Last time [ ꜱᴏᴜᴋᴏᴋᴜ ]

Rival

Ambos habían salido a sus respectivos trabajos. Chuya se levanto primero y fue hasta la port mafia como todos los días.

Dazai llego tarde a la agencia, Kunikida le reclamó antes de darle un caso.

Sera un largo día de trabajo y mas vale que se apuren. -Kunikida-

Dazai estaba algo confuso, no recordaba con exactitud lo que paso. Así que su concentración estaba totalmente en el caso. Estaban apuntó de completarlo cuando encontró un envoltorio de dulce en el suelo.

El castaño tenia paranoia pero aún algo de cordura. Motivado a terminar más rápido el caso  para ver a su novio.

Llegando a la agencia se encontró con Akutagawa. Dazai se aprovechó de este para preguntar que había sucedió ayer. Este le contó desde que había llegado y unos detalles que escucho por ahí. (Que chuya había ido a ver a Ranpo a la enfermería)

Las cosas no se podían quedar así. Debe hacer las cosas en grande. Una cita para el pelirrojo.

Quizás no se había preocupado por qué no tenía ningún oponente que le pudiera quitarle el amor de Chuya. Pero esta es la primera vez que comienza a sentir rivalidad.

Toma en cuenta el consejo de ranpo de la próxima vez. así se Ranpo se atrevía a darle una cita a Chuya este ya la habría tenido con el y no se sorpenderia. Soltó una risa malévola mientras buscaba al detective con desesperación.

Se encontró con la escena de Ranpo y Yosano fotografiando a un gato.

El detective se miraba tranquilo. (Sin nervios, ni preocupado, menos enamorado o planeando algo) su paranoia ya había avanzado que el lo miraba sospechoso, sabía que pensaba en algo. Debió pasar algo en la enfermería, lo sospechaba. (En la mente de Dazai vino una idea de nuevo sucia) sacudió su cabeza. Estaba decidido a darle la mejor cita de su vida a Chuya. Observo a Ranpo con enojo.

-Oh, Hola. ¿Quieres un dulce? -Ranpo-

-No, gracias. -Dazai-

-Tu te lo pierdes. Los dulces son los más delicioso del mundo. -Ranpo-

En la mente de Dazai mal interpretó otra cosa "los  labios de Chuya son lo más deliciosos del mundo" este cambio a una mirada amenazante. Yosano aparto a ranpo de Dazai por seguridad. Se lo llevó junto con el gatito. Ranpo se había puesto al gatito en la cabeza.

Chat;
Mi lindo y idiota poste de luz <3

¿Terminaste tu trabajo -Dazai-

                        Si, ya casi. -Chuya-

Bien, por qué te he preparado la mejor cita de tu vida. -Dazai-

                          ¿Seguro? -Chuya-

Si, será mejor que las de ranpo y seré mejor en el sexo que el. -Dazai-

    ¿Que tiene que ver Ranpo? -Chuya-

¿Por qué mencionas a Ranpo? -Dazai-

     Por qué tú lo mencionaste y también algo sobre sexo. -Chuya-

No es cierto. -Dazai-

Ah, olvídalo. Si, solo dime dónde es y ahí te veo. -Chuya-

El castaño le mando la dirección por mensaje.

       -por cierto, te amo. -chuya-

Quizás con eso su novio calmaría la paranoia. La cita fue muy bien organizada. Vaya, la paranoia le hacia ponerse más detallista a su novio. La cita fue increíble, la comida aunque fuera comprará. Dejo las cajas y bolsas a la vista para que Chuya se atreviera a comer sin miedo de ser intoxicado por la comida.

-Oh, ya vengo. -Chuya-

Dazai vio a su novio irse al baño (se encontraban en un lugar privado) cuando Chuya se levantó pudo ver uno de los dulces favoritos de Ranpo asomarse en su bolsillo. Era inevitable no verlo, su envoltura era muy llamativa. Esto le hizo enfadar más. Mantuvo la cordura, debe pensar muy bien lo que hará. Lo único que sabe es que tiene un rival y debe deshacerse de el.

A los días el pelirrojo tuvo que ir a la agencia. La verdad le molestaba un poco que lo trajeran de aquí para haya como un mandadero, según era mejor que ello.

-Buenos días, Ranpo. -Chuya-

-Buenos días, señor cartero. -Ranpo-

-No me llames así. -Chuya-

-¿Por que? Siempre vienes aquí por cartas. ¿Acaso no te gusta? -Ranpo-

-No, aunque se puede mal interpretar. No soy un cartero -Chuya-

- Lose, solo me gusta molestar. La carta esta en el escritorio de kunikida. Buena suerte. -Ranpo-

El detective se acomodo su sombrero y se levanto de un salto. Iría a ver a Yosano. Fue agarrado por Chuya quien no le miraba por la cara cubierta por el sombrero.

-Sueltame, Zanahoria. Debo irme. -Ranpo-

-¿Donde queda la oficina se Kunikida?

-Uf, como es que todavía no lo sepas. Es la...espera. ¿Cual es?

El detective se zafo de el agarre. Mientras el pelirrojo soltaba una carcajada.

-Se supone que trabajas con el. -Chuya-

-Si, pero todos son iguales. Como se supone que lo sepa... -Ranpo-

Las risas de chuya se hacían más y más. Un ataque de risa mientras el detective se marea en tratar de recordar.

La verdad trataba de alejarse de Chuya de cierta forma para no sonar grosero. Quería mucho a Dazai como para hacerle algo así pero sabia que entre más cercanos se hicieran más problemas había. Le pido a Yosano que le indicará a Chuya mientras el se iba a una "misión" en realidad salio de la agencia corriendo. Tratando de estar lo más lejos de chuya.

Ranpo se había perdido. Eso no le importaba, al menos estaría lejos de Chuya. Este pasaba por unos edificios cuando reconoció una voz.

-¿Ranpo? -Chuya-

-Oh, hola. -Ranpo-

No podría rechazar un saludo. Trato de molestarle pero no veía correcto tampoco dañar a otra persona. Chuya sabía que estaba perdió así que le invitó a pasar. Lo llevo hasta una zona de la port mafia, no podía estar cerca de sus compañeros o estos los tomarían como a una carnada.

El pelirrojo le dio un mapa a el detective para que no se perdiera. Este se ofreció a acompañarlo pero este no quiso. Seguía con su idea de si pasarán más tiempo juntos más peligroso seria. Se aparto del pelirrojo y agradeció. Tomo el mapa y salio rápido de ahí. Chuya solo pudo mirar la escena, se ha vuelto un amigo, un buen amigo del detective. Ranpo seguía perdido pero ya lejos de Chuya.

Se encontró a Dazai (este lo había visto salir de port mafia) se acerco a el y le abrazo con algo de presión del cuello.

-Hola, Ranpo. Ven vayamos a la agencia.

-Oh, muchas gracias, Dazai. -Ranpo-

Ranpo soltó un suspiro más relajado. Mientras el castaño le "abrazaba" o aplicaba más presión a su cuerpo. Ocultando su verdadera intención.