Arreglo por la fuerza JULIANTINA(JULIANA GP)

Capitulo #21

{Juliana}

Finalmente salí de la sala de conferencias al ascensor, ya eran las 11 de la noche. Sin querer, la reunión en línea había durado más de lo esperado. El multimillonario sudafricano de 89 años solo sabía hablar xhosa y se necesitó un traductor para la conversión. El hombre era un bastardo rico obstinado que no había aprendido ningún otro idioma que no fuera su idioma cultural y para subir mi temperamento aún más, en cada frase que decía, el hombre dudaba que le estuviera insultando. Si el anciano no estuviera de acuerdo en venderme sus acciones, definitivamente lo haría.

Ya estaba enojada por el hecho de que Melanie interrumpió mi almuerzo con Valentina y Valentina no acompañándome a la reunión. No quería que Valentina estuviera lejos de mí. Las sanguijuelas acechaban en todos los rincones del hotel, pero la mujer se negó a venir conmigo y ahora incluso este viejo bastardo me había enfurecido.

Cuando entré a mi condominio, estaba oscuro y no había señales de Valentina. Caminé hacia la habitación y allí estaba acostada pacíficamente en mi cama. Su cabello Castaño estaba suelto, tal como me gustaba, y se extendía sobre mi almohada. El edredón estaba justo debajo de sus pechos y no pude controlar mis ojos mientras observaban el lento ascenso de esos deliciosos globos. Resistí la tentación de tocarla y como un jodido enfermo, la observé durante cinco minutos antes de darme una ducha rápida.

Quería dormir mi fatiga pero desde Valentina estaba profundamente dormida en mi cama, no quería molestarla. Sonreí mientras decidí unirme a ella en la cama y dormir con ella, definitivamente tendrá un ataque en la mañana pero a quién le importa. Después de todo, la cama era mía y quién era ella para decir que no. Me subí a su lado y la acomodé para que durmiera en uno de mis brazos, cerca de mi pecho, y así pude jugar con su cabello. Eran tan suaves y sedosos. Los envolví flojamente en mi puño y no podía esperar el día en que me la follaría y los envolvería alrededor de mi mano de la misma manera. Jugué con su cabello un rato y mientras escuchaba sus respiraciones cortas, como una canción de cuna, me quedé dormida con ella en mis brazos.

Me desperté a las 6 de la mañana. Era solo el amanecer y los rayos se extendían lentamente iluminando toda la habitación. Observé asombrado cómo la cálida luz del sol brillaba sobre Valentina, iluminando su cabello con un hermoso color castaño claro. Metí el cabello debajo de su oreja y ella inconscientemente se acercó a mí, poniendo una pierna sobre la mía. Escondió su rostro en el hueco de mi cuello y sus labios estaban en mi cuello. Sus respiraciones superficiales acariciaban mi piel y luego levantó un brazo y me rodeó con él. Si tan solo supiera, cómo me estaba seduciendo sin siquiera intentarlo.

Presioné el botón para cerrar las cortinas y disfruté de su abrazo por unos segundos antes de volver a dormirme. Me levanté a las 10 a.m. ver a Valentina muy lejos a la izquierda de mí. Fruncí el ceño, ¿no estaba durmiendo a mi lado? La atraje hacia mí y apreté mi agarre sobre ella. Hacía un hermoso día afuera y no quería desperdiciarlo durmiendo, así que abrí las cortinas y observé cómo ella comenzaba a moverse. Cerré los ojos justo cuando los de ella se abrieron. Esperé a que llegara el grito pero ella me sorprendió.

Volvió su frente hacia mí y con gran dificultad trató de levantar mi brazo. Sintiendo lástima por ella, le hice las cosas más fáciles moviendo mi brazo un poco para no enjaularla mucho, sin embargo, me sorprendió verla deslizarse más cerca de mí.

¿Qué planeaba hacer esta mujer?

Se movió justo debajo de mi oreja y me hizo cosquillas allí. Fruncí el ceño, ¿qué fue? Ella se rió y colocó la cosa de nuevo en mi oído haciéndome encoger mi hombro y fue entonces cuando me di cuenta, era su cabello.

¡Esta mujer astuta! Ella quería escapar de mí de una manera muy inteligente.

Volvió a ponerme el mechón de pelo en la oreja y fue entonces cuando levanté el brazo de ella actuando como si estuviera espantando una mosca. Su risa llenó la habitación en silencio y actué como si acabara de despertarme. Observé la forma en que sus ojos se entrecerraron y su nariz se arrugó mientras se reía.