Known Love - km au.

•33•

— Semanas después...

La cama crujía, el respaldo chocaba contra la pared y dos personas cometían un acto sucio, pero demasiado placentero. Era su segundo round, pero ésta vez con una pose distinta.

— ¿Te gusta? —preguntó el azabache, mientras empujaba sus caderas con ritmo—. No te escucho, bebé.

— Nghh... D-Dios.

— ¿Qué? —Jungkook sonrió coquetamente y jaló de su cabello, él sabía cuánto lo amaba. Lo hizo sin detener sus movimientos, yendo cada vez más profundo detrás de él.

— Me encanta, me encanta, no pa... ah. No pares.

— La vista que tengo es... Joder. Increíble.

Luego de unos minutos intensos y fogosos, ambos terminan hasta alcanzar el clímax, sintiendo como el calor los consumía por completo. Sudor, besos y pequeñas risitas.

— Eres un tarado. —rió Jimin—. No puedo creer que hayas dicho eso.

— ¿Qué? ¿No te gustó?

— ¡Me dio risa, Jungkook! —El rubio cubrió su cuerpo con la sábana y se acostó sobre su cadera, con la mano apoyada contra su mejilla—. ¿Quién demonios dice "Al infinito y más allá" mientras desliza un condón?

— ¡Hoy vi Toy's Story! Es por eso... Pensé que lo estaba pensando.

— Estás loco.

— Por tí, obvio que sí. —El pelinegro se acerca para besarlo con lentitud, pero Jimin rompe el beso para separarse.

— Me iré a duchar, bombón. —antes de pararse de la cama, ambos escucharon el timbre de su hogar sonar.

Se miraron entre sí, sin saber de quién se trataba. Ninguno de los dos esperaba visitas, mucho menos a las diez de la noche. El par se cambió de ropa con rapidez y bajaron las escaleras. El look post-sexo del pelirosa era muy notorio; mejillas ruborizadas y cabello despeinado.

— ¿Me veo muy mal?

— Te ves hermoso. —dijo, antes de abrir la puerta y sentir como su corazón cayó hasta el piso—. O-Oh.

No puede ser.

¿JUSTO AHORA?

— Hola, hijo.

— Hola... Papá.

El señor Jeon tomó asiento, mientras que Jimin le dejaba una pequeña taza con té de jazmín. Estaba temblando, ya que jamás esperó encontrarse con el padre de la persona que adora. Él se veía bastante serio, pero le regalaba una sonrisa a su hijo de vez en cuando.

— ¿Q-Qué haces aquí papá? ¿Está todo bien?

— Todo está bien. ¿Por qué no lo estaría?

— Estás aquí... A esta hora.

— Lo siento —rió, bebiendo un poco de té—. Es loco, lo sé. Pero quería saber cómo estabas y de una vez por todas, conocer a la persona que te hace feliz. —dijo, mirando al pelirosa.

— Es un gusto, señor Jeon. Soy Park Jimin. —Jimin le hace una reverencia y toma asiento nuevamente—. Es bueno conocerlo.

— Lo mismo digo. —el hombre sonrió y dejó la taza a un lado—. Creo que es bueno ir al grano.

Jimin y Jungkook se miraron entre sí, un poco confundidos y preocupados por lo que podría suceder. Jeon deslizó su mano hasta la del contrario y la besó.

Le estaba dando tranquilidad.

Era como un breve, "aquí estoy"

— Les vengo a dar la bendición. La madre de Jungkook sigue en París y de ahí no saldrá. Aquí la están buscando por fraude, así que si temen por ella, no se preocupen. No les hará daño, mucho menos ahora que estoy de vuelta. Quiero darles mi bendición, para que sean felices, no importa qué suceda, no importa cuantos años duren, yo les desearé la felicidad máxima.