Pov: Narrador
No hay nada peor en este mundo que "una madre preocupada" por su cachorro. Todos los shakays lo sabían, y aún más si se trataba de cierto guardián y maestro del balance espiritual llamado Eli.
La joven pantera había salido corriendo en dirección a la aldea nada más oír que su hijo necesitaba ayuda, incluso había dejado su trabajo y a sus compañeros atrás. Todo por su pequeño, el cual esperaba que se encontrase bien.
-Ya estoy aquí. ¿Dónde está?- preguntó nada más llegar a la entrada del pueblo, donde su Kyumari le estaba esperando. -Zero. ¿qué le ha pasado a Kay!?-
-Tranquilo cariño, él está bien, solo un poco agotado.- dijo el canino intentando calmar así al de pelaje negro. Sabía que su pareja se pondría histérica al saber que algo le había pasado a su cachorro, por lo que estaba preparado para calmarle. -Ahora está descansando en la casa de Seya. Él le esta atendiendo.
Eli soltó un suspiro de alivio al saber que su niño estaba bien, y ya más calmado, comenzó a caminar junto Zero hacia donde el Shakay menor les esperaba. Ambos hablaban de lo que pasaba o de cual era el nuevo problema en el estaba su desastroso hijo.
Al llegar, entraron y miraron a los cuatro jóvenes presentes. Saludaron a Seya, el cual les regresó el saludo amablemente para luego ver a Kay ayudando a vendar el hombro de un chico más bajito que él. Éste tenía orejitas, cola, y sus manos eran garras. Aquél chico no parecía ser un shakay, pero tampoco se veía completamente humano. Era como un híbrido.
Zero miró curioso al joven al que ayudaba su hijo, ya que jamás había visto algo así. Era algo completamente nuevo y único. Eli, por su parte simplemente ignoró al joven híbrido y al otro shakay que al que agarraba de la mano, y se lanzó a abrazar a Kay mientras le preguntaba si estaba bien o le dolía algo, lo cual no hizo más que avergonzar a la pantera de menor edad.
-¡P-papá suéltame!- lloriqueaba el joven al mismo tiempo que un pequeño sonrojo apareció en sus mejillas. -Me estas avergonzando!
El chico se removía incómodo entre los brazos de Eli. Mientras el pobre intentaba escapar del abrazo de su padre, escucho un leve quejido a su lado, y volteó la mirada hacia Jano, que parecía que los vendajes le molestaban, sobretodo el de la espalda. (A Jano no se le ven las alas, solo aparecen cuando el quiere o cuando está sintiendo una emoción muy intensa.)
-¡Papá, suéltame porfavor, estoy bien, no me ha pasado nada!- intentó calmarle mientras alejaba las patas del mayor de su rostro- ¿Lo ves? Estoy joya, me sé cuidar solo.-
-Pero, me habían dicho que estabas pidiendo ayuda, y pensé que te había pasado algo. Me tenías muy preocupado.-
-Perdona...- Kay agachó la cabeza y sus orejas en señal de tristeza. Ahora se sentía mal por haberle gritado al mayor para que le soltara.- P-pero estoy bien, así que no importa. ¿No?
Eli le miró un momento a los ojos, para luego suspirar y sonreirle con cariño.
-Si, supongo que tienes razón.- La pantera miró de reojo al joven híbrido, el cual no había quitado su mirada de ambos, como si le recordase a un momento de la infancia. -Hey, hola.- saludo al chico, al cual se le veía un poco incómodo con la situación. - No eres de por aquí. ¿Verdad?-
Le regalo una sonrisa a Jano, el cual le devolvió la sonrisa amablemente.
-Oye. ¿Eres un humano?- Le pregunto Zero al joven, pues desde que llegaron no dejaba de hacerse la misma pregunta. El chico parecía humano, pero también tenía partes de Shakay, y eso le confundía muchísimo. Era extraño, mucho más extraño que la vez que su querido Kyumari se volvió parte Shakay por primera vez.
-Prefiero no decirlo. Me gustaría mantener lo que soy en secreto.-
-Papá, no le molestes, los tres acabamos de pasar por un ataque.- se interpuso Kay al notar que Jano estaba un poco molesto por la pregunta. -Necesitamos hablar contigo, es importante.-
Kay miró a sus padres con preocupación y miedo. No sabía como iban a reaccionar a la información que les diría. Lo más probable sería que lo castigasen por mentirles sobre lo que haría aquél día.
-Algo está atacando a las demás aldeas de Shakays.- dijo Jano.
-Y al parecer, ese "algo" está cerca de vuestra aldea.- le continuó Darío.
Eli y Zero se quedaron callados por un momento. Ambos se miraron confundidos, para luego volver a mirar a los tres jóvenes.
-¿Había más aldeas de Shakays?-
Continuará...
ฅ^•ﻌ•^ฅ
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Jano Díaz: Un ser celestial.
FantasyCasi siempre la realidad es decepcionante, pero puede que en otro universo las cosas sean diferentes. Esta es una historia alternativa que también empieza cuando Jano y Darío empiezan a vivir juntos, y tengo que avisar de que el primer capítulo es e...