Café ASL

El fan, el hater y la planificación

Después de un día algo pesado tanto en la escuela como en sus respectivos trabajos, no había nada mejor que ir a relajarse en aquel café y pasar un buen rato con amigos, era lo que todos pensaban. Sin embargo, ese día no todos estaban en la mesa que solían frecuentar. Por una parte, Luffy estaba trabajando, dando vueltas por todos lados para atender a los clientes, aquello era normal puesto que se suponía que era su deber.

Pero lo raro era que además de Luffy también faltaba Zoro en aquella mesa, y no era por haberse perdido como solía hacer con frecuencia; él sí se encontraba en el café, solo que estaba a lo lejos sentado en la barra, hablando nada más y nada menos que con Trafalgar Law, a quien ellos conocían como "Torao" ya que así lo había apodado su líder al no saber pronunciar bien el apellido de este. Para todos era muy extraño ver a esos dos hablando amenamente de forma tan cercana ¿Desde cuándo se habían hecho tan amigos? Parecía que a cierto rubio no le hacía mucha gracia aquella nueva amistad, puesto que los veía con el ceño fruncido desde lejos.

Pese a eso, todo parecía estar extrañamente tranquilo, para lo que solía ser ese café y especialmente ese grupo de amigos; hasta que cierto peliverde con grandes colmillos y peinado de gallo hizo su aparición. Iba con una libreta en mano, que tenía la foto de Luffy en la portada, y entró gritando lo que solía gritar usualmente cada vez que aparecía.

- ¡Luffy-senpai! Hoy estuvo fantástico en la escuela ¡Acabó muy fácilmente con ese pesado de Caribu! Como era de esperarse de usted.

- Aunque por eso tuvo que quedarse en detención - murmuró Nami a lo lejos.

- ¡Oh, Cabeza de gallo! ¡Hola! - lo saludó Luffy con una gran sonrisa mientras seguía atendiendo a los clientes - si, ese tipo me estaba fastidiando.

- ¡Lo capturé todo en imágenes y las agregué a mi álbum! - continuó narrando el recién llegado mientras abría el libro que tenía en las manos para mostrar la página donde estaban las fotos de las que hablaba.

- ¿Quien lleva hoy en día un álbum en físico y no uno virtual? - cuestionó Usopp

- Ese pesado de Bartolomeo - murmuró Law chasqueando los dientes, aunque solo Zoro pudo escucharlo, por lo que le dedicó una sonrisa burlona.

- ¡Aquí guardo toda la majestuosidad de Luffy-senpai! - siguió exclamando el cabeza de gallo mostrando su dichoso álbum.

- Ven acá Bartolomeo, pide lo que tengas que pedir que yo te atiendo, pero deja trabajar a Luffy - le dijo un rubio alto de cabello ondulado, se trataba de Sabo, uno de los hermanos mayores de Luffy.

- ¡Como diga, gran senpai! - respondió el peliverde para así obedecer. Con eso la calma volvió, pero no duró mucho, ya que otro alborotado entró al lugar formando escándalo.

- ¡Miguwara no Luffy! ¡Me las vas a pagar! - se trataba de un chico rubio de ojos azules y cabello largo que parecía retratar la vívida imagen de un príncipe clásico de cuento de hadas.

- Oh, Cabetsu - murmuró el pelinegro del sombrero de paja al verlo.

- ¡Es Cavendish! - corrigió - ¡Vas a pagar la que me hiciste hoy! ¡Es que te voy a matar! - siguió despotricando - hoy me lucí fantásticamente como modelo para la clase de arte, porque soy hermoso, además fui elegido como príncipe para el baile, no podía destacar más, todos debían hablar de mi, de mi hermosura y de mis grandes logros de hoy - alardeaba con su egocéntrica sonrisa, fascinado en su propia belleza - pero... - la sonrisa se esfumó, apretó fuertemente el puño y su expresión cambió por completo mostrando la ira en su rostro - después de que salvaste a esas chicas que estaban siendo acosadas por Caribu en el almuerzo todo el mundo se puso a hablar de ti y me dejaron en segundo plano ¡Siempre haces algo para destacar más que yo!