La primera práctica

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"Un poco de progreso todos los días se suma a los grandes resultados"

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"Un poco de progreso todos los días se suma a los grandes resultados"

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Solo pude “descansar” aproximadamente dos horas ya que un rubio llamado Max irrumpió en mi habitación para que le contará todo lo acontecido el día de ayer, por lo menos me había traído el desayuno.

Luego de tener nuestra hora de chisme y de repetirle por octava vez que Lewis y yo no hicimos absolutamente nada en esa tienda, él rubio me empezó a contar sobre su nueva conquista.

— Y luego de terminar, se vistió y se fue – Dijo para después lanzarse a mi cama – Claro… me dijo que tenía que repetirse, que nunca nadie en su vida la había hecho sentir así.

A veces me gustaría que me contara las cosas sin entrar en tanto detalle. Siguió hablando de ella hasta que unos golpes en la puerta lo interrumpieron.

Me levanté de la silla donde me encontraba segundos antes y fui a ver quién era.

Al abrir me encontré con un Sebastián con cara de pocos amigos.

— ¡Seb! Mi tío favorito – Dije tratando de sonar alegre pero el cansancio era notorio en mi voz.

Todavía tenía algo de sueño.

Lo abracé y él correspondió mi abrazo pero seguía igual de serio.

— Puedo explicarte lo de ayer – Hablé soltando un suspiro.

— No no – Dijo moviendo su cabeza en señal de negación – Sabes que confío en ti y en Lewis, aunque no lo parezca – Susurro lo último pero igual pude oírlo – Y se que si ustedes tuvieran algo, tal como están diciendo ahora los medios, ya me lo hubieran dicho. Pero Flo, por favor… dime, ¿para que tienes un teléfono si no vas a darme señales de vida?... Me preocupe.

Su expresión de molestó paso a una cansada.

— Lo siento… La próxima vez te escribiré y te informaré de lo que esté haciendo… oh, y también procuraré no perderme en un pueblo donde no haya señal – sonreí levemente – En serio… Lo siento.

— Está bien, tranquila. Aunque Kimi si quiere explicaciones – Dijo y rodó los ojos – A las 9:00 am es la entrevista así que ve preparándote con calma – Despeinó mis cabellos para darse media vuelta pero antes de caminar, hablo – Dile al rubio que Horner lo está buscando.

Me despedí agitando levemente mi mano.

— Ya escuchaste Verstappen, afuera – Dije volteando a ver al rubio quien se estaba haciendo el dormido.

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Volví a tomar otro baño porque el calor de Australia a veces era muy agobiante.

Me coloque mi camisa de Mercedes junto con unos joggers de color beige claro y unos zapatos blancos.

Estaba peinando mi cabello cuando Cate entro repentinamente a la habitación haciendo que me sobresaltara.

— No quería asustarte, lo siento – Dijo riendo levemente – Aquí traigo tu acreditación.

— Gracias, llevaba media hora buscándola – Dije mientras sujetaba mi cabello en una media cola – Y… ¿Por qué tan apurada?

— Hay demasiadas cámaras de Netflix por todos lados – Hizo señas exageradas con sus manos mientras hablaba – Sabes que no me gustan.

— Por lo menos no te buscan a cada 5 minutos  – Dije colocándome un poco de brillo labial – Afortunada – susurré.

— Si como sea, vámonos ya casi es la hora – Hablo mientras agarraba el bolso donde llevaba todo lo necesario para hoy.

Me coloque bien la acreditación, agarre mi teléfono y seguí a la rubia.

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A penas llegamos al circuito nos bajamos rápido del auto para caminar o más bien correr hacia el motorhome de Mercedes para escapar de los periodistas.
Al entrar me encontré con un grupo de mecánicos.

— Buenos días – Me devolvieron el saludo y posteriormente me encame en busca de mi jefe.

— Espera – Hablo Cate y detuve mis pasos – Iré a tu habitación de descanso a verificar si no falta nada.

— Está bien pero mantén tu teléfono contigo, uno nunca sabe – Dije y ella solo asintió para después cada quien irse por su caminó.

Entre a la “oficina” de Toto, no sin tocar antes, y lo encontré tratando de darle comida a su hijo menor Jack, él cuál lo único que hacía era mantener su boca y ojos cerrados como si su vida dependiera de eso. Mi jefe volteo a verme y me hizo señas de que me sentará.

— Por lo menos llegaste temprano – Dijo y cerró el envase de la comida dándose por vencido – No se quiénes me quieren sacar más de quicio, si mi hijo, tu o Hamilton.

— ¿Qué yo qué? – Hablo Lewis entrando a la “oficina”

— No te agobies jefazo – Dije levantándome.

Cargue a mini Toto en mis brazos y lo senté en el escritorio quedando al frente mío, agarre su comida, una servilleta y me senté.

Llene la cucharilla por la mitad y se la di, no sin antes hacer como si fuera un avión y el niño simplemente empezó a comer como si nada.

— Descarado – susurro mi jefe.

— Magia de mujeres – Dijo Lewis restándole importancia.

Toto empezó a decirnos lo que haríamos hoy.

Rueda de prensa, reconocimiento de pista, práctica y algunas entrevistas al terminar.

Un dolor de cabeza lo primero.

— Se suponía que la rueda de prensa sería ayer pero ustedes desaparecieron y tienen suerte que un miembro de FIA tuvo un pequeño percance y su vuelo se retrasó – Hablo Toto – Y ya saben, este es uno de los GP dónde casi todo es en la tarde.

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Seguíamos hablando pero está vez sobre el circuito y con nuestros ingenieros de pista presente.

Yo estaba parada balanceándome de lado a lado porque tenía al hijo de Toto bien dormido. Después de comer se acostó en mi pecho y al parecer cayó en coma.

— Flo recuerda tener cuidado en la curva 3, la temporada pasaba tuviste muchos problemas en esa zona – Hablo Willen, mi ingeniero de pista/radio.

— Entendido – Dije prestando atención al plano del circuito.

Se escucharon unos golpes en la puerta para posteriormente ser abierta dejando ver a una Susie muy estresada.

— Hola muchachos – Dijo y todos le devolvimos el saludo menos Toto.

Su mirada examinó toda la habitación hasta detenerse en mi o más bien en su hijo.

— Si está contigo se que por lo menos comió – Hablo acercándose para después agarrarlo y acostarlo en el coche que apenas y me daba de cuenta que había traído.

Mi jefe miro a su esposa de forma incrédula.

— Ósea que si está conmigo se muere de hambre según tu – Hablo Toto, Lewis y yo tratamos de no reírnos.

— No es eso, es que tú no tienes tanta paciencia para lidiar con Jack – Dijo y se sentó al lado de mi silla.

— Pueden retirarse – Le dijo mi jefe a los ingenieros.

Ellos salieron y yo me empecé a comer una galleta que se suponía era para el mini Toto.

— Ahora… – Hablo Susie – Les voy a preguntar algo a ustedes dos – Nos señalo a Lewis y a mí – Y quiero la verdad, ¿Entendido?

Nosotros asentimos en señal de afirmación.

— ¿Ustedes son pareja? – Apenas dijo eso Toto, Lewis y yo empezamos a reírnos - ¿Qué es tan gracioso?

Un poquito más y me ahogo con la galleta.

— Cariño, por el amor de Dios – Toto no podía dejar de reírse.

— ¿Cómo se te ocurre Susie? – Hablé como pude.

— Si Susie, a demás ella no es mi tipo – Dijo Lewis tratando de respirar normalmente.

— No soy… soy… de tu… - deje de reír al entender las palabras del moreno - Espera, ¿no soy de tu tipo?

— No ¿Por qué? ¿Yo soy de tu tipo? – Dijo subiendo y bajando sus cejas.

— Por supuesto – dije como si fuera la cosa más normal del mundo.

— ¿En serio? – preguntaron Susie y Toto al mismo tiempo.

— No – Dije con seriedad.

— Estúpida – susurro el moreno y le di un pequeño golpe en la frente.

— Recuerden – Hablo Susie llamando nuestra atención – No los quiero ver haciendo desastres juntos, siguen castigados.

— Si señora mamá – Hablé de forma divertida.

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Estaba de camino al salón donde se llevaría a cabo la rueda de prensa cuando siento un fuerte empujón en mi espalda.

— Lo siento, lo siento – Me repetía una y otra vez un chico de ojos verdes.

Por su camisa pude ver qué era el nuevo piloto de Mclaren.

— Está bien, no pasa nada – Le dije para que se calmara un poco.

Su cara de vergüenza era muy graciosa y pude observar al otro chico que lo acompañaba, su team mate, Carlos Sainz.

— Tu primera vez aquí con los demás pilotos y ya le estás buscando pleito a un piloto de Mercedes – Hablo Carlos negando levemente con una pequeña sonrisa en su rostro – ¿Cómo estas Flo?

— Todo está bien Sainz Jr. – Respondí cortésmente.

— El es-

— Soy Lando Norris – Dijo rápidamente interrumpiendo al español – Y yo… de verdad lo siento – Me dio la espalda tapándose la cara – No puedo creer que casi mando al piso a Flo Parissi – Susurro con pena.

Yo solté una pequeña risa y coloque mi mano en su hombro.

— Oye, no hay problema ¿Si? Son cosas que pasan – Dije y él volteo a verme, su cara estaba muy roja – Me hubieras visto a mi en mi primera reunión con todos.

— Oh sí, la recuerdo – Hablo Carlos – Max te empujó y le caíste encima a Hülkenberg – Reí con él al recordar ese momento.

— Si, fue muy vergonzoso – Dije y Lando río un poco – Vamos, se nos hace tarde.

Caminamos los tres juntos mientras hablábamos sobre cosas vergonzosas que nos habían pasado y conocí un poco más sobre el chico más joven de la parrilla.

La prensa no fue tan agotadora cómo otras veces. Por lo menos con nosotros los pilotos.

El fallecimiento de Charlie Whiting y las consecuencias del Brexit fueron los principales temas de la rueda de prensa de los jefes de equipo.

Una mini reunión entre todos para que nos explicarán otra vez sobre el porque tendríamos cámaras de Netflix por todos lados y que cada cierto tiempo haríamos entrevistas individuales para hablar sobre situaciones que se presenten a lo largo de la temporada para la serie “Drive to survive”

La práctica sería a la 12:30m y apenas eran las 11:00 am así que decidí ir con Cate a comer algo rápido para luego hablar con mi ingeniero ya que me tenía que explicar unos ajustes que le hicieron al monoplaza a último minuto.

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Cuando faltaban 30 minutos para empezar con la práctica volvimos al motorhome y junto con Lewis fuimos a colocarnos el traje de carreras.

Estaba por agarrar mis guantes y casco para salir de la habitación cuando entra una llamada a mi celular. Era mi hermana.

📞[Yo]: Hola Emma.

📞[Emma]: Uff, pensé que ya habían empezado la práctica.

📞[Yo]: De hecho ya va a comenzar, pero dime… ¿A qué se debe tu llamada? ¿Cómo está la abuela?

📞[Emma]: No te quito mucho tiempo entonces, quería decirte que manejes con cuidado y la abuela está muy bien, en la casa – suspira al terminar de hablar.

📞[Yo]: Tranquila, ¿Segura que solo era eso? Puedes decirme lo que sea Emma.

📞[Emma]: Lo sé… yo-

— Flo ya es hora, vamos – Dijo Willen entrando repentinamente a la habitación.

📞[Emma]: Oh, ya escuché, ve y suerte.

📞[Yo]: Oye… luego de la práctica te llamaré y hablaremos con calma ¿si? Saluda a la abuela de mi parte.

📞[Emma]: Está bien, no hay problema – su voz se escuchaba triste – Te quiero Lena.

📞[Yo]: Y yo a ti Emmy.

Me quedé viendo el celular por un momento pensando en ella.

“¿Qué habrá pasado? ¿Estará todo bien? ¿Otra vez tuvo una decaída?” – esas eran las preguntas que rondaban mi cabeza.

— ¿Sucede algo Flo? – Pregunto Willen.

— No, no te preocupes – Dije y salí de la habitación siendo seguida por el castaño.

Estaba entrando al taller donde se encontraba mi hermoso monoplaza y cuando iba a acercarme unos guantes voladores aterrizaron en mi cara.

— Uy lo siento, te confundí con un bicho – Hablo Lewis.

— Ja Ja Ja – Reí sarcásticamente – Estamos graciosos hoy ¿No?

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