Historia Del Hijo Del Dragón Negro

Capítulo 68

La garra recorrió lentamente la carne, dejando tras de sí un corte profundo y largo y la piel y los músculos partidos que lentamente se enroscaron y se descamaron, pudriéndose frente a los ojos negros y rojos que siguieron el movimiento de la garra. Un grito gorgoteante salió de la boca del pecador, su lengua había sido cortada hace mucho tiempo. Otra garra perforó la piel, justo debajo de las costillas, la piel se volvió de un tono verde enfermizo cuando el veneno se filtró. Los ojos de Sinner miraron con puro terror al demonio que estaba sobre él, la sangre oscura fluía de su propia boca sin lengua y se acumulaba debajo. chaleco negro oscuro que abrazaba su torso.

Un nuevo demonio, que no había perdido todo lo que una vez lo hizo humano, hizo una mueca de dolor cuando cortó el dedo del pecador, su propio dedo cayó al suelo, convirtiéndose en cenizas antes de tocar la tierra ennegrecida del séptimo círculo. Había llegado a saber algunas cosas sobre su torturador desde que bajó al séptimo círculo hace varios ciclos. Sus torturadores cambiaron durante el tiempo que estuvo aquí y había llegado a conocer muchos demonios. Había muchas variaciones en ellos, aunque rara vez alguno destacaba tanto como su nuevo torturador. Los guardianes del séptimo círculo parecían desconfiar de él, que era una de las cualidades más sorprendentes de este demonio. Las serpientes rara vez se cansaban de alguien.

El pecador soltó un gruñido de dolor cuando le cortaron otro dedo. Había estado en el infierno durante mucho tiempo, tanto tiempo que olvidó su nombre, olvidó cómo murió, olvidó qué hizo exactamente que lo trajo aquí, el dolor y la miseria dominaron su memoria. Los ciclos eran una forma de contar el paso de los tiempos. Miles y miles de ciclos han pasado por él. Sería cortado en pedazos, profanado, desintegrado, podrido y arañado hasta que nada recordara y después de un tiempo se reformaría, volvería a estar completo para que los demonios pudieran hacerlo de nuevo. Ese fue el ciclo. Lo que odiaba y amaba.

El demonio se sentó a su lado, incapaz de soportar más el dolor y el pecador tuvo que admitir que rara vez había visto a alguien durar tanto. Sus emociones corrían salvajes detrás de los ojos rojos, mostrando lo joven que era. Pero llegaría lejos en el Castillo del Infierno, el pecador podía verlo. Tenía esta... aura de poder. Era poderoso, terrible y elegante de una manera que no lo eran muchos demonios.

Lo observaba ahora, por el momento sin cortarlo en pedazos y el pecador lo miró con más atención, con cuidado de no hacer contacto visual -a muchos demonios no les gustaba eso- y recorrió con la mirada las largas garras, las escamas oscuras y las alas grandes Devorador de almas, así lo llamaba Lilith. Otro grito escapó de ambos cuando Souleater le cortó el brazo.

Torturar no es algo que elijas hacer. Ni siquiera te preguntaron si querías hacerlo. Tenías que hacerlo. Natsu carecía de la repugnancia que los humanos solían sentir por estas prácticas después de haber hecho cosas horribles mientras crecía. Érase una vez, no dudaría en entrar en el Séptimo Círculo donde esperaba su primer ciclo. Ahora, sin embargo, su infancia parecía haber pasado toda una vida y las lecciones que Acnologia le inculcó se desvanecieron. Maldijo y elogió a Mirajane y Ultear, Arthur y Annie, Wendy, las Cazadoras, Fairy Tail: 'Familia' , su mente suministró traidoramente. Lo hicieron suave. Lo hicieron sentir . Y ahora lo estaba matando – 'No, no lo estaba matando, ya está muerto'. Sin elección, cortó un alma en pedazos, su ira, sus emociones, hicieron que cada herida apareciera en su propia carne. El Supremo nunca lo dijo con palabras pero era de esperarse. Cuando eres un demonio haces lo que ellos quieren, no porque quieras sino porque tienes que hacerlo. La maldición que llevas dentro te quema hasta que haces lo que quieren.

Eres un esclavo de tus propios poderes y si te atreves a oponerte, pueden hacer que te vayas, realmente te vayas, no estés muerto porque ya estás muerto. Dejas de ser. Y Natsu, aunque realmente no le tenía miedo a la nada, prefería quedarse. Y como dijo antes; había torturado en su vida. ¿Por qué sería diferente en la muerte?