Arreglo por la fuerza JULIANTINA(JULIANA GP)

Capitulo #51

{ Valentina}

Después de comer el desayuno que compró Juliana, salí de la habitación. Una vez más, estaba en una de las grandes mansiones de Juliana. ¿Cuántas casas tenía ella?

Esta casa, sin embargo, era más hogareña. Tenía diferentes tonos de marrón en las paredes y hermosos lirios blancos en jarrones esparcidos por los pasillos.

Caminé por la larga barandilla hasta una sala de estar y decidí mirar televisión. Quería explorar más la casa pero no quería perderme. Y además, no pude encontrar mi teléfono en ningún lado, así que me quedé viendo un documental sobre Al Jazeera.

Juliana volvió después de tres largas horas. Observé su yo sexy andar a grandes zancadas en la casa, su olor embriagador llenando la atmósfera, provocándome lentamente. Se veía tan caliente y guapa con una marca en la mandíbula y los ojos tormentosos. Me miró por un segundo antes de volver a escribir en su teléfono.

"Hay una cena formal esta noche a las 7", habló con su atención lejos de mí, y la odié. La odiaba tanto

"Si quieres venir, ponte cualquiera de estos vestidos". Dijo, colocando una bolsa grande en el sofá color crema y salió de la habitación sin esperar mi respuesta. ¡Grosera y mucho!

Pero ella todavía estaba enojada conmigo y yo también.

Miré la bolsa y volví mi atención a la televisión, prefería no ir a la cena para evitar más conversaciones amargas con ella y no quería pasar la noche con gente rica y esnob que no tenía mejor trabajo que presumir.

Sin embargo, después de aburrirme viendo el documental durante otras dos horas, no pude resistir la tentación y abrí la bolsa.

Allí, dentro había dos hermosos vestidos, un vestido azul oscuro hasta el suelo con una abertura en el muslo y un vestido verde oscuro sin espalda que se ceñía a la piel.

Quien quiera que haya hecho las compras segura que tenia un gran gusto. Ambos vestidos eran atrevidos y seductores, pero opté por el azul marino oscuro. Había unos tacones de tiras color nude en una caja y también una bolsa más pequeña con artículos básicos de maquillaje.

Caminé a una habitación al azar en la casa, no queriendo otro encuentro con una Juliana enojada. Esta habitación era enorme, al igual que la anterior, pero tenía paredes que eran  blancas. El baño era enorme, con una bañera circular y, por mucho que quisiera un buen baño, solo me di una ducha rápida. Humedecí mi cuerpo con una de las botellas en el estante y me preparé. Me apliqué un poco de delineador, labial rojo oscuro y dejé mi cabellosuelto. Quería disfrutar de mi viaje y no me iba a contener solo por Juliana.

Cuando el reloj dio las seis y media, salí de la habitación. Juliana no había especificado a qué hora exactamente nos íbamos a ir, así que esperé a que fueran las últimas seis antes de salir. Bajé las escaleras y me encontré con una Juliana perfectamente vestia que sujetaba un reloj de marca alrededor de su muñeca. Estaba vestida con otro traje Armani negro con una camiseta azul marino que se pegaba a su cuerpo, dejando ver el contorno de su  pecho. Levantó la cabeza cuando escuchó el sonido de mis tacones y cuando esos intensos ojos Marrones  suyos se encontraron con los míos, sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo.

Sus ojos me miraron lentamente de arriba abajo, deteniéndose más en el muslo que estaba expuesto, haciendo que el calor recorriera mi cuerpo. Sus ojos se oscurecieron  y apreté mis muslos.

"Vamos", dijo su voz ronca y asentí tentativamente.

Cuando llegué al último escalón recordé que

Me olvidé de ponerme algo en la mano. "Adelante, nos vemos en el auto", le dije a Juliana mientras regresaba corriendo a la habitación. Quería agregar un accesorio a mis manos desnudas y de todos los brillantes, elegí rápidamente un brazalete sencillo antes de apresurarme a bajar.

Cuando salí de la casa, ya vi a Juliana en el coche me instalé en el asiento trasero de una elegante limusina negra y mis labios se levantaron en una sonrisa maligna mientras caminaba hacia el auto.

{Juliana}

"Sí, enviaré a uno de mis representantes la próxima semana". Dije hablando con uno de mis clientes cuando el balanceo de las caderas de mi sexy zorra me llamó la atención. Me arrepentí de haber elegido el vestido para ella, se veía jodidamente tentadora, no quería asistir a la cena y solo deseaba salirme con la mía.

Entró en el coche y me di cuenta de la sonrisa en su rostro mientras se acercaba a mí. Puso suavemente sus palmas sobre mi hombro seguido de sus rodillas a cada lado de mis piernas hasta que estuvo sentada a horcajadas sobre mí.

¿Qué estás haciendo, Valentina?", le pregunté a lo curioso mientras luchaba contra el impulso de sostener sus caderas.

"Me estoy poniendo cómoda", dijo inocentemente, pero yo lo sabía mejor. Se acercó a mí hasta que su calor estuvo directamente sobre mi pene. Arqueé una ceja en su dirección y ella se encogió de hombros.

Ignoré a la seductora en mi regazo y continué hablando con el cliente, pero qué gran error fue. Labios suaves y delicados presionados contra el lado de mi mandíbula, moviéndosetortuosamente lento. Las manos de Valentina viajaron por mi pecho junto con sus labios burlones. Apreté la mandíbula, evitando que los gemidos escaparan, pero la zorra movió sus labios a mi cuello, hundiendo sus dientes en la carne antes de comenzar a besarme con lengua. ¡Mierda!

Toda la sangre de mi cuerpo se precipitó a mi polla que estaba presionando contra el núcleo húmedo de Valentina. Valentina comenzó a frotar sus caderas contra las mías, poniéndome dolorosamente dura.

Detuve su movimiento e incliné la cabeza hacia abajo, ¿Qué estás haciendo Preciosa?" Gemí.

en su oído, el deseo corría a través de mi

cuerpo y yo solo quería follarla.

Sus dedos sostuvieron mi mandíbula, levantando mi cabeza hasta que mis lujuriosos ojos marrones oscuro miraron directamente a los suyos de color marrón resplandeciente.

Reclamando lo que es mío." Dijo posesivamente antes de que sus labios descendieran sobre los míos. Sus labios dulces y suaves atacaron los míos haciéndome gemir en voz alta.

Ella era tan jodidamente deliciosa.

Mi mano se movió a sus muslos, recorriendo la suave piel expuesta mientras ambas luchábamos por el dominio. Valentina mordió mi labio inferior haciéndome gemir frustrada. Moví mi otra mano a su trasero y lo pellizqué, haciendo que sus dulces gemidos llenaran mis oídos pero la mujer testaruda aún no abría la boca.

Y justo cuando logré que abriera la boca, Valentina se apartó de mis labios sin aliento. Presionó su pecho más contra el mío y movió sus labios a mi oído, nuestros corazones sincronizados en latido.

"La próxima vez, Sra. Valdes". Dijo sonriendo, dándome un beso en la mejilla antes de levantarse de mi regazo y dirigirse hacia el otro asiento. Sostuve su mano en retirada, detuve su movimiento y la atraje hacia mi regazo.

No tan pronto, señora Valdes", gruñí en su oído, apretando mi agarre alrededor de su cintura. Envolví su cabello largo en mi palma antes de trabajar en profundizar el chupetón en su cuello. Ella gimió y se retorció en mis brazos y yo estaba tan cerca de follarla si no fuera por el conductor que anuncia nuestra llegada.

"No crea que se salva, señora Valdes", le dije con voz ronca al oído de Valentina. La coloqué en el asiento frente al mío, dejé que se arreglara sola y justo antes de que saliéramos del auto, me incliné hacia su oído y dijo: "Terminaremos lo que empezaste".