Divinidad en lo mortal | Childe x Zhongli

Una nueva estrella en ascenso

Childe y Zhongli se dirigieron a Nocaut en la Tercera Ronda. Como era usual últimamente, había varias mesas libres. Parecía que el negocio estaba cayendo. Ambos tomaron una de las mesas libres y, en seguida, se acercó el dueño.

"Buenas noches, ¿qué os sirvo?"

En ese momento, Zhongli preguntó pensativo, "¿Hoy no hay cuentacuentos?"

"Ya no alcanzamos a pagarle la jornada todos los días. El negocio no está yendo bien. Estamos pensando en incorporar nuevos productos como el vino de diente de león para poder atraer a más clientes y hacer frente a los costos", explicó Degui, el propietario.

"Oh", respondió Zhongli. Seguramente era una de las personas de Liyue que estaba impacientemente esperando a las predicciones de Rex Lapis. Zhongli no pudo evitar sentirse culpable, realmente le gustaba este local. Le enviaría un sueño al propietario después del Rito del Descenso para ayudarle con algunas cuestiones.

Ambos pidieron un par de bebidas alcohólicas – ya no había más jornada de trabajo para ese día – y unos platos de la cocina de Liyue para cenar. El propietario de la taberna ya los conocía, eran clientes habituales, así que le trajo un tenedor a Childe. No tardaron nada en servirles la comida, era la parte buena de que hubiese disminuido el negocio del local.

"Hmm, Zhongli", dijo Childe después de probar el plato de pez ardilla. Zhongli estaba probando el pollo con chile Jueyun y levantó la vista hacia su amigo atento. Childe no pudo evitar ruborizarse al mirar los ojos ámbar. "Cuando estuve esperando en la Funeraria vi un libro sobre forjado. Supongo que es tuyo, no le va mucho a Hu Tao aunque nunca se sabe...".

"Exacto. Es un libro que adquirí en una pequeña librería tradicional a las afueras de Liyue", comentó Zhongli.

"¿Sabes forjar armas?", preguntó Childe emocionado.

"Aprendí a realizar algunas obras de forjado. Sobre todo lanzas. Es un arte que siempre he admirado."

¡Lanzas! Childe no pudo evitar abrir los ojos de sorpresa y admiración.

Nunca había pensado que Zhongli tuviese esa faceta. Sintió un brinco en el estómago. Con los acontecimientos de los últimos días ya había asumido sus sentimientos, aunque no quisiese aceptarlos. Nunca había dedicado tiempo para el amor, románticamente hablando, pero suponía que era así cómo se sentía.

En todo caso había llegado en el peor momento: la misión más importante que había tenido hasta ahora como parte de los Fatui. No podía distraerse y tendría que aprender a convivir con las mariposas en el estómago. Tampoco es que Zhongli se lo estuviese poniendo fácil. Cada vez que le conocía más, descubría cualidades más atractivas, reforzando sus sentimientos. En ocasiones hasta se preguntaba qué le faltaba, aparte de estabilidad económica.

Era perfecto.

En cambio, una parte de él - su yo más Tartaglia -, pensaba que era un crush temporal debido a la cercanía que le había proporcionado Zhongli en su traslado a Liyue. Era un sentimiento que había surgido por la soledad de estar lejos de casa. Y, aunque fuese el problemático de la familia, supuso que debería sentirse atraído por mujeres, ¿aceptaría su familia a Zhongli? Luego pensó que seguramente sí, por una persona que se preocupaba por él, no le iban a asustar y alejarlo de su lado. Incluso lo verían un milagro y se sentirían agradecidos.

"¡Fascinante!", respondió Childe. Zhongli sonrió ante su emoción.

"Puedo enseñarte algún día", sugirió Zhongli.

"Después del Rito del Descenso y... algunas tareas", dijo sin pensar. A Zhongli le pilló desprevenido esa respuesta pero supuso que estaba ocupado con todo el tema de la Gnosis. Aunque por lo que él sabía, lo tenía bastante controlado. Childe rio de forma nerviosa y recondujo la conversación, "Me gusta luchar con lanza. Aunque últimamente estoy usando el arco más a menudo porque es el único arma que no domino y quiero aprender." Zhongli le observaba atentamente lo que le hizo mantener el rubor, podía sentir el calor en las orejas.