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Pasándose una mano por el rostro, Liam evitó jalar su cabello con frustración mientras intentaba aclarar su mente. Nunca había sido del tipo estudioso, ni siquiera recordaba cuando había sido la última vez que había tomado un libro, ahora se arrepentía de no haber tomado el consejo de su madre y estudiara sobre su herencia. A pesar de lo que todos creían, Liam no era un tonto solo que aprendía más escuchando que leyendo algo, solía aburrirse antes de poder terminar con los mismos.

No lo malinterpreten, él sabia lo básico sobre tomar un compañero y demás, pero había cosas que no entendía. Como el hecho de que se hubiese enlazado con Harry solo con un beso, se suponía que se necesitaban tener relaciones o al menos un vinculo de algún tipo para que algo así sucediera.

No creía tener ningún vinculo sentimental con Harry. Si, el niño era bonito y tenia una personalidad feroz que le atraía, pero hasta ahí llegaba. Liam no era como Zayn, no podía ser dulce y sentimental ni, aunque se lo propusiera por lo que no pensaba ni por un momento que pudiese enamorarse de Harry alguna vez. Había sido educado para ser un soldado, los soldados no sienten, ellos solo pelean y se mantienen estoicos en todo momento.

Poniéndose de pie, se paseo por su habitación mientras sacudía la cabeza. No, él no era material de compañero, jamás lo había sido. Zayn era quien debía tener un compañero, él era quien sabia como tratar a las personas, Liam solo sabia dar ordenes y esperar que se cumplieran. Tenia la fuerte sospecha de que el hijo de Eros no estaría de acuerdo en cumplir sus exigencias sin chistar. Esto era una idiotez, no podía ser la pareja de Harry, debía encontrar la manera de detener el proceso.

Dirigiéndose a la puerta, salió en busca de la única persona que pensaba que podía ayudarlo. Liam había sido un semi-dios desde antes de que el moreno siquiera naciera, es más, él fue uno de los únicos que lo apoyo durante su prueba y era por eso que la traición del chico le había dolido tanto. Había un tiempo en el que había adorado al hijo de Dionisio, pero luego de lo que había sucedido con Shuna, todo se había ido al bote. Aun así, siempre había mantenido un ojo sobre él chico y sabia de sobra que pasaba mucho tiempo en las bibliotecas, leyendo todo lo que llegaba a sus manos.

Si tenia suerte, Zayn no estaría muy enojado con él y lo ayudaría con lo que estaba sucediendo. No estaba muy seguro de ello, pero con intentarlo no perdía nada. Se paseo por toda la primera planta en busca del chico, pero no lo encontró, lo que logró que frunciera el ceño. Bajando las escaleras se dirigió a la cocina, deteniéndose de golpe al ver a Harry sentado sobre la isla con una taza entre sus pálidas manos.

Los grandes ojos verdes del chico se levantaron a mirarlo cuando entro a la habitación, pero, aun así, no movió un musculo. Aun llevaba la sudadera que le quedaba enorme y sus pálidas piernas estaban desnudas, eso sumado a la mirada un tanto tímida le daba un aspecto frágil.

—¿Donde esta Zayn? —preguntó, dando un paso vacilante hacia adelante, observando al más pequeño llevarse la taza a los labios.

Harry aparto una mano del pálido material y apunto a la puerta trasera—. Ha estado sentado allí por un largo rato —susurró—. Intenté hablar con él cuando paso por aquí, pero me dijo que no lo molestara.

—¿Que esta haciendo?

El rizado se encogió de hombros, moviendo sus piernas en un vaivén—. Bebiendo.

Liam cerró los ojos y soltó un pequeño gemido doloroso. Zayn solía vivir ebrio o al menos eso simulaba cuando se cruzaba con él. Al principio le molestaba un poco esa actitud, pero luego de un tiempo se acostumbro a ver a Zayn siendo un promiscuo borracho todo el tiempo.

—¿Liam? —la voz de Harry fue suave, logrando que elevara la mirada para mirarlo. El chico se revolvió un momento antes de suspirar—. ¿Que sucederá ahora?

Carita de Ángel |Ziam/Zarry/Lirry|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora