Historia Del Hijo Del Dragón Negro

Capítulo 63

A Natsu, aunque le gustaban sus probabilidades en la pelea actual, no le gustaban las probabilidades de las personas que lo rodeaban.

El príncipe dragón echó un vistazo a su alrededor mientras repasaba el intento de Khaalida de decapitarlo con sus alas, que demostraron ser lo suficientemente afiladas como para talar árboles con un solo golpe.

Cinco dragones de los 13 que entraron por la puerta abandonaron la proximidad inmediata de su ubicación y eligieron diezmar el resto de la ciudad. Podía ver al maestro Makarov peleando en su forma de titán con el dragón de piedra y tuvo que ocultar una mueca de dolor cuando el dragón le dio un cabezazo al anciano.

No había suficientes dragones o cazadores de dragones para luchar contra todos los dragones que aparecieron. No es que realmente creyera que cualquiera de los asesinos pudiera matar a un dragón. Sting y Rogue podían reclamar todo lo que quisieran pero él se negaba a creerlo.

"No creo que desees pelear con ella" arrulló tan suavemente en su oído que Natsu casi se lo pierde.

La mano de Natsu, deformada por la energía del caos, se congeló y observó con silencioso horror cómo la magia disminuía antes de que pudiera siquiera tocar a la dragona con la que estaba luchando. El príncipe dragón saltó fuera del camino de un rugido que seguramente derretiría su carne de sus huesos, pero llegó un momento demasiado tarde para salvar su abrigo y solo pudo suspirar molesto cuando vio que se formaba el agujero y el ácido se lo comía. la fábrica.

Con los dientes apretados, se quitó el abrigo y lo arrojó a la cara de Khaalida haciendo que el dragón chisporroteara ante la repentina tela que cubría sus ojos.

"¡Los trucos no te ayudarán a ganar esto, hijo de Acnologia!" Khaalida gruñó peligrosamente mientras se quitaba el abrigo de la cara. La delgada dragona se detuvo, su boca se cerró con fuerza mientras el ácido goteaba de sus mandíbulas. Natsu no estaba a la vista y el dragón miró a su alrededor, su instinto le decía que no era bueno.

''¿Así que ahora soy el hijo de Acno logia ? ¿No es un híbrido?” La voz de Natsu se transformó cuando se estrelló contra la espalda de Khaalida, los huesos sobresalían de su espalda mientras la carne se deformaba lentamente alrededor de ellos y se formaban las alas. El príncipe dragón levantó su cola recién formada e incluso antes de que los músculos estuvieran cubiertos por carne, clavó la punta en la articulación de su ala izquierda.

Khaalida aulló de dolor, la sangre explotó cuando la cola pronto fue seguida por una mano con garras. La dragona se levantó sobre sus patas de cuero y se tiró de espaldas con la esperanza de aplastar a su oponente bajo su peso. Natsu, casi completamente transformado en su forma de demonio, saltó y extendió las largas alas que se elevaban hacia el cielo, con la boca ya abierta para otro ataque mientras el dragón yacía boca arriba, rugiendo y gritando mientras su ala medio rota aleteaba inútilmente.

''Dragón del Caos -''

''¡No!''

''-¡RUGIDO!''

Natsu gritó de frustración cuando el ataque falló, su momento de desconcentración le dio a Khaalida tiempo suficiente para apartarse y el ataque golpeó el fuelle de piedra, enviando polvo y rocas por los aires.

"Fuera de mi cabeza", gruñó Cheney Natsu, su paciencia perdida hace mucho tiempo.

"¡Me obedecerás!"

"¡El rey te tendrá, hijo de Acnologia!", gruñó Khaalida mientras salía del polvo levantado, saltando hacia él con la boca abierta y lista para destrozarlo.

Natsu, en un intento de enviar al dragón de regreso a la tierra, una vez más trató de hundir su rostro. "¡El puño de hierro del dragón del Caos!"

Fue un alivio no perderse esta vez porque seguramente perdería algo más que un poco de sangre cuando las fauces de Khaalida se cerraran alrededor de su brazo.