Capítulo 37

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_____ Daft de Morgan
2 semanas después

Corro por los pasillos, al llegar veo a Sara con una sonrisa que me confirma que el infierno se acabó, la abrazo y solo sé que el alma volvió a mi cuerpo desde que Alex me dijo que tenía que volver de inmediato porque Christopher despertó.

El doctor me deja verlo y al entrar no evito que el corazón se me encoja y estruje, cierro la puerta a mi espalda, estos días fueron difíciles con él aquí y yo esperando algún avance, ya no tiene tubos y solo sé que salió del coma pero ahora está dormido, sonrío y camino hasta él.

Una bola de los sentimientos que me han atormentado estos día me sube desde el estómago hasta la garganta.

Las sábanas blancas lo tapan de la cintura para abajo, tiene el torso descubierto y tiene la piel maltratada por el accidente, el brazo izquierdo lo tiene con algunas quemaduras que según me explicó el médico se podrán borrar con el tratamiento en Hong Kong.

Una venda le rodea las costilla, el brazo y parte de la clavícula, puedo notar que le cuesta respirar, me volteo para contener el llanto cuando la nariza me arde, los ojos se me inundan y debo taparme la boca para contener el sentimentalismo.

Aún no puedo explicarme como este amor siga intacto, siga ahí con la misma intensidad, bueno... con una intensidad más grande cada día.

El corazón me late con fuerza, siento que no lo he visto desde hace años y solo han pasado unas horas desde que lo vi en terapia intensiva, aún así indefenso sigue siendo perfecto e incomparable, me acerco a él.

Acaricio su pelo, me convenzo que esta bien, paso la mano por su rostro: tiene fiebre y una capa de sudor le cubre la piel, me inclino a besarle la comisura de la boca.

― No sabes como te amo ― le digo al alejarme.

― ¿Nena? ― habla aún con los ojos cerrados.

― Sh... ― le digo acariciando su cabello ― estoy aquí amor... voy a estar aquí ― le digo tomando su mano ― y estaré contigo para enfrentar lo que venga ¿vale?

― _____ ― abre los ojos y aprieta mi mano ― nena...

― No hable, Chris...

― Dilo ― pide y sonrío de lado.

― Te amo ― repito sin pelos en la lengua, no se inmuta, no se molesta solo me ve y sonrío.

― Escúchame... ― intenta levantarse y lo hecho.

― Sh, sh, sh ― beso sus labios ― tienes que descansar ¿vale? Me quedaré aquí toda la noche, descansa...

Se deja caer en la cama sin soltar mi mano, me suelto con cuidado de no perturbar su sueño para traer a mí la silla para visitas, se levanta.

― Sh, sh, sh, sh ― regreso de inmediato cuando me mira ― estoy aquí ― acaricio su hombro.

Su mano busca la mía y me quedo con él toda la noche, las lágrimas me caen, me siento feliz pero el vacío de siempre me atormenta, lo miro.

La noche la paso con él a su lado, pendiente de que las inyecciones las coloquen a sus horas, no sé en que momento me quedo dormida apoyada en la esquina de su cama sin soltar su mano un solo segundo.

Despierto cuando él me suelta, veo que ya es las 8 de la mañana y la enfermera entra con su desayuno que es un licuado de frutas, sonrío y veo que Christopher está mejor, algo débil pero mejor.

― ¿Solo desayunará eso? ― pregunto a la enfermera ― No ha comido y...

― Debemos empezar con una diea ligera, además el coronel aún se encuentra convaleciente.

PASIÓN BORRADOR 2(Christopher Morgan y T/n)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora