Arreglo por la fuerza JULIANTINA(JULIANA GP)

Capitulo #62

{Valentina}

"Juliana." Gemí mientras mi esposa derramaba besos en mi pecho. Era muy temprano para despertarme pero mi insaciable esposa no entendía. Nunca lo hizo.

Juliana tarareaba contra mi piel mientras continuaba con sus bromas. Le encantaba marcar mi piel. Especialmente mis pechos. Diablos, encontraría chupetones incluso en la parte inferior de mis senos. Juliana movió sus labios hacia arriba antes de acariciar su nariz en mi cuello, respirándome. Moví mi mano izquierda a su cabello despeinado y peiné los suaves mechones. Miré mi anillo y sonreí, habían pasado 2 meses desde la propuesta de Juliana, y estos dos meses fueron los mejores de: mi vida.

"Juliana." Dije mientras masajeaba su cuero cabelludo, "¿Me he puesto gorda?" Pregunté y contuve la respiración. Era una pregunta al azar, pero la idea me estaba molestando desde ayer.

"¿Y por qué estás haciendo una pregunta tan ridícula?" preguntó Juliana y me encogí de hombros. No es que me importara subir de peso ni nada, pero ayer después de mi ducha cuando tenía puesto el anillo, no entraba. Después de mucho luchar, entró pero me dolía como una perra.

"¡Preciosa!" Juliana dijo con voz de advertencia y suspiré.

'Mi anillo, no estaba entrando en mi dedo ayer', dije. Juliana tomó mi palma y la llevó a sus labios. Besó el dorso de mi mano antes de hablar.
Bueno, eso es porque incluso el anillo no quiere que lo saques. Dijo y yo puse los ojos en blanco. A Juliana no le gustó el hecho de que me quité el anillo y me duché. Pero siempre lo hice porque Juliana entró astutamente al baño cuando me estaba bañando y luego follábamos, y no quería que nada le pasara a mi costoso anillo mientras el agua estaba involucrada.

"Dime." Dije golpeando ligeramente el hombro de Juliana y ella  se levantó y me miró fijamente. Sus intensos ojos recorriendo mi cuerpo de arriba a abajo haciendo que el placer recorra mi cuerpo. Me estaba excitando y lo sabía.

Hmm, déjame ver."  colocó su palma en mi muslo izquierdo y lo movió hacia un lado. Hundió sus dedos en ambos muslos y sin esfuerzo me levantó sobre ella.

"No, sigue siendo perfecto", dijo y hábilmente empujó dentro de mí haciéndome olvidar por qué hice esa pregunta.

Pero mientras me peinaba y me miraba en el espejo, no pude evitar sentirme diferente. Mis pantalones se ajustaban perfectamente a mi cintura y mis muslos no se ahogaban, entonces qué me pasaba. Me di la vuelta y miré mi trasero y yo cierro los ojos, mi trasero se ha vuelto más grande. Eso es todo.

Y todo fue por las sentadillas que estaba haciendo. Me estaba convirtiendo en un sofá perezoso con los mimos de Juliana, así que me uní a Juliana para hacer ejercicio en el gimnasio de la casa. Ayudé a Juliana con el desayuno y pronto me fui a trabajar. Elise, como siempre, me entretuvo con sus diatribas al azar y cuando el reloj dio las doce y media, salí corriendo de la oficina.

Le había dicho a Elise que me encontraría con Juliana, pero mentí. Tuve una cita con los médicos. Últimamente me dolía mucho el estómago. Le echaría la culpa a la contracción de mi estómago cuando Juliana me dio innumerables orgasmos, pero junto con mi estómago, también me dolía la espalda. Quería conocer al médico y preguntarle si estaba haciendo mal el ejercicio o no.

El Sr. Clyn era un médico divertido. Hizo bromas tontas y te hizo sentir cómodo antes de hacerte soltar los frijoles. Lo conocí cuando recién llegué a Washington. Le pregunté acerca de mis ciclos irregulares y si debería tomar pastillas, pero se negó diciendo, deja que la naturaleza siga su propio curso y no debería alterarlo. ¿Qué médico dice eso en el siglo XXI?

"Hola señora Valdes". Dijo el Sr. Clyn mientras besaba mis mejillas mientras me sentaba en la silla.

Me miró fijamente durante unos momentos incómodos antes de hablar."Hay algo raro en ti". Dijo mientras se frotaba la barbilla. Mira, incluso mi médico sabía que algo andaba mal conmigo.