Historia Del Hijo Del Dragón Negro

Capítulo 21

**Dos días después**

El gremio de Fairy Tail tenía la reputación de ser ruidoso y desagradable, pero durante los últimos dos días esa reputación parecía ser falsa.

Makarov se enteró rápidamente de los eventos que tuvieron lugar en el hotel en el que habían estado sus mocosos: el ataque en el casino y el hecho de que Etherion fuera despedido ni siquiera un día después, a menos de diez millas de distancia, parecía demasiada coincidencia.

A pesar de no tener la prueba de que los magos de Fairy Tail estaban allí, Makarov los conocía lo suficientemente bien como para saber que siempre se las arreglaban para meterse en problemas, aunque no en esta escala. Yajima tuvo la amabilidad de informarle lo que sabía, su viejo amigo probablemente incluso violó algunas de las leyes al decirle todo eso, pero Makarov estaba más que agradecido.

Lo que sea que Jellal planeó hacer una vez que reviviera a Zeref estaba más allá de la comprensión de cualquiera porque el hombre tenía serios problemas de control y Zeref no parecía alguien a quien se pudiera mandar. Fue bueno que la Torre del Cielo fuera demolida, pero Makarov rezó a cualquier dios que escuchara que sus hijos no perecieran con la torre del diablo.

Makarov frunció el ceño ante su jarra, la cerveza aún intacta incluso después de estar sentado allí durante media hora.

"Estoy segura de que están bien", le dijo Mira, aunque obviamente también estaba preocupada. ''Natsu está con ellos después de todo''

Makarov sonrió a la chica. Tenía tanta fe en ese chico, por una buena razón considerando todas las cosas, y obviamente le gustaba. Era mucho menos obvio y fue solo gracias a años de observación que Makarov supo que Natsu sentía lo mismo por la chica.

"Por alguna razón, eso también me concierne a mí", murmuró Makarov después de un momento, sin tener dudas de que el chico podría hacer más que suficiente daño por su cuenta.

"¿Qué fue eso?", Preguntó Mira con dulzura, con humor en la voz pero con un tono de acero en la pregunta.

"Oh, nada" Makarov se encogió de hombros.

El silencio no duró mucho cuando las puertas del gremio recién construido se abrieron con un golpe. La gente de sus preocupaciones entró pero no alivió sus preocupaciones por mucho tiempo cuando sus ojos se posaron en Gray, o más específicamente en el cazador de dragones que llevaba.

Mira corrió hacia ellos, saltando por encima de la barra ignorando el hecho de que llevaba puesto un vestido. Nadie la estaba mirando de todos modos.

"¿Qué pasó?", Preguntó Mira rápidamente, con los ojos en Natsu obviamente inconsciente, que se parecía más a una momia que a un hombre vivo. Las únicas partes de su piel visibles debajo de las vendas blancas eran el lado izquierdo de la cara y las piernas desde la rodilla hasta los dedos de los pies.

"Explicaremos todo más tarde, pero tenemos que llevarlo a una cama adecuada" Erza señaló a Natsu, quien ni siquiera se movió. Makarov miró al adolescente con cuidado, su rostro, a pesar de estar mayormente oculto, entre las vendas y la otra mitad empujada en el cuello de Gray, en realidad estaba bastante tranquilo.

"Por supuesto" Makarov se hizo a un lado dejando que Gray y el resto lo pasaran antes de que él lo siguiera, con Mira a su lado. "¿Cómo te las arreglaste para ponerlo en la espalda de Gray?"

El pequeño grupo soltó una risa nerviosa cuando Wendy se rascó la mejilla, mirándolos por encima del hombro antes de responder, con un ligero sonrojo en las mejillas. "Tal vez... como que... lo drogué"

Una risa sorprendida escapó de la garganta de Mira, su preocupación disminuyó ante los rostros relajados de los magos a su alrededor. "¿Lo drogaste?"