Jano Díaz: Un ser celestial.

Un "amigo" demoniaco

Pov: Narrador

Jano llevaba siete días en internet, (recordad que una semana en internet son 15 minutos en la vida real), y cinco de esos días se los había pasado en casa de Boyfriend, llorando todo el tiempo, y ese día al fin había conseguido parar. Había ido a visitar a Sky para pedirle consejo, ya que ella sabía como se sentía, pero no había conseguido nada.

Estaba caminando por la calle, y al entrar en el callejón donde murió Garcello, alguien enmascarado lo empujó contra la pared y le puso un cuchillo en el cuello.

-¿?: Quédate muy quieto si no quieres morir.-

-¿Quién eres? ¿Qué quieres?-

El desconocido pareció reconocer la voz de Jano, y se quitó la máscara.

-¿?: ¿Jano? ¿Eres tú?-

-¿Heartagram?-

-Si, soy yo. Hace mucho tiempo que no te veo. ¿Qué tal estás?- dijo apartando el cuchillo de él.

-...-

Jano no quería contestar. Estaba a punto de llorar otra vez, y aunque Heartagram era un demonio, también era el único amigo de la infancia que tenía, y estaba preocupado por él.

-Vamos Jano. Puedes contármelo.-

- P-pues...-

Jano tardó una hora completa en explicarle lo que había pasado, ya que se ponía a llorar todo el rato. Cuando terminó, Heartagram estaba furioso.

-Como se atreve ese desgraciado. Me entran ganas de matarlo. ¿Cómo pudiste enamorarte de él?-

-Era el primero que no me miraba como si fuera un monstruito de feria.-

-Yo nunca te he mirado así.- protestó Heartagram

-Lo sé, pero me refería a que era el único ser real que no me miraba de ese modo.-

-¿Y que vas a hacer? Por lo que me has contado, perdiste tus poderes por la depresión.-

-Pero estoy bien. De verdad.-

-No, no estás bien. Eres un ángel caído. Ni siquiera puedes sacar tus alas. Solo puedes sacar tu aureola, y está rota.-

-Pero no pasa nada Gram. De verdad que estoy joya.-

A Heartagram le emocionó oír ese apodo. Hacía nueve años que nadie le llamaba así. Era un nombre que solo le dejaba usar a él, y no le veía desde que tenía siete años.

Jano se dió cuenta de que su amigo estaba feliz de oírle llamarle así. Era raro, ya que el único con el que le pasaba era Darío. Entonces se dió cuenta de por qué le pasaba solo con ellos.

-Oye Gram. ¿Tienes pareja?-

-No. Supongo que todavía estoy esperando a que la persona que amo se de cuenta de lo que siento.-

-¿Quién es?- pregunto Jano, mientras rezaba que respondiera lo que pensaba.

-Pues... Es alguien que conozco desde que era pequeño, y el único que es capaz de hacerme tener sentimientos.- dijo mientras empezaba a sonrojarse.

-¿Y lo conozco?-

- O-oye Jano. Ya sabes quién es. ¿Verdad?-

-Si.-

-¿Y que opinas?-

-Opino que si estuviera en tu lugar, le besaría en lugar de dejar que te torture.-

-¿Eso quiere decir que...?-

-Si.- dijo Jano tomando la iniciativa por primera vez en su vida, y besándole apasionadamente.

Gram correspondió, sintiendo por primera vez lo que era el amor verdadero, algo que se supone que nunca lograría sentir un demonio.

Jano se separó, le miró a los ojos, y pronunció esas palabras que tanto quería decir.

-Te amo.-

-Y yo a tí.-

-Oye. Tengo que volver hoy, pero no quiero separarme de tí.-

-¿Eso significa que quieres que vaya contigo?-

-¿Tú que crees?- dijo Jano abriendo el portal de regreso y agarrádole de la pata.

-Espera. ¿Nos vamos ya?- pregunto Gram colocándose a su lado.

-Si. ¿Estás listo para ver el mundo real, mi Grami?-

-Estoy listo.-

Jano cruzó el portal seguido de Gram, pero cuando éste lo cruzó, una alerta fue enviada a un PC. Un PC de alguien que no soportaría que su hijo fuera novio de un demonio.

Continuará...

ฅ⁠^⁠•⁠ﻌ⁠•⁠^⁠ฅ