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—Puedes marcharte.

Zayn soltó un suspiro, murmurando una despedida educada antes de voltearse y apresurarse entre las hileras de pálidos bancos de mármol. El oro que adornaba las columnas y paredes lo saludo reflejando el brillo de la luz, pero no se detuvo a admirar nada. Nunca había estado presente en un juicio oficial, aunque no le admitiera repudiaba ese tipo de cosas. El lugar estéril y la forma estructurada de hablar le daban escalofríos, siendo que su boca no tenía filtro la mayor parte del tiempo, se sorprendió a si mismo cuando nada fuera de lugar escapó de su boca en ese lapso.

Las grandes puertas labradas se abrieron en el momento que se detuvo frente a ellas, dándole paso a un largo pasillo de paredes pálidas y grandes ventanas luminosas. El suelo era de un extraño color verde agua que lucía cristalino cuando la luz lo golpeaba directamente. Zayn intento distraerse, recordando haber leído por ahí que ese pasillo era el de Poseidón, cada dios tenía uno allí dentro, lo que explicaba el color y los detalles con formas marinas hechos de oro en los laterales.

Estaba tan distraído rememorando lo que había estudiado que dio un pequeño salto sorprendido cuando fuertes brazos lo rodearon desde la espalda al llegar a la sala común. Zayn se tensó, enviando una mirada alrededor para ver si alguien estaba mirando en su dirección. Nadie lo hacía. Mirando hacia abajo, hizo un extraño sonido al reconocer el tatuaje de hacha en el brazo de la persona.

Seal, hijo de Hefesto, maestro herrero y artesano de los dioses, lo tenía atrapado en sus brazos y Zayn sabia de sobra que iba a ser difícil escapar.

—Hey, Seal —saludo con voz falsamente alegre, empujando los brazos del chico en un intento de huir, el agarre no se aflojo.

—Pensé que estabas en algún tipo de misión, Zayn —el aliento del otro golpeo su oído, logrando que hiciera una mueca de desagrado—. ¿Por qué no fuiste a verme cuando volviste?

Zayn frunció el ceño, ya que no entendía por qué rayos debía decirle al chico que había vuelto o para el caso, decirle algo acerca de su vida. Si, ellos se habían acostado un par de veces hace un tiempo, pero eso era todo, él nunca había tenido una relación verdadera hasta ahora.

Y hablando de ello...— Ehm, si, hablando de la misión —volvió a intentar alejarse, pero Seal parecía no darse cuenta de ello o no querer dejarlo—. Yo estoy enlazado ahora, así que, si no te molesta, ¿podrías dejarme ir?

Seal se rio, logrando irritar más al moreno, si eso era posible. El chico lo giró hasta que Zayn estuvo atrapado mirando sus oscuros ojos. Seal no era un tipo feo, era un poco más grande que el propio Zayn físicamente, con el cabello oscuro y una fuerte sombra de barba que pintaba su mandíbula. Nada mal, pero eso no era lo que Zayn quería y esta vez realmente lucho por alejarse del tipo.

—Oh, vamos, Zayn —lo apretó con más firmeza cuando el moreno se retorció—. Ambos sabemos que lo quieres.

—Mierda, Seal, suéltame, maldición.

Zayn se retorció, dispuesto a comenzar a hacer un escándalo para poder liberarse cuando el agarre se desapareció de pronto y fue literalmente aplastado contra unos brazos totalmente conocidos. Liam se veía malditamente enojado cuando apretó al moreno contra su pecho, enviándole dagas a Seal con la mirada.

—Vuelve a tocar a mi pareja y te corto la garganta. —el tono fue tan bajo y oscuro que hasta Zayn tembló ante la amenaza, logrando que los brazos a su alrededor le dieran un pequeño apretón.

—¿Tu... tu pareja? —Seal tartamudeo patéticamente, la palidez de su rostro era un tanto cómica—. ¿Él es tu pareja?

—¿Tienes algún problema con eso?

Carita de Ángel |Ziam/Zarry/Lirry|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora