𝐎𝐧𝐜𝐞 𝐦𝐨𝐫𝐞 𝐭𝐨 𝐬𝐞𝐞 𝐲𝐨𝐮; | Xiao x Aether

Aquella tarde que te vi.

POV. Xiao

El viento caliente del Pantano Dihua sin duda era característico. Me encontraba apreciando el día desde aquel alto balcón solitario de la Posada Wansghu; definitivamente algo de las pocas cosas que me mantenían sereno.

La gente se encontraba como loca, más de lo usual; después de todo, una festividad importante se acercaba: El Rito de la linterna.

Los habitantes de Liyue solían festejar apasionadamente esta festividad en concreto. Solían realizar grandes cantidades de comida, eventos interactivos y bellas linternas para lanzar a una hora definida de la noche.

Después de todo, solo era una celebración para conmemorar la subyugación de aquellos Adeptus contra las amenazas del mundo. Para ello, realizaban rituales de exorcismo en conmemoración a sus heroicas batallas. Al paso del tiempo, esto evolucionó a una simple celebración.

Ese día no me era especial. Me hacía recordar las arduas guerras que había pasado, especialmente lo débil que solía quedar en aquellas fechas.

Para que los mortales se viesen tranquilamente festejando, yo tenía que utilizar mi 'Azote de todos los males' y despejar silenciosamente sus caminos.

El hecho de que hubiese gente celebrando por algo así... era ridículo.

Definitivamente algo que no comprendía. Aún así, no podía evitar sentir interés por aquella festividad cada año. Sonaba como algún círculo vicioso que yo mismo había creado.

Este año, a diferencia de muchos, me sentía algo esperanzado. Nada me preocupaba realmente, tampoco sentía como si algo fuese a cambiar, pero por alguna razón, una sensación pesada e interés surgía en mi recientemente.

La razón era más que obvia: Aquel viajero con aires de otro mundo.

Desde la primera vez que lo había visto hasta la actualidad, el conflicto con el fallecimiento de Rex Lapis ya se había resuelto. Así que nos habíamos encontrado unas cuantas veces después de aquel día.

De igual manera, ese día se sintió demasiado... Especial como para quedarse en mi memoria tan fácilmente. Los recuerdos inútiles solían irse y aquellos que realmente me generaban intriga permanecían con claridad. Esta era una de esas situaciones.

Aquella tarde en la que te vi... Sin duda, te veías realmente lindo. Tu cabello estaba algo despeinado, y podía notar que llevabas arduas horas de trabajo encima. Tu cuerpo estaba algo sudado, tu piel se veía reluciente. Tus ojos mostraban algo de timidez, seguramente te asusté con mi fuerte temperamento. Tu voz, se escuchaba dulce y cada una de las fonemas entonadas se escuchaba con claridad.

Aquella tarde en la que te vi... decidiste contarme lo que sentías sin que te importase el hecho de que no me conocías. ¿Realmente te había generado confianza? El simple hecho de que, a pesar de mi temperamento me mostraras esa dulce sonrisa, sin duda llamó mi atención.

Podía sentirte. Un alma tan pura a mi lado, definitivamente algo que me generaba asco y envidia a la vez.

Eso no significa que te despreciaba. No puedo ni me podía proponer odiar esa mirada tan dulce que poseías.

Sentía que a pesar de encontrarme tan lejos de ti, te admiraba. Aún así, no había desarrollado ningún tipo de sentimiento de cariño hacia ti, al menos... no por ahora.

Aquel sentimiento se sentía tan familiar. Esa mirada, la conocía.

-¡Xiao, que gusto verte! -dijo aquel viajero así tomándome por sorpresa. Me extrañaba que se encontrase presente en esos momentos, ¿algo le había pasado?