No nos soltamos luego de varios minutos, besos, abrazos y unos cuantos “te amo” salieron de nuestros labios a cada segundo que pasaba.
Pase mi mano por su mejilla sonriendo de una forma que desde hace mucho no lo hacia. El estar juntos no se comparaba a ningún sentimiento que había tenido antes. Era una mezcla de amor, felicidad, melancolía y miedo. Si, así es, miedo, miedo a perderla otra vez.
–¿como es que...?– mis cuerdas vocales apenas si me permitian termiar aquella pregunta que ahora rondaba en mi mente buscando una forma de tener su respuesta– ¿como es que estas viva?.
Agacho la vista apenada, como arrepentida y sin fuerzas ni ganas de narrar aquel episodio de la prision. Pero yo lo necesiaba, necesitaba respuestas. Verla aqui me tenia bastante confundido y la historia, sin duda alguna, no me calzaba. Alce su mirada con mi mano para hacer que sus ojos quedaran conectados a los mios.
–Hey, necesito que me lo digas– Sonreí de lado para darle más seguridad a ella.
–La bala... Me rozo... ¿lo ves?– se despejo un mechon de pelo del lado derecho de su cabeza dejando ver una marca roja en el borde.
Sonreí devilmente mientras trataba de ocultar las lagrimas de felicidad que me ahogaban. Ella, solo ella podia causar esta mezcla de sentimientos en mi interior como en ese instante. Suspiré, pase mis nudillos por su mejilla, ella ladeo su cabeza hacia mis manos con los ojos cerrados y una sonrisa en su cara, esa sonrisa me hizo recordar todas esas mañanas en las que lo primero que veia era a ella con el seño fruncido al tener que despertar tan temprano sin razón alguna, dios, cuantas peleas con Rick había causado eso.
–Eres tan hermosa– murmure cerca de sus labios para volver a besarla. Sus labios, besar sus labios era lo único que jamas me cansaría de hacer.
Cada vez que juntaba mis labios con los suyos todo a mi alrededor desaparecía de inmediato, solo ella y yo, nada más importaba.
–Sabes _____ fue un momento en el que quise morir el ver como caías al piso y no poder hacer nada para salvarte o ayudarte– le dije con los ojos cristalizados, tratando de retener las lagrimas que se que volveré a soltar.–No sabes cuantas veces quise volver y sacarte de ahí, ver si de alguna forma salvarte podría estar en mis manos.
–Sh, por favor– dijo con los ojos cristalizados otra vez–no quiero oír eso.
–Te amo, te amo– Dije volviendola a besar una y otra vez, la hambre de sus labios era muy difícil de saciar.
–Lamento interrumpir esta escena de amor desesperado– dijo Abraham haciendo que nos separaramos de inmediato. _____ miro con el seño fruncido al pelirrojo.–Pero tenemos que movernos, ahora.
–¿Y tu quien diablos eres?– pregunto _____ sin cambiar su expresión.
–Soy el Sargento Abraham Ford, ella es mi compañera Rosita Espinoza– respondio apuntando a la chica de las coletas tras el–Y el es el Dr. Eugene Porter.
______ miro a Eugene y soltó un bufido de burla.
–¿como es que el esta vivo?– Reí ante lo directa que podía ser algunas veces.
–El, Señorita Grimes, tiene la solución para todo este desastre de mundo.
La expresion de _____ cambio de golpe y su sonrisa de deshizo, se acerco a Eugene y a pocos centímetros de su cara y muy desafiante dijo.
–¿Que es? ¿Donde se encuentra? ¿Es algún material especial?.–
–Es clasificado– _____ bufo.
–Clasificado tus pelotas– murmuro.–¿como puedes tener en secreto eso?.
Trato de acercarse más a el pero Rosita se interpuso.
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Promises «Daryl Dixon» [Libro #2]
FanfictionEl amor puede traspasar todos los limites y obstáculos...¿verdad?