Divinidad en lo mortal | Childe x Zhongli

Rito de Despedida para Rex Lapis

Al ser el Rito del Descenso no era un día de mucho trabajo para la Funeraria. Los ciudadanos de Liyue no solían escoger esta fecha para las ceremonias, aunque este día había sido único: Rex Lapis había muerto. La noticia corrió por Liyue como la pólvora, llegando a las puertas de la Funeraria.

Hu Tao se quedó pensativa. "Hm... No sé, ha vivido más de 6000 años, que no es poco", dijo en voz alta. Zhongli sintió un vacío en el pecho. "Ha participado en numerosas guerras y batallas para defender Liyue. Seguramente le atacaron en algún momento y aun así sobrevivió. ¿Cómo iban a poder matarle así? ¿Sin más? ¿En el Rito del Descenso? Hay gato encerrado."

"Quizá no ha sido un asesinato", comentó Zhongli.

"Oooh, ¿el pobre viejo se suicidó?"

"Pudo haberle afectado la corrosión."

Hu Tao rio. "¡Rex Lapis será nuestro cliente!" Se quedó pensativa y preguntó a Zhongli con mirada atenta: "¿Tú crees que ha muerto? ¿No era inmortal? ¿Tú qué crees? ¿Qué te dice tu instinto Adeptus?"

"¿Das por hecho que soy un Adeptus?", preguntó Zhongli.

"¡Eres extraño!"

Zhongli no pudo evitar preocuparse. ¿En serio era tan obvio? Aún estaba aprendiendo de los humanos, pero él creía que se estaba adaptando bien.

"¿Realmente era inmortal? El mito cuenta que los dioses poseen esta característica porque no envejecen. Pero ¿eso significa que no pueden morir? Hay muchos dioses que no están con nosotros hoy en día, sólo queda su recuerdo", dijo Zhongli con cierta nostalgia en su tono de voz.

"¿Entonces? Crees que ha muerto de verdad", concluyó Hu Tao.

"Correcto."

Hu Tao se sentó en una silla cerca de la mesa central. Cruzó las piernas, apoyó el mentón en una mano despreocupada y dijo: "El negocio es negocio, sea Rex Lapis o un simple comerciante. ¡Un brindis por nosotros!" Levantó una mano imitando un brindis, pero Zhongli no la siguió.

"Consultor, ¿te encargas tú de los preparativos para Rex Lapis? Yo no sé qué le gustaría y no quiero que la ira de la roca me persiga por el resto de mis días." Preguntó por cortesía, Zhongli siempre se encargaba de los preparativos para los Adeptus, sabía que se encargaría de ello con gusto.

"No parece necesaria una despedida para Rex Lapis."

"¿A qué te refieres?"

Hu Tao no consideraba un gran cambio que Rex Lapis se fuese o no, pero supuso que era como un padre para los Adeptus y por eso parecía un duelo para el consultor, que estaba ausente en sus pensamientos mirando tras las ventanas.

La vida en Liyue continuaba tras rostros solemnes. Los comerciantes seguían con sus negocios a pesar de no haber recibido las predicciones anuales. Los ciudadanos paseaban y compraban, con tristeza en sus miradas. En cambio, los niños jugaban y gritaban, corriendo de un lado para otro del puerto. Las nuevas generaciones, guiadas plenamente por los humanos, las Siete Estrellas de Liyue Qixing.

"Normalmente nos avisan de los sucesos para preparar las despedidas, pero, en este caso, las Siete Estrellas de Liyue custodian la exuvia de Rex Lapis en algún lugar bajo secreto."

"¿Crees que ocultan algo? ¡Oh! ¡Ya sé! Lo han matado ellos para tomar el poder absoluto y por eso no nos quieren traer el cuerpo", concluyó Hu Tao. "Por lo menos podrían haber preguntado por un precio especial para ocultar información. Saben de sobra que lo hacemos con los Fatui... Hmph", añadió despreocupada.

"Directora Hu, si le parece bien, escribiré a Ningguang para obtener permiso para los preparativos."

"Por supuesto, Consultor. Si hace falta, hazles una oferta."