Historia Del Hijo Del Dragón Negro

Capítulo 57

Muy por encima del océano que rodeaba Fiore, una isla flotante con un nombre como tal estaba oculta por las nubes de cualquiera lo suficientemente valiente como para aventurarse tan al norte hacia el mar desde tierra firme. Una sombra oscura, mucho más pequeña que la enorme isla pero fácilmente del tamaño de la catedral de Magnolia, se disparó como una bala a través del cielo antes de aterrizar en la hierba verde de la isla, frente a la enorme estructura, construida antes de que existieran los humanos, el Palacio. de Dova.

El dragón blanco como la nieve que aterrizó miró a su alrededor. Giró su cabeza que parecía la de una serpiente con enormes cuernos largos curvados hacia atrás mientras miraba a su alrededor con su largo cuello y un fuerte estruendo en forma de suspiro escapó de sus labios entreabiertos. Dobló las enormes alas plumosas y sacudió la cola con un mechón de pelo al final.

Un dragón marrón, del color de la arena mojada, se levantó de una de las enormes torres que se elevaban desde el palacio y se zambulló, aterrizando junto al recién llegado. El dragón, de constitución mucho menos elegante que el blanco, lo miró con curiosidad. "¿Ya regresaste, rey Himmel?"

El rey dragón del cielo Himmel miró al voluminoso dragón a su lado. El dragón era casi una cabeza más alto que Himmel y casi igual de ancho. Sus alas eran más cortas y parecían rocas pegadas. Su mandíbula inferior estaba empujada hacia adelante, dos largos colmillos sobresalían de los labios separados en lugar de los cuernos que normalmente decoraban la cabeza de la mayoría de los dragones.

“Estuve fuera por casi una semana. ¿Cuánto tiempo se supone que debo estar fuera?'' preguntó Himmel mientras avanzaba, pasando al voluminoso dragón que resoplaba. ''Deberías mostrar más respeto a tus superiores, príncipe Ganseki. Estoy seguro de que no quieres que High King te escuche hablarme así.

El príncipe dragón de piedra Ganseki hizo una mueca ''Por supuesto. Mis disculpas, me pasé de la raya pero no quise ofender''

Himmel asintió "Soy muy consciente de eso. ¿Hay algo que necesites de mí?''

''No en particular…'' murmuró Ganseki.

Los dos pasaron por el enorme jardín que parecía más un pequeño bosque que decoraba la entrada del palacio blanco. Los árboles altos proyectaban sombras sobre los dos mientras caminaban en silencio, el sonido de los pájaros picando arriba y el susurro de las hojas mientras otros dragones se movían más lejos era lo único que lo rompía. El silencio alrededor de los dos se rompió rápidamente cuando las sombras de los árboles se movieron, pequeños dragones de escamas verdes, ni siquiera del tamaño de la pata de Ganseki, se movían a través de la hierba apresuradamente como un dragón verde del bosque, delgado como un pino por el que caminaba. a ellos.

Las alas del dragón eran bastante inusuales para un dragón, más parecidas a las alas de una libélula. Dos cuernos se elevaban de su cabeza, mirando hacia atrás, como si estuvieran hechos de madera con incluso unas pocas hojas creciendo en él. Un pelaje verde parecido al musgo se combaba alrededor de la base de su cuello y en la punta de su cola.

"Reina Esmeralda" Himmel asintió a modo de saludo. La reina de los dragones de la tierra, mucho más pequeña que los dos al igual que la mayoría de su raza, sonrió, los dientes limpios y afilados brillaron "Has regresado inusualmente rápido, rey Himmel".

Himmel puso los ojos en blanco mientras Ganseki se reía "Te lo dije".

Emerald miró a Ganseki, quien inmediatamente se calmó. ''Espero que todo esté bien'', continuó Emerald mientras el grupo de tres ingresaba al gran vestíbulo de entrada del palacio, las puertas doradas se abrían ante ellos por sí solas, la magia se encargaba de ello.

El enorme vestíbulo con paredes circulares que estaban alineados con balcones igual de grandes, sostenidos por pilares de mármol macizo en forma de dragón, de varios cientos de metros de altura y con el techo de cristal, estaba lleno de dragones de todas las formas y tamaños, volando alrededor en imposibles. orden y armonía.