PASIÓN BORRADOR 2(Christopher Morgan y T/n)

Capítulo 35

Christopher Morgan

Mi noche y la madrugada entera fueron un infierno, el amanecer no es distinto, miro a la mujer que está envuelta a mi lado, no se mueve al sentirme, fue una jodida lucha toda la noche aceptó dormir aquí pero no ha dejado que la toque ni que la mire.

Me jode que crea que puede tomarme de las bolas con estos caprichos, si no entendió que de mí no iba a obtener nada más que sexo como el fin de semana ya no es mi problema, siempre le he dicho las cosas de frente, jamás le he dado alas para que se imagine otras cosas.

_____ se levanta cuando mi mano roza su hombro y se mete al baño, tomo aire, me quito la ropa entro y la veo lavando su cabello, con cuidado abro la puerta de cristal y es como si eso hiciera que se dé vuelta por inercia.

― Lárgate ― se cubre el pecho y la entrepierna como si nunca la hubiera visto.

― Deja el berrinche ― advierto cuando mi paciencia se está por ir al carajo.

Fue muy difícil controlarme ayer, pero si sigue así... no sé de lo que pueda ser capaz, me apartar y con el cabello lleno de espuma se sale y golpeo la pared, me tiene harto esta situación.

Dejo que el agua me recorra la espalda, la ducha no se alarga mucho solo intento bajar con el agua fría la rabia y todo lo que esta mujer genera.

Al salir me visto, ella no está y resoplo cuando no encuentro nada de mi ropa lista saco un conjunto azul y busco mi reloj entre mis cosas pero no encuentro, solo encuentro alguno de sus accesorios que ella trajo desde que empezó a dormir aquí de nuevo.

Con lo desordenada y caótica que es, seguro metió mis cosas por quién sabe donde, abro el cajón de su mesa de noche encuentro el pétalo de rosa que guardó y la caja de gamuza que resguarda mi anillo de matrimonio.

Anillo que nunca he usado desde el día de mi boda, trato de sacarlo y una mano me arrebata el estuche.

― Dámelo ― ordeno y ella lo vuelve a meter en el cajón.

― No, no te lo voy a dar.

― _____...

― Que no, Christopher.

― Es mío.

― Dejo de ser tuyo el día que lo tiraste al basurero del hotel ― espeta ― No reclames cosas que no te corresponden.

Sale tirando la puerta y la sigo, me tiene harto y si no controlo esto de una vez terminaré por perder los estribos.

― ¡_____ detente!

No me escucha, baja a toda velocidad las escaleras.

― ¡______ ES SUFICIENTE! ― me harta y suelto el grito que hace retumbar las paredes ― ¡Te dije que vengas! ― ordeno y Marie sale de la cocina, _____ se despide y sale directo al elevador.

― Christopher, déjala ― Marie me dice y camino en dirección del elevador que está a nada de cerrarse ― Si no te detienes, juro que la única conversación que van a tener no será sobre tu enojo si no sobre lo que hiciste estos días.

Las puertas se cierran y comienza a joderme que se metan en lo que no les importa ― No te metas.

― ¡No me levantes la voz!

― Es mi casa y si tanto te jode como trato a mi mujer, las puertas están muy abiertas.

― No he hablado, no por la advertencia que me diste, si no por que ella no merece sufrir esa decepción por partida doble, pero si eso la va a liberar de tí...