Prólogo

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El sonido de la destrucción siempre lo hacía sentir más vivo. El olor a sangre envió un agradable escalofrío por su espina dorsal hasta la punta de su cola.

Hasta ayer, el pueblo debajo de la gran bestia estaba lleno de vida. Niños riendo y jugando. Adolescentes probando por primera vez el amor .

La magnífica bestia se burló. Odiaba lo que los humanos pensaban que era amor verdadero . No sabían nada al respecto. Reclamaron a muchos otros como su verdadero amor antes de casarse. Los humanos nunca sabrían lo que es el verdadero amor.

Desagradable.

Un grito de precios sacó al dragón de sus pensamientos.

'¿Qué es esto? ¿Un niño? ¿Aún vivo?' se preguntó la bestia.

El chillido del niño no fue lo único que llamó su atención...

De manera perezosa, el dragón se dio la vuelta . '¿Qué es una muerte más?' No le tomaría más de un segundo hacer estallar al niño en el olvido.

Sus agudos ojos azules se clavaron en el niño, y el poderoso dragón se congeló. Allí estaba sentado un niño, no mayor de tres años. Su ropa estaba rota, y pequeños cortes y moretones cubrían el cuerpo del chico de cabello rosado. En cualquier otra situación, aplastaría la cosa rápidamente para detener el ataque en sus sensibles oídos.

No fue la empatía lo que detuvo al dragón. Era el inmenso poder mágico que irradiaba el chico. El poder que podía rivalizar con cualquier mago adulto y, por alguna razón, se sentía familiar.

El dragón hizo una pausa, un pensamiento que haría que Igneel se partiera de risa vino a su mente. Muchos dragones habían tomado discípulos. Quizás...

Suspirando, el dragón aterrizó frente al chico.

Los grandes ojos negros del chico se abrieron casi cómicamente. Se quedó en silencio de inmediato.

"¿Su nombre?" gruñó el dragón, dispuesto a llevar a cabo su brillante plan.

El chico parpadeó, sorprendido de que la monstruosidad se dirigiera a él. Tartamudeando con poco miedo, el chico murmuró, "N-Natsu".

El niño ladeó la cabeza con curiosidad. "¿Tiene un nombre, señor Dragón?"

El dragón alzó una ceja escamosa al niño, divertido. "Pequeño gaki divertido, ¿no? Soy el Dragón Negro en el libro del Apocalipsis, el Rey Dragón del Caos y el Rey de todos los Dragones, Acnologia". Confirmando que no quedaba otra alma con vida en los alrededores, continuó: "Bueno, mocoso, ¿hay alguien esperándote?"

Los ojos negros vidriosos por las lágrimas. "No", sollozó.

Acnologia sonrió con malicia, pero el chico estaba demasiado ocupado con su llanto para darse cuenta.

"Dime... mocoso, ¿te gustaría aprender Magia Dragon Slayer?"

La cabeza del chico se levantó de golpe, los ojos fijos en Acnologia. Algunas lágrimas sueltas rodaron por sus sucias mejillas. "¿Tú me cuidarías?"

"Supongo que esa es una manera de sa-" Las palabras de Acnologia se detuvieron.

Natsu se puso de pie de un salto antes de que el dragón pudiera completar su oración y se aferró a una de sus enormes garras.

"Gracias."

Acnologia suspiró y tomó al niño en su pata, agarrando con cuidado al niño. De nada le serviría aplastar al niño, ni dejar caer al mocoso.

"Tendrás que hacer absolutamente todo lo que te diga si deseas quedarte conmigo", dijo Acnologia mientras extendía sus grandes alas negras. Con unos cuantos barridos fuertes, el dragón estaba en el aire, volando por encima de las ruinas.

"¡Sí, por supuesto! ¡No te arrepentirás!" exclamó el niño con una gran sonrisa llena de dientes.

'Sí, será el estudiante perfecto.'

Fin del capítulo 1.

reescrito

Esta historia seguirá principalmente los eventos del manga. Por favor revise y gracias por leer :).

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