Historia Del Hijo Del Dragón Negro

Capítulo 62

Se terminó.

Sting era muy consciente de eso. Fue consciente de eso desde el momento en que se dio cuenta de que era el único jugador que quedaba aparte del equipo de Fairy Tail. Todo el equipo de Fairy Tail.

Dioses, no perdieron ni un solo miembro.

Y aquí estaban, frente a él, con las máscaras quitadas y los rostros serios.

Los cinco miembros realmente hicieron una imagen aterradora. Incluso sus diferentes niveles de lesiones no hacían que ninguno de ellos pareciera más débil.

Laxus se veía peor, pero incluso el mago del rayo rubio parecía listo para luchar contra un dragón cuando su mirada penetrante se clavó en Sting. Y Sting tenía pocas dudas de que perdería si iba contra el cazador de dragones relámpago. El maestro Dientes de Sable perdería, sabía que para el cazador de dragones de iluminación dejó al Santo Mago nivelado con el suelo.

Erza lucía un tobillo torcido y una herida profunda en el lado izquierdo, pero no se apoyó contra Laxus que estaba a su lado. Ella derrotó a Kagura alimentada por la furia sin ayuda, sin siquiera usar su armadura más fuerte de lo que Sting reunió.

Mira estaba de pie en el otro extremo, con un moretón en la mejilla y cortes y rasguños a lo largo de sus brazos y piernas, pero aún tenía una toma de control que él no reconoció, aunque no era el Hellhound que vislumbró mientras corría por la ciudad. Derrotó a Lady Minerva tan fácilmente que parecía que la dama no era más que una niña.

Jellal favoreció su brazo derecho, roto gracias a Rogue y lo que fuera esa sombra, pero esa parecía ser la lesión más grande que tenía, nada más que varios rasguños y cortes que decoraban su cuerpo. El mago de cabello azul levantó la cabeza, casi descartando a Sting como una amenaza.

Natsu se paró en el medio. Ni un maldito rasguño en él. Y Sting se sintió temblar bajo la mirada. Sting sabía que apenas peleó, no necesitaba hacerlo. Y eso era lo que verdaderamente aterrorizaba más a Sting. El miembro más fuerte del equipo apenas necesitaba. Era casi como si estuviera allí por seguridad. Para asegurar su victoria si algo salía mal.

Pero nada salió mal. Fairy Tail demostró por qué eran el gremio número uno. Tal vez no fueron considerados en los juegos como los números uno en los últimos años, pero el público en general creía en ellos.

"¿No pelearás contra nosotros?" Natsu cuestionó mientras miraba al cazador de dragones que tragó saliva. Sabertooth valoraba el honor, lo valoraban más que nada. Pero sabía lo que sucedería si luchaba.

Sabía que perdería.

En retrospectiva, sabía que desde el primer día cuando vio que el dragón de cabello rosado participaría.

"Yo... No" susurró Sting, pero fue lo suficientemente fuerte.

Y así ganó Fairy Tail.

Nada sorprendente, dirían algunos.

Hisui E. Fiore ciertamente estaría de acuerdo mientras se giraba hacia el caballero que estaba a su lado. ''¿Princesa?''

Hisui frunció los labios en una fina línea. "Es hora"

Acnologia se sentó en el techo de una casa cercana, observando la pequeña plaza donde Sting lloraba de rodillas, el equipo de Fairy Tail parado frente a él. El padre conocía a su hijo lo suficientemente bien como para notar que algo andaba mal. La magia oscura asfixió a esta ciudad durante mucho tiempo considerando lo bien integrada que ya estaba. Los ojos de Acnologia viajaron de regreso a su hijo, no tan sorprendido de verlo mirándolo.

Los ojos rojos miraron a los azules por solo un segundo antes de que su hijo se volviera hacia su alegre amigo que ya comenzaba a celebrar la victoria.

Los juegos habían terminado, afortunadamente. El rey dragón odiaba admitirlo, pero no encontró nada digno de mención en su búsqueda. Simplemente había demasiada gente para tener una idea adecuada de lo que estaba mal en este lugar.