PASIÓN BORRADOR 2(Christopher Morgan y T/n)

Capítulo 8

"Quimera"

_____ Daft de Morgan

Termino de alistarme frente al espejo, me coloco el short azul pastel (el clima está para disfrutarlo) me coloco una blusa blanca y un chaleco gris que me hace cintura al abrocharlo.

Me repaso en el espejo y doy una vuelta con una sonrisa absurda en el rostro. Salgo y al llegar escucho como papá casi ordena a Christopher quedarse a cenar con nosotros.

― ¿Cómo dormiste? ― mamá me sonríe y la atención se concentra en mí.

― Muy bien ― me acerco a darle un beso a papá en la mejilla ― Hola guapote ― beso a mamá ― Hola mamá ¿Qué... hacen aquí?

― Desayunar ― responde papá que me ve como si estuviera esperando algo, tomo asiento a su lado y con un asentimiento saludo a Christopher.

― Marie nos dijo que estaba acompañando a tu empleada ― mamá comenta ― su hermano está mucho mejor y al parecer hoy por la tarde le darán de alta.

― Perfecto, llamaré a Marie para preguntar en que debo ayudar ¿Cómo dormiste papá? ― cambio de tema cuando papá me mira a mi y a Christopher.

― No descansé, comí demasiado y me la pasé entre pesadillas ― papá explica y mamá me entrega el café y las macitas que trajeron.

― ¿Solo comiste demasiado? ― pregunta mamá y me río de lo colorado que papá se pone.

― Tu también bebiste y parecías garrafón ― me dice y solo río negando con la cabeza. ― Bebí durante dos horas y me sentó mal ― papá confiesa.

― Todos bebimos por muchas horas ― mamá le dice a papá ― Todo esta muy bien con divertirse, pero si uno no se cuida... ― siento el regaño aproximarse ― acabas perdiendo el estilo.

Papá me mira divertido y yo no evito reírme ― Esta bien ― admito ― tal vez... tal vez... bebí de más. Pero a veces eso te relaja y ― miro a Christopher ― te ayuda a descubrir cosas que se quieren ocultar, entonces el alcohol las saca a la luz.

― ¿Cómo que cosas? ― Christopher por fin habla y volteo hacia papá.

― Como el verdadero yo, o al menos uno menos amargado. Aunque bueno, el efecto dura muy poco tiempo...

La mirada de Christopher se siente en mi cuello y papá me sonríe tomando mi mano.

― Bueno ya que es fin de semana ― papá mira su reloj ― podemos ir de paseo. Me comentaron de un restaurantes cerca del puerto... con los mejores cocteles.

― No olvidemos que el alcohol es para disfrutar ― habla mamá mirándome y me hago la loca concentrándome en mi desayuno ― _____.

― Dime mamá.

― No es para padecerlo. Así que debemos colocar límites. Todo debe ser con prudencia.

― No lo hago todo el tiempo ― alego ― No lo hice diario mamá, fue una noche. Noche loca.

El jefe de seguridad de mi papá aparece y lo saludo desde mi asiento.

― ¿Quieres uno? ― le digo extendiendo la empanada de queso y niega cuando la mirada de Christopher cae en él.

―No muchas gracias, ya desayuné.

― Bueno ― vuelvo a mi plato.

― Señor, ya llegó su... ― se dirige a papá y él parece confundido.