Café ASL

La cita II: Consciente

Luego de comprar comida y bebida, entraron a la sala y esperaron a que acabaran los trailers y comerciales para poder ver la película. Entre tanto, Luffy ya se estaba comiendo todo lo que habían comprado.

- Si sabes que la idea de comprar esas cosas es comerlas mientras pasan la película ¿No? - comentó Law - te las vas a acabar antes de que comience - aunque él ya esperaba que eso pasara, puesto que conocía al chico del sombrero de paja.

- ¡Es culpa de los vendedores por no dar suficiente para comer durante toda la película! Me acabaré esto y tendré hambre mientras la vea.

- Bueno tranquilo, ya dije que después de aquí iremos a comer a otro lugar.

- ¡Sí! ¡Quiero carne! - gritó, todos los demás en la sala lo mandaron a callar con rostros molestos - lo siento - se disculpó en un susurro.

- Lo sé, por eso iremos a un sitio donde venden una muy buena carne asada, porciones bastante grandes.... aunque dudo que sean lo suficientemente grandes para ti.

- ¿¡En serio!? - exclamó babeando y con ojos brillantes - ¡Ya quiero probarla! - nuevamente fue regañado y mandado a callar por las otras personas que querían ver su película en paz - ¡lo siento!

Law era alguien que no solía sonreír mucho, pero estando con Luffy ya se había vuelto normal que de un momento a otro tuviese una leve sonrisa en sus labios sin que siquiera se hubiese percatado de aquello. Y aunque en ese momento estaba algo avergonzado de ser regañado tantas veces por los otros, fue inevitable que aquella sorpresiva sonrisa hiciera su aparición al apreciar lo tierno que era su acompañante.

- Mejor no hablemos más de comida para que dejes de exaltarte - sugirió, a lo que él contrario rió.

Mientras tanto, dos filas atrás de donde Luffy y Law estaban, se encontraban los cuatro espías, viendo y escuchando todo lo que sucedía. Sabo y Rosinante habían logrado calmar a sus respectivos hermanos mayores antes de que el guardia los regañase por formar alboroto en la fila, y por eso lograron entrar a la sala.

- No ha comenzado la película aún y ya los han mandado a callar dos veces, ay Luffy - comentó Sabo suspirando al pensar en lo imprudente que era su hermanito.

- A ver cuánto se demoran en sacarlos de la sala - dijo Dofflamingo divertido.

Volviendo a los dos pelinegros que seguían en su cita, el más pequeño de ellos pareció percatarse de algo, así que lo hizo ver.

- Aunque..... vas a llevarme a comer carne porque sabes que es lo que más me gusta, pero tú prefieres el arroz, ¿Cierto? Onigiris y esas cosas, también deberías comer lo que te gusta a ti.

El ojeroso se sorprendió al escuchar aquello, Luffy se había dado cuenta de lo que le gustaba. Al pensar en la respuesta que daría, recordó que la idea de esa cita era intentar hacer movimientos para nada sutiles que hicieran que el menor notara ligeramente sus intenciones o al menos que se diera cuenta de que algo raro estaba pasando ahí, con alguien tan denso como Luffy no podía dar tantos rodeos; tal vez esa era su primera oportunidad de la tarde. Las pendejadas románticas no eran lo suyo, pero no tenía que ser exactamente romántico, solo hacer ver lo que sentía, igual el menor tampoco era alguien de cursilerías de ese tipo.

- Me gusta más ver tu rostro feliz mientras comes tu carne, hoy quise complacerte a ti para hacerte ver lo especial que eres para mí así que no te preocpues por eso - el mayor estaba sorprendido de sus propias palabras y también algo avergonzado ¿De verdad había dicho algo tan cursi? Bueno, era la verdad - además tampoco me disgusta comer carne, puedo disfrutarla - Luffy también se sorprendió un poco por aquellas palabras, pero sonrió feliz.