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Zayn rodeo la pálida taza con sus manos, sintiendo la calidez del liquido traspasarse hacia sus dedos y calentar su piel con suavidad. El café quemó su camino por su garganta, pero no lo detuvo de seguir bebiendo, necesitaba mantenerse despierto ahora o no podría seguir analizando su vida a detalle. Tal vez ese era su problema, pensaba demasiado en todo y siempre lo había hecho. Había psicoanalizado su vida miles de veces antes, pero hacia demasiado tiempo que no se tomaba el tiempo para hacerlo.

Sus hermanos siempre le habían reprochado por esa manía de pensar todo hasta el cansancio, pero eso no lo había detenido de hacerlo. No, lo que lo había detenido había sido el hecho de que analizar su vida había comenzado a doler. Antes, cuando cometía un error se concentraba en ello hasta que encontraba una forma de repararlo, pero cuando sucedió lo de Liam, se dio cuenta de que jamás repararía esa equivocación. El castaño lo odiaba y eso le dolía, así que simplemente dejo de pensar en ello.

Ahora estaba Harry. Zayn no recordaba que era amar, nadie lo había amado antes. Había visto el amor como una especie de hechizo en que las personas caían, sus hermanas siempre se habían jactado diciendo que nunca caerían en una trampa tan estúpida como lo era esa. Desvivirse, vivir y morir por una persona, les parecía patético. Pero Zayn lo añoraba, deseaba tener una persona que sintiese eso por él y sabia que podía ser digno de ello si alguien se lo ofrecía, él se esforzaría por ello.

Harry era perfecto y él lo sabia. Era hermoso más allá de las palabras, sensible y parecía quererlo al menos un poco, ¿pero lo querría luego de saber todas las veces que se había equivocado antes? Y él se había equivocado muchísimo, tanto con Liam como con todo lo demás en su vida. Liam tenia mucha razón en muchas cosas que le había dicho, pero había una en particular con la que el castaño no contaba para nada y esa eran los fuertes sentimientos que había desarrollado por el a través del tiempo.

—Eres un idiota, Zayn —murmuró para si mismo, dejando la taza sobre la mesa de luz y tirando sus piernas contra su pecho, rodeando las mismas con sus brazos. El ardor en su garganta se incrementaba cuando más el nudo de angustia crecía—. Siempre cometes un error, tal vez el error eres tu.

Había escuchado a alguien decirle eso hacia tiempo, no recordaba si había sido Liam o otra persona, pero había quedado grabado en él por mucho tiempo. Su vida entera era un gran error.

Mirando sobre sus piernas, enfocó nuevamente el libro que había estado leyendo. El mismo estaba abierto de par en par, en la misma hoja que se había quedado. La información sobre los descendientes de Afrodita allí escrita estaba grabada a fuego en su mente. Había una forma de que todo terminara, de mantener a Harry a salvo de todo hasta su prueba. Ellos habían estado muy cerca de perderle el día anterior, si el chico no hubiese visto al ejecutor por la ventana no se habrían percatado de que estaban en peligro.

Zayn se había volcado en busca de una salida durante toda la noche... y la había encontrado. Miró el libro a través de su vista empañada. Una pareja. Eso era todo lo que Harry necesitaba, si él se emparejaba nadie tendría el derecho de ir en su contra ya que seria juzgado por intentar dañar al compañero de un semi-dios. El de rizos estaría a salvo y estaba seguro de que podía romper el lazo luego si así lo quisiera, Eros podría hacerlo.

Ese no era el problema. Lo que seguía rondando en su mente era el hecho de que él no merecía ese privilegio. Sabia que tenia que informarle de esto a Liam y Harry, ellos también tenían derecho a opinar. Pero si el rizado aceptaba, seria el hijo de Atenea quien debía obtener ese privilegio. Zayn se lo debía, además de que no había forma de que manchara a Harry con su fama antes de su prueba, él no merecía tener que cargar con su reputación si era aceptado en el Olimpo.

Y eso le dolía porque estaría soltando sus dos oportunidades de ser felices y Zayn se arrepentía tanto de su vida, tanto. Si él no se hubiese equivocado, si no hubiese vivido la vida de la manera excesiva en que lo hizo, tal vez hubiese tenido una oportunidad. Pero cuando amas a alguien, solo quieres que sea feliz. Zayn quería que Liam y Harry fuesen felices y sabia que este ultimo se enamoraría del castaño en poco tiempo porqué, ¿quien no lo haría? Liam era perfecto, solo había que tomarse el tiempo de conocerlo y sabia el hijo de Atenea podía amar al ojiverde como nadie más, porque así era él, amaba con todo su ser, lo había visto en primera fila.

Carita de Ángel |Ziam/Zarry/Lirry|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora