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—Debemos marcharnos.

La voz de Liam retumbo en el pequeño departamento, logrando que Zayn quitara la mirada de la ventana y se girara a mirarlo. Su rostro no mostraba nada, su expresión era estoica como siempre, sin demostrar una pizca de emociones. A Zayn no le extraño, Liam siempre había sido serio, pero hubo una época en la que el castaño siempre tenia una sonrisa cálida para dedicarle. Pero él lo había arruinado y se merecía esa expresión fría.

Tomando un respiró, se aparto de la ventana y caminó hacia la habitación. Golpeando sus dedos con suavidad sobre la madera de la puerta, la abrió con suavidad—. ¿Harry?

—Estoy aquí.

Siguiendo el sonido de la voz, encontró al chico de rodillas frente al closet observando unas fotografías—. Debemos irnos.

—Esta bien —musitó, colocando las fotografías dentro de una caja de zapatos y cerrándola.

—¿No la llevaras? —preguntó confundido cuando el rizado solo se puso de pie y dejo la misma en el suelo. El oji-verde arrojo una mirada en dirección al objeto y sacudió la cabeza—. ¿Por qué?

—Son fotos viejas —colocó un par de prendas dentro de un bolso y lo cerró—. No tienen importancia para mi.

Dudando ante aquella afirmación, Zayn se acerco y tomo la caja, abriéndola. Dentro, había una larga colección de fotografías. En la mayoría se encontraba Harry de niño, a veces estaba acompañado por una mujer o lo que parecía ser su familia. Básicamente, toda la historia del rizado había sido fotografiada y guardada allí.

—¿Por qué dejarías cosas tan preciadas? —su voz sonó distraída ya que estaba observando las imágenes—. Me parecen cosas muy importantes, son la historia de tu vida.

—Una mentira.

Zayn sonrió a medias cuando lo miró—. Es tu verdad, Harry, porque la viviste —explicó—. Puede que ella no sea tu madre, pero fue quien te enseño a caminar, a hablar y te dio todo su amor, ¿acaso eso no cuenta para ti?

Harry dudo por un segundo antes de acercarse—. Me hubiese gustado que mi vida no estuviese basada en una mentira —confesó—. Primero lo de mi padre, ahora esto.

—Ella jamás te mintió —agito una fotografía donde el rizado abrazaba a su madre humana—. Te dijo la verdad desde el principio y tu no le creíste, ¿o me equivoco?

El ojiverde suspiró, asintiendo a regañadientes—. ¿Por qué no me crió mi verdadera madre?

—Puedes ser parte ninfa, Harry, pero sigues siendo un semi-dios. No hubiese justo que hubieses crecido rodeado de todo lo que los demás nos perdemos, fue un trato justo el enviarte a la tierra.

—No fue muy justo a mi parecer.

—Has tenido una vida feliz, ¿no es así? —Harry volvió a asentir, logrando que Zayn sonriera—. Entonces fue lo correcto.

—Supongo que debo llevarme eso, entonces. —acepto, recibiendo la caja.

—Guárdalas, porque si pasas la prueba en un par de siglos no recordaras tu niñez —suspiró con aire melancólico—. Me hubiese gustado que hubiesen existido cámaras fotográficas cuando era pequeño, apenas recuerdo algo de ello.

—Estoy seguro de que puedes encontrar algún cuadro —aseguró con una sonrisa—. Podemos buscar luego, tal vez en internet podamos encontrar algo.

Zayn asintió, aunque dudaba mucho que eso sucediera. Haciéndole una seña al rizado, tomó su bolso y lo guio por el pasillo hacia la puerta donde un malhumorado Liam esperaba, solo haciendo una pausa para que el chico pudiese tomar a su gato.

Carita de Ángel |Ziam/Zarry/Lirry|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora