Capitulo tres

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El verdadero dolor es el que se sufre sin testigos. (Marco Valerio Marcial).


Actualidad:

Existen cambios que son para bien o para mal, los míos ya no sé cómo llamarlos, lo que paso hace años ha sido la marca más dolorosa que he tenido, sabía que mi mama lloraba en silencio, mi papa se alejaba y yo una niña indefensa confundida por todo que solo respondía las preguntas que me hacían.

Hace 8 años.

Había regresado a la escuela después de una semana en la no había ido, había hecho una nueva amiga era mi psicóloga, ¿era algo bueno no? mi psicóloga ahora era mi nueva amiga y podía contarle lo que fuera, las terapias con ella eran casi todos los días y se repetía la misma historia cada vez que iba.

Psicóloga: cuéntame ¿cómo estás? ¿Has tenido alguna pesadilla en estos días? – la misma pregunta de todos los días.

Yo: no he soñado nada, solo que en ventana veo alguien todas las noches – respondí concentrada jugando.

Las terapias se basaban en eso preguntar cómo estaba, que había hecho y que repitiera la misma historia todo el tiempo. Poco a poco mis preguntas crecían y en mis vagos pensamientos aparecía lo mismo, es un juego hay que hablar.

Actualidad

¿Qué tan bueno fue todo esto?

¿fui feliz?

¿Acaso ya acabara?

¿Por qué yo?

Mis pensamientos de niña no profundizaban la situación y quizás esas preguntas que habían quedado al aire ahora ya tenia respuesta, una respuesta dolorosa que me costaría entender y me causaría muchos problemas.

Cada paso que daba era una inseguridad más, que con todo lo que paso solo me llevo a seri infeliz.

Ahora se que entre feliz e infeliz soy hay un paso, mi vida se perdió, quizás como era una niña no podía asimilar lo que ahora es mi perdición. Quizás mi inocencia me hacía vulnerable y joder que dolía una jodida mierda saber que quizás yo lo cause, ¿pero porque yo? Acaso no había otra mas para sus juegos.

8 AÑOS ATRÁS

Jugaba en el patio de mi casa, últimamente mis papas no me dejaban salir y casi nadie iba a verme, mi primo ya no iba a mi casa y estaba sola. Había querido ir donde mis vecinos (tíos) para jugar con los niños, pero no me dejaban y en la escuela siempre me sentía observada.

Amiga 1: oye vamos a jugar, ¿que trajeron de comer? – dijo feliz.

Yo: ¿yo traje fruta y una tostada y ustedes? – respondía de igual forma emocionada.

Amiga 2: yo traje papas – dijo sacando las cosas.

Amiga 1: yo traje galletas con leche – dijo abriendo el paquete de galletas.

Comer con mis amigas es una de las cosas que mas me gusta, es contar todo lo que hacemos en casa y las cosas chistosas que nos pasan en clase, esos recuerdos son tan vividos en mi mente que olvidarlos es difícil.

Las clases eran algo bonito ya que aprendíamos mucho más de lo que debíamos y al se una niña excelente en notas me hacia sentir mucho mas bonita. Siempre fui la niña con diplomas por buenas notas, pero eso cambiaria mas de lo que debía.

Quizás aquel momento había salido de mi mente, quizás por ser una niña ya lo había olvidado o solo eran suposiciones que yo me hacia en la cabeza, ese momento se había vuelvo casi que inexistente en mis recuerdos.

Actualidad:

Los años transcurrieron casi que, de forma violenta, todo parecía normal, como si los momentos malos habían sido desaparecidos de la memoria, pensé que mi vida había vuelto a la "normalidad" si entre comillas normal porque no había cambio alguno ahora si ya nada sería igual, mis papas comenzaron a ser distantes tenían mucho odio acumulado y ya casi no hablábamos como antes había empezado la guerra sin fin. Aquella guerra de la que no saldría con vida, donde solo habría lágrimas y mucha sangre.

8 años atrás

No entendía los cambios que había en mi vida, pero estaba segura que este si lo había notado más del que debía. Estaba en una oficina muy diferente a la que iba normalmente, había otra mujer, alta con cara definida y con lentes, mas flaca que la anterior, ¿Por qué demonios me habían cambiado de doctora?

Psicóloga 2: hola nena, me presento soy Alexa y seré tu nueva psicóloga, ya que la doctora Carmen ya n podrá ayudarte por su trabajo.

Solo podía asentir ya que no la conocía y me sentía intimidada por su sola presencia.

La sesión fue mas seria de lo que pensaba ya que solo se limito a preguntarme sobre esa noche, ¿Qué tenían con preguntar por esa noche? Me dijo que solo nos veríamos ese día y luego sería el día en el debía decir todo.

Hoy el día esta raro, era un día que no me gustaba, mis papas estaban mas serios de lo normal y yo me sentía inquieta, tenia ganas de vomitar, hoy sería mi último día con la psicóloga, al parecer ya no la vería más.

Psicóloga 2: bien nena, hoy vamos por ultima vez hablar sobre lo que paso ese día, ¿estamos? – me dijo de manera calmada.

El lugar era cerrado y solo tenia una gran ventana que no dejaba ver que hay al otro lado

Psicóloga 2: tus papas están del otro lado de la ventana, no los podrás ver, pero ellos a ti si, también vamos a grabar todo por lo que quiero que hablas – me mostro en que parte estaban y me trajo unos muñecos. 

Esta soy yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora