque no estaba segura de qué era eso supo que no debía estar ahí más tiempo.

— Dime linda Abi, cuáles son tus dudas.

Nadie en la clase parecía darse cuenta de lo que pasaba, la joven mente corría en diferentes direcciones buscando una solución que no alertara a muchos, un par de segundos y escuchó la voz de papá Will 'como es algo puntiagudo debes ponerlo donde la tela sea más gruesa, así si tienes un accidente no te lastimarás más de lo necesario pero siempre tendrás algo discreto para defenderte'.