La semana había transcurrido más lento de lo normal ¿O tal vez eran ideas suyas? Igual disfrutó cada día de esta como siempre, divirtiéndose con sus amigos y ayudando a su familia en el café. Sin embargo, estaba demasiado impaciente porque el sábado llegase rápido. Y finalmente había llegado, el día de su segundo intento de cita con Torao ¡Por fin sabría cómo terminaba la película de Sora el guerrero del mar! En ese momento estaba siendo examinado por sus hermanos antes de salir, ellos revisaban que estuviese preparado.
— Sí, parece que estás listo — afirmó Sabo sonriendo — bueno, ve allá y diviértete, y cuídate.
— Sí, gracias — respondió devolviéndole la sonrisa.
— Igual sabes que cualquier cosa puedes llamarnos y estaremos ahí, si ese Trafal..... — pero antes de que Ace terminara de hablar, el rubio lo jaló por la oreja — ¡Auch! Digo, ten cuidado y pásala bien — Luffy rió y negó con la cabeza. Ya sus hermanos le habían prometido que no volverían a ir a espiarlo, así que estaba seguro de que no lo harían, porque confiaba en ellos.
— Está bien, volveré más tarde ¡Adiós, Dadan! — y así se despidió de todos y se marchó.
No obstante, pese a que Luffy confiaba ciegamente en la palabra de sus hermanos, había alguien que no lo hacía.
— Ni se les ocurra salir a volver a arruinar la cita de Luffy, los estaré vigilando — sentenció la mujer mayor haciendo gestos con sus dedos, señalando sus ojos.
— Tranquila, ya aprendimos la lección — afirmó Sabo.
— Sí — dijo Ace bufando.
Aunque la pelinarana mentiría si dijera que ella no tenía curiosidad también de ir a ver cómo le iba al menor de los tres hermanos. Para ella parecía que a penas ayer él era un pequeño revoltoso al que la obligaron a cuidar para pagar su servicio comunitario. Bueno, seguía siendo un pequeño revoltoso pero se notaba que había crecido, al igual que sus hermanos. Eso la ponía un poco sentimental, claro que no lo iba a demostrar.
— ¿Estas llorando? — preguntó el par de hermanos con extrañeza.
— ¡Por supuesto que no! — exclamó la mayor restregando sus ojos, ellos rieron.
— Igual hoy no tengo tiempo de ir a espiar a Luffy, debo estudiar para un parcial, así que estaré en mi habitación — explicó el rubio comenzando a dirigirse a su alcoba.
— Sí, yo hoy quedé de reunirme con Marco para preparar un proyecto de la U — al escuchar eso, Sabo se detuvo y giró a ver al pecoso.
— ¿O sea que casualmente te toca salir hoy, y casi a la misma hora de la cita de Luffy?
— Sí, ya iba a comenzar a arreglarme — explicó con el ceño ligeramente fruncido, debido a que la actitud de Sabo se le hacía algo extraña.
— ¿Cómo se que no es sólo una excusa para ir a espiar a Luffy?
— ¡Ay, por favor!
— No puedes culparlo por desconfiar, Ace, eres muy capaz — intervino Dadan.
— ¿Quieren que me ponga un rastreador para que sepan que estoy en casa de Marco y no en el cine con Luffy? ¿O es que tengo que decirle a Marco que mejor venga a hacer el proyecto acá porque mi familia cree que voy a ir a espiar a Luffy en su cita?
— Buena idea — apoyaron los otros dos.
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Café ASL
FanfictionBuena comida y diversión asegurada con cierto trío de hermanos alborotados, especialmente con el alegre e impulsivo hermano menor. Su sonrisa atrae cada vez a más clientes, personas peculiares con historias diferentes: romance, amistad, dramas de fa...