PASIÓN BORRADOR 2(Christopher Morgan y T/n)

Capítulo 40

_____ Daft de Morgan
2 días después

Limpio mi rostro, luego de que le dije a Alex y Sara que estaba embarazada ambos me obligaron a ir al hospital me hicieron unos estudios y hoy debo ir a mi primer control, trato de verme bonita para mi bebé pero no puedo, porque verme al espejo solo me recalca que fui el chiste de muchos.

Salgo, busco mi blazer negro y me lo coloco, ayer escuché la discusión que Alex tuvo con Christopher, peleo y pataleo por verme pero no bajé, dejé que Alex se encargue, no estaba lista, no tenía la valentía de verlo a los ojos y no romperme a llorar.

Termino de pintar mis labios y salgo, Alex me ofrece su brazo, bajamos y en la camioneta Sara ya nos está esperando, entro y me apoyo en su hombro.

Las lágrimas caen de nuevo intento disimularlas pero no puedo, Alex es quien me sienta de nuevo ― Debes dejar de llorar o vas a afectar la salud de mi nieto, ya te dije que no vas a estar sola en esto, pero...

― Tienes razón ― tomo su mano ― Voy a ser fuerte.

― ¿Has tenido algún antojo? ― me pregunta Sara tratando de distraerme.

― No en realidad, solo mucho sueño.

― Pues tendremos que darte una dieta, te noto más delgada y eso no puede ser ― me dice el ministro.

Asiente y cuando llegamos me pasan a la sala donde me harán mi ecografía y revisión, me pesan y me preguntan cosas como cuantas semanas tengo, me hacen recostar y siento como coloca el gel en mi abdomen.

― ¿Está todo bien? ― pregunta el ministro cuando el médico no suelta palabras― ¿Hubo alguna complicación?¿Algo de lo que debamos preocuparnos?

― No hay ningún signo de alarma ― indica el doctor de manera tranquila ― sin embargo, su historia clínica indica que bajó 3 kilos y eso no es prudente menos en su estado, tampoco hay que pasar por alto las emociones fuertes, no hay ninguna alarma pero te recetaré algunas vitaminas y debo pedirte calma y reposo, al ser madre primeriza aún no sabemos como se comporte su cuerpo. Por el momento tiene una pequeña anemia que se debe controlar y también te estoy mandando medicinas ― anota sobre su escritorio ― pero esto no servirá si no guardas calma y no comes bien.

― Me ha dolido un poco el vientre, punzadas pequeñas...

― Como te dije, necesitas calma. De todos modos, te estoy programando una cita la siguiente semana para prevenir un posible desprendimiento de placenta, pero no te preocupes, solo sigue mis indicaciones y estarás bien.

― Gracias. ¿Cuando podré escuchar su corazón?

Me sonríe y veo la manchita que muestra la pantalla. ― Yo creo que se podrá escuchar mejor en una semana, pero podemos hacer la prueba.

Juego con mis manos, se escucha un sonoro latido, que me saca una sonrisa genuina luego de tantos días llenos de llanto, quiero volver a llorar y Alex me mira con una media sonrisa.

El sonido sigue retumbando y como si me recargaran de fuerzas siento que la sangre me llena el corazón de orgullo y felicidad, cuando le pedí al médico que me dio la noticia, me dijo que aún faltaba un poco, pero este sonido, solo reafirma mis ganas de tenerlo.

Al salir bajamos a comer a la cafetería, la cabeza me duele y tengo un sueño inmenso, pero me siento mejor luego de ver a mi bebé crecer un poco más, Alex no me quita la mirada mientras como el budín de chocolate, no es mi favorito, pero tampoco se me antojaba comer algo más.

― Sé que dijiste que no querías que él se entere, pero no crees que...

― No, él fue claro, no quería hijos y no quiero alargar el proceso de divorcio, con un hijo... se complicará todo. Ahora mismo no quiero peleas ni reproches de su parte, lo único que va a hacer es rechazar a mi hijo y no quiero eso. A mí me puede lastimar y hacer lo que quiera pero a mi bebé no quiero que ni lo toque.