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Sí, dijimos que Katsuki llevaría a Shōto con Recovery Girl, pero después de ese sueño lo último que quería era separarse de él.

-Shōto.. no quiero que veas esto de mala manera pero.. necesito revisar tu físico..

El bicolor se puso nervioso, pero su alfa no haría nada malo, ¿verdad?

Estuvieron juntos muchas semanas, él no puede hacer nada malo porque sí..

-Está bien.. p-pero.. no toques mucho..

-Como digas, me basta solo ver. Gracias por confiar en mí, omega. -sonrió, no una sonrisa de superioridad, en cambio; una sonrisa de paz.

Dicho esto empezó a levantar la camisa del menor lentamente, no quería incomodarlo y hacer que sienta ese terror de volver a ser tocado sin su consentimiento.

Volvió a ver esos moretones, marcas de latigazos, rasguños y piel quemada.

Frunció el ceño, pensando en los idiotas que pudieron hacerle eso a Shōto.

-A-alfa.. ¿estás enojado conmigo? -se tapó la cara entre sus manos con angustia y solo sintió que acariciaban sus manos.- Está bien fresita, no me enojaré contigo por algo como esto. No te preocupes, no es tu culpa.

Eso era algo que siempre necesitó escuchar.

-Agarra tu camisa y tenla levantada, es un milagro que no se te haya infectado eso. -agarró unos algodones y unas hojas mágicas que se las había robado a Ochako, supuestamente con esas hojas hacía pociones para curación o incluso directamente con la hoja, así que tendría que servir.

Alcanzó un vaso con agua y adentró la hoja, lo mezcló un poco y con el algodón absorbió un poco y empezó a dar toques en la piel lastimada de su omega.

-K-katsuki, para- eso a-arde. -chilló el bicolor, viendo con miedo al alfa.

-Lo sé, pero si no lo hago puede empeorar Shōto, pareciera reciente esto. Tranquilízate, intentaré hacerlo suave. -y claramente, lo hizo con más cuidado.

Luego de echarle todo el agua de hojas por todo el torso, siguió con la espalda.

-Listo, ahora falta la parte de abajo. ¿Puedo?

-Con cuidado...

El cenizo sonrió y bajó lentamente los pantalones de su omega, viendo moretones denuevo y cortes.

-Dios, ¿cómo mierda nadie te.. prestó atención? -resopló y acarició sus piernas lentamente.

Al terminar de echarle el agua medicinal se acurrucó en él y lo abrazó.

-Shōto. -murmuró entre su cuello.

-¿Mm? -respondió el omega, acariciando la espalda de Bakugō. Escuchó algunos murmuros de Bakugō insultando y luego escuchó algo que siempre quiso.- Te amo, bastardo. -Ambos se pusieron rojos, en especial el bicolor; el cual no sabía que responderle.- No hace falta que me digas que tú también, solo necesitaba saber que lo sabías. -sonrió.

-Eres un.. tonto. -susurró Shōto, pues se había puesto nervioso ante esas pequeñas palabras.

-Tú me tienes así.




Saving You. •A.U. medieval• Donde viven las historias. Descúbrelo ahora