IV

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Shōto se encontraba caminando por el reino agarrándole la camisa a un cenizo. La gente lo saludaba y éste solo podía saludar igual.

-¿Por.. qué me.. saludan? -susurró Shōto.

-Tsk.. porque sí.

-Salutations au mari! -dijo un campesino alfa que los había visto. El cenizo volteó y lo miró.- Merci. -le susurró a Shōto.

-¿Eh?

-Dile "merci".

-Merci! -él campesino al escucharlo sonrió y siguió con su venta.

-Significa gracias, en francés. Sé que es raro, pero los antecesores de este reino eran franceses, y pues el idioma se quedó acá.

-¿Y qué dijo él? -preguntó con idea de adentrarse al tema.

-Eres un niño muy curioso. -gruñó y le dió un coscorón.- dijo saludos al mari, o époux.

-¿Qué significa eso?

-Lo sabrás más adelante. -sonrió burlón viéndolo de reojo. Miró una tienda de joyas y fue hacia ella inmediatamente.- mira, éste es un cuarzo. Ésta una piedra de la luna. -y le siguió contando las gemas que habían ahí- ¿quieres una?

-..Tal vez... -él cenizo vió a la vendedora- vend de l'améthyste? -la chica asintió y se la mostró, Shōto observó la belleza, era brillante, su color rosa se miraba hermoso y más a los ojos del bicolor. El cenizo la compró y se la dió a Shōto.

Se podía apreciar una sonrisa en el rostro de Shōto.

-¿Te gusta? Más vale que te guste porque te la compré YO.

-Hace mucho me regalaron una amatista, pero.. lastimosamente me la quitaron. -miró al cenizo- Muchas gracias.

-De nada bastardo. Volvamos al castillo, tengo que hacer muchas cosas. -gruñó con un leve sonrojo.

Cuándo volvieron al castillo, Mitsuki los vió, pegó un gritito y corrió hacía Shōto.

-¿¡Te adelantaste mocoso!? ¡Agh! ¡Mucho gusto Shōto! -sonrió la ceniza y le agarró la mano.

-..-volteó a ver a Katsuki.

-Es la reina, mi madre. -cuando Shōto escuchó la vió y se inclinó un poco, mostrando algo de respeto hacia la reina.

-Oh vamos, no hagas eso, odio el respeto. -lo abrazó.- ¡Mocoso! ¿¡Por qué no me dijiste que lo trajiste!?

-¿Y qué?

-C'est votre futur mari, nous allions l'amener avec sa permission dans notre royaume la semaine prochaine. -le gritó enojada e indignada.

-¿¡Qué!?

-¡Tsk! Le dije a Kirishima que te avisara.

-Pensé que era una puta broma de él.

-Ugh, idiota. Shōto, ¿te gustan estás tierras? ¿Ya fuiste a las playas? ¿Viste los dragones?

El cenizo agarró a Shōto y lo atrajo a él- ya vieja, después le haces preguntas. Tengo cosas que hacer con él.

-Calmez votre pénis. -resopló.

-¡CÁLLATE! ¡NO ES ESO! -gruñó y se llevó a Shōto. Al entrar a la habitación de Katsuki Shōto miró a su alrededor. Era una habitación ordenada, con un estante en una esquina, un escritorio, una cama matrimonial y el baño en un lado.

Saving You. •A.U. medieval• Donde viven las historias. Descúbrelo ahora