Epílogo

217 32 25
                                    

Cuatro años después.

—¿Papi?

Harry pateo una pequeña montaña de nieve, esparciéndola lejos del camino de su pequeño para evitar un tropiezo antes de mirar su pequeño rostro. Los ojos de distinto color de su hijo brillaron bajo las luces de las farolas, llevaba una gran sonrisa de hoyuelos pegada a su pequeño rostro que obligó a Harry a devolver el gesto. Su hijo era precioso y parecía que irradiaba felicidad todo el tiempo.

—¿Que sucede, cariño? —preguntó mientras aferraba mejor la pequeña mano.

—¿Por qué me llamo "Invierno"?

La sonrisa de Harry se hizo aún más grande—. Porque conocí a tus papis en invierno —explicó antes de mirar a su alrededor, observando la nieve esparcida por las veredas mientras las clásicas canciones de navidad llegaban a sus oídos como un sonido lejano—. Fue un día muy parecido a este.

—¿En serio? —lo miró con los ojos enormes—. ¿Como fue, papi?

Su pequeño amaba escuchar la historia de cómo se habian conocido, ninguno de ellos tenía problemas para contársela. Con un pequeño suspiró que creo una nube de aliento frente a su rostro, Harry procedió a contarle a su hijo la historia, diciéndole como sus valientes papis habían salvado su vida un día de frio invierno. Rió cuando Winter salto sobre las puntas de sus pies al escuchar la parte donde se enteraban de que él iba a nacer, siempre reía cuando Harry le decia que Artemisa había jalado la oreja de su tio Niall.

Harry contó cada parte de la historia quitando algunos detalles mientras guiaba a su hijo nuevamente hacia su casa. Se habían retrasado en su paseo y estaba oscureciendo. Aunque había aprendido a defenderse bastante bien gracias a que Liam había insistido en que debía saberlo, a Harry no le gustaba estar tan tarde en la calle con su hijo. Además de que la temperatura había bajado muchisimo, no lo había notado cuando estaban dentro de la cafetería pero al salir Harry se habia dado cuenta de su error cuando dejo que Winter lo convenciera de comprarle un trozo de pastel de chocolate y dejarlo comerlo en el local.

En el momento en que vio a su pequeño niño comenzar a temblar, Harry maldijo y se detuvo para detener un taxi. Él podría haber usado sus alas, pero temía que eso solo ayudara a bajar la temperatura de Winter gracias al fuerte viento frio que estaba corriendo por allí. Su hijo se acurruco en su regazo en el momento en que estuvieron dentro del vehículo. Harry sonrió cuando escuchó a su pequeño cantar una vieja canción de cuna en griego que Zayn le había enseñado.

—Extraño a mis papis —susurró el pequeño luego de terminar la tonada, apoyando su fría nariz contra el cuello de Harry—. ¿Cuándo van a volver?

Harry suspiró, pasando una mano por el cabello de su hijo. Liam y Zayn habían salido en una misión juntos hacia un par de semanas, Harry había recibido noticias de ellos varias veces, pero nada de cuándo volverían. Su hijo estaba comenzando a sentir la ausencia de sus otros dos padres, esa era una de las razones por las que habían decidido dar largos paseos para distraerlo. Había funcionado, al menos Harry había pensado que lo habían hecho hasta ese momento.

—No lo sé, amor —lo apretó más fuerte en sus brazos, besando su cabello rizado—. Debes ser paciente, ¿sí?

Winter asintió suavemente y cerró sus ojitos porque así era él, tan tranquilo que a Harry a veces le asustaba. Eso no quería decir que no fuese travieso, hacia solo unos días la pequeña mierda había subido a un mueble y se había arrojado alegando que si su papi podía volar, él tambien podía hacerlo. Harry casi había sufrido de un infarto antes de que viera el colchón que Niall habia empujado frente al mueble. De todas maneras, había tenido que castigarlo. Winter habia pasado cerca de quince minutos mirando la pálida pared en el rincón antes de que finalmente pidiera disculpas y prometiera no volver a hacerlo.

Carita de Ángel |Ziam/Zarry/Lirry|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora