Saving You. •A.U. medieval•

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¿Por qué mierda se tenía que levantar TAN TEMPRANO?
¡Eran las jodidas cinco de la mañana!

El omega estaba dormido, y claro que no lo iba a despertar.
Apenas se podía mover, pues el bicolor estaba casi encima de su brazos y lo estaba abrazando, así que moverse no era una opción por ahora.

Dió un suspiro y solo se acurrucó con el menor para luego darle un poco de mimos.
Su corazón se ablandó cuando vió una pequeña sonrisa en el rostro del bicolor.

Pensó un rato hasta que recordó algo, "revisar el cuerpo de Shōto".

Se levantó con MUCHO cuidado, apartando a Shōto de su cuerpo. Primero fue a lavarse los dientes y la cara, pues ya se levantó así que ni modo.

Se dirigió al bicolor y lo miró fijamente..

¿Cómo ese chico tan hermoso sufría algo tan terrible?

Levantó con miedo su camisa, pues no quería despertarlo y que este piense que quería hacer otra cosa.

Lo primero que vió fue un moretón. Ya no quiere ni imaginar lo que tendrá más arriba.

Fue levantando su camisa con terror, observando como tenía cicatrices, golpes, moretones poco visibles, piel levemente quemada, ¿cómo todo era posible?

Incluso se había fijado hace mucho que tenía cortes en sus brazos e incluso golpes en su pierna casi invisibles a primera vista.

Recolocó la camisa y lo volteó con DEMASIADO cuidado, cuando el bicolor estaba boca abajo Katsuki volvió a levantar la camisa dejando ver marcas de latigazos en su espalda.

Quería llorar del coraje que le daba saber que el omega fue maltratado por esos estúpidos.

Tenía que llevarlo con la anciana y hablar con él, pero por ahora, solo quería dormir de nuevo junto a él.

Shōto nunca salía de su nido, y era algo que le molestaba un poco pero no haría nada ya que pues; es su lugar seguro, y lo iba a respetar.
Sabía que cuando Shōto esté listo, iban a poder dormir juntos, ya sea fuera o dentro del nido.

Dejó de pensar un poco y se volvió a acostar, viendo a la nada, pensando en.. nada.

Aunque, volvió a la vida cuando sintió como su omega se movía de lugar, ahora le estaba dando la espalda.

Nadie le daba la espalda a Bakugō Katsuki.

Sólo Shōto.

Se acercó un poco a él y lo abrazó suave y delicadamente, sí, sabía que a Shōto no le gustaba que se le acercaran por atrás y siempre intentaba hacer ruido cuando estaba atrás de Shōto para que no se asustara.

Katsuki es alguien irreconocible cuando está con su omega, cualquiera lo sabe.

En fin, el punto es que lo abrazó tranquilamente, puso una mano cerca de su abdomen (sin tocar) y otra mano por debajo de su cabeza. Shōto era un par de centímetros más pequeño que Katsuki, pero no era tanta la diferencia; aún así, a el alfa le gustaba molestarlo muy pocas veces con eso.

Katsuki logró dormirse, obligado pero lo logró, de todas formas no tenía nada que hacer en la mañana.

Pudo dormir en paz, por ahora.