Cuento 10 *Los nunca también son te amo

306 44 10
                                    

Jimin era ciego.

Jungkook era sordomudo.

Jimin y Jungkook se amaban.

Jimin nunca escuchó a Jungkook decirle te amo.

Jungkook nunca pudo decirle te amo.

Jimin nunca vio  la  cara de felicidad de Jungkook cuando se le acercaba.

Jungkook nunca escuchó la risa de felicidad cuando el se le acercaba mirándolo como si fuera el centro del universo.

Jimin nunca vio como los luceros negros de Jungkook refulgían cuando su manito lo rozaba.

Jungkook nunca pudo decirle lo hermoso que se veía sus ojos cuando sonreían.

Jimin nunca pudo ver lo hermosas que se veían sus manos entrelazadas.

Jungkook nunca pudo oír la hermosa voz de Jimin.

Eran muchos nunca entre ellos...

Pero nunca se dieron por vencidos.

Pero nunca dejaron que los prejuicios entraran en su amor.

Pero nunca olvidaban como latían sus corazones juntos en perfecta sincronía.

Pero nunca sus besos dejaron de ser su cosa favorita.

Porque los nunca se transformaron en sentir...

Tenían el tacto para decirte te amo, para sentir la piel del otro,  para darse caricias llenas de suspiros y corazones galopando.

Tenían el olfato para encontrarse en un mar de personas.

Tenían el gusto para saber como sabía la piel sudorosa de ambos cuando se amaban y conocer cada recoveco de sus bocas y cuerpos.

Jungkook podía sentir en su mejilla el latido del corazón de Jimin.

Jungkook a punta de besos le decía te amo.

Jimin oía la respiración de Jungkook y podía leer a través de ella sus estados de ánimo.

Jungkook veía el subir y bajar del pecho de Jimin cuando respiraba,  cuando lloraba,  cuando reía.

Jimin no veía la belleza física de Jungkook,  pero veía la belleza de su alma.

Jungkook nunca pudo decirle lo hermoso que era a Jimin,  pero se esforzaba en demostrárselo con miles de detalles.

Cuando se hicieron novios,  todos opinaron que nunca funcionaría.

Pero ellos juntos transformaron ese nunca en para siempre.

La primera vez que se amaron en el cuarto de Jungkook,  los nunca jamás fueron un obstáculo.

Cuando se casaron nadie creía que su matrimonio duraría.

Jimin y Jungkook nunca dudaron de que su matrimonio sería para toda la vida.

Nunca dudaron.

Nunca temieron.

Nunca se rindieron.

Nunca, nunca,  nunca...esa era la palabra que los definía.

Porque Jimin era la voz de el hombre que amaba.

Porque Jungkook era los ojos de su amado algodón de azúcar.

Porque para Jimin y Jungkook la palabra nunca era siempre un te amo.

♡♡♡

Fin

Fin

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Cuentos cortos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora