Historia Del Hijo Del Dragón Negro

Capítulo 16

Los ojos negros se clavaron en la garganta ardiente de un volcán. Extraña era la imagen que tenía delante, tenía que admitirlo. Los colores demasiado brillantes y las sombras demasiado oscuras. Los sonidos flotaban a través de sus oídos sensibles: respiración, fuerte y constante por encima de él. Eso no tenía sentido. El niño miró el volcán más de cerca, examinando cuidadosamente la explosión en la lava antes de arrojar una piedra él mismo. Aún así, la respiración le recordó el único sonido. Era demasiado fuerte para su gusto, pero eso no tenía sentido, no había nada encima de él, estaba seguro y, además, no podía mirar hacia arriba. Los colores brillantes de la lava debajo son demasiado fascinantes.

Una tos, de nuevo por encima de él. El chico frunció el ceño y miró hacia arriba. El suelo giró y el cielo negro se oscureció. El niño se tambaleó hacia atrás y estaba seguro de que caería por los lados del volcán, pero solo terminó sentado en la tierra ennegrecida que se extendía a su alrededor, sin el volcán a la vista.

El chico miró hacia arriba, sin cuestionar demasiado el extraño cambio, preguntándose qué había encima de él.

"Te tomó mucho tiempo, mocoso" habló un dragón sobre él, un gran fuego bailaba y cubría su piel.

"¿Me tomó el tiempo suficiente para hacer qué?" el chico estaba confundido. El dragón lo miró con seca diversión y abrió la boca. Los ojos de Boy se abrieron como platos cuando el infierno ardiente se abalanzó sobre él, el rugido de un dragón de fuego caliente y abrasador.

El niño rodó fuera del camino y se puso de pie de un salto, dándose cuenta de que su ropa estaba hecha jirones. Se volvió hacia el dragón, que se echó a reír, las llamas fueron reemplazadas por brillantes escamas de metal. "¡Pelea!", Gritó el dragón y golpeó su garra en la hierba verde sobre la que estaban parados, las púas de metal salieron disparadas del suelo y se precipitaron hacia el niño.

El niño saltó y se dio la vuelta, listo para luchar contra el dragón. "¡Ataque del ala del dragón del caos!"

El ataque golpeó las plumas blancas de la dragona y ella rugió de ira y dolor. "¡Basta, humano!"

El chico aterrizó y se enfrentó una vez más al dragón de fuego que lo miraba desde su posición acostada, las llamas notablemente más tenues de lo que eran. El chico se encontró de rodillas, jadeando pesadamente. ¿Por qué no podía respirar?

''Ganaste'' le informó el dragón de fuego. "¿Me matarás como hiciste con todos los demás?"

El niño miró al dragón confundido, pero el dragón le hizo un gesto para que mirara hacia abajo. El chico hizo lo que le dijeron y se encontró sentado sobre la pila de huesos y cuerpos podridos de dragones.

''Me dijeron que hiciera eso'', informó el niño al dragón. ''Pero no puedo hacerte eso''

El dragón enarcó una ceja llameante. ''¿Cómo es eso?''

"No puedo moverme" respondió el chico con sinceridad, los huesos debajo de él lo mantenían inmóvil como cadenas.

''¿Por qué?''

El niño frunció el ceño y se miró las manos, solo para encontrarse sentado de nuevo en la tierra estéril.

''Porque luchaste bien. No puedo moverme como tú no puedes'', se dio cuenta Boy.

''Por cierto''

''¿Serás mi amigo?'', se preguntó el chico.

"¿Lo haré?" el dragón parecía confundido. "Supongo que lo haré" respondió el dragón después de un momento de silencio.

El niño sonrió levemente, pero la sonrisa desapareció rápidamente, reemplazada por el horror ante la cara burlona del dragón negro ahora frente a él.