Capitulo cinco

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"El verdadero dolor, el que nos hace sufrir profundamente, hace a veces serio y constante hasta al hombre irreflexivo; incluso los pobres de espíritu se vuelven más inteligentes después de un gran dolor. (Fiodor Dostoievski)."


Me levante, casi que adormilada por tanta pereza que albergaba en mi cuerpo.

Profe: muy bien chicos damos inicio a una nueva clase – dijo el, era otro día de clases y tal como lo había sido eran virtuales.

Como todos los días el profe grababa la clase, nadie le prestaba atención y algunos hasta dormían en clases, algo típico desde que habíamos iniciado clases.

Abuelo: buenos días, mijita valla para la casa a cuidar a su abuelita, que su tío y yo vamos a salir y no debemos dejarla sola – dijo el de manera calmada.

Yo: buenos días abue, me espera un ratito, que ya voy a salir de clases y me quedo con ella – respondí.

Ante esto, el se limito a irse y esperar a que yo terminara, los minutos pasaron volando casi que sin darme cuenta mi abue ya estaba de regreso en mi balcón.

Yo: abuelito ya voy, deme un momento – comente antes que dijera algo.

Abuelito: no mija ya no venga, su abuelita acaba de fallecer – dijo el casi que con la voz rota.

Ante esta confesión solo pude entrar en estado de shok, todas mis emociones se revolvieron en sobre manera, las nauseas se hicieron presente y aquel mareo que hizo sujetarme de donde me encontraba, cuando reaccione solo pude limitarme a despertar a mis papas.

Yo: papi, mami, despierten mi abuelita, mi abuelita falleció – dijo desesperada y con lagrimas en mis ojos.

Todos casi que sin saber cómo reaccionar solo corrimos a la casa a comprobar, cada paso que daba hacia que mi estomago se revolviera y sintiera como si caminara en un lugar sin fin, cuando quise abrir la puerta, todo se nublo, solo podía verla recostada a ella en su cama, como si estuviera en un sueño profundo.

Yo: ella esta despierta, yo la veo respirando, dejen que duerma – dije observando su cuerpo que yacía sin vida en aquella habitación.

Cuando salí de la habitación todo callo como un balde de agua fría, me limite a ir a una esquina de la casa y desahogar mis emocionas que estaban revueltas, no sabía que hacer o como sentirme al respecto.

No sabia a quien recurrir y lo único que paso por mi mente, fue ella, la necesitaba llamarla y que me diera apoyo.

Yo: amiga, te necesito, no que hacer, se acaba de ir, mi apoyo ya no está – dije llorando de manera descontrolada.

Paso el tiempo y ya había acabado la llamada con ella, después de una hora de hablar sobre como me sentía, debía justificar el porque de mis faltas, con el dolo de mi alma debía estar presente en la casa de mi abuelo para continuar con todo lo demás.

Una persona no esta preparada mentalmente para una perdida, mas si es una persona bien cercana a tu círculo íntimo, no sabes que hacer, que decir o como actuar ante la situación, las lagrimas se desbordan por tus mejillas como ríos que no tienen fin.

Ante la perdida solo pude guardar mas dolor, del que ya conservaba fue como arrancarme una parte de mí, como si ella fue la fuente de mi existencia pero ya se había extinguido, parte de su muerte fue un evento cruel que la vida me causo, no la llore tanto en presencia de todos, pero en las noches lloraba tanto por ella que no dormía por recordar que ese día había perdido sus abrazos y su gran "te quiero mi niña", ya no tengo más que perder ya lo he perdido todo, amigos, a mis padres y mi gran mejor amiga, cada pensamiento más lastimero que el anterior.

La realidad me había golpeado de manera fuerte que recuerdos inundaron mi atormentaba cabeza, así fue como recordé cada cosa que había pasado, así fue como el pasado golpeo mi puerta para quedarse.

FLASHBACK

- Recuerda que es un secreto

- Nadie puede saberlo mi niña

- Solo yo puedo estar así contigo.

- Te ves tan linda

- Eres solo mía

- Esto perdurara en tu mente para siempre

Presente

Cada maldito recuerdo, su toque y cada palabra que me decía, las imágenes de esa noche, los médicos y repetir la historia siempre, cada recuerdo que inundaba mi mente me mareaba, casi que perdiendo el conocimiento había vuelto a caer en las dudas y sufrimiento de ese momento.

Poco a poco fui cayendo en depresión, las constante ganas de vomitar y los recuerdos solo hicieron que fuera mas duro el proceso, ya no importaba cuanto socializara no quería estar con alguien, no quería a nadie, solo necesitaba el silencio para sobrevivir.

El colegio un lugar tan agradable al cual me gustaba ir para aprender, lo comencé a ver como una forma de escapar de la dura realidad que vivía en mi casa, ya no hacía mucho por socializar y los pocos conocidos que tenia no eran mis amigos, cada uno era hipócrita a su manera, no eran nada para mí.

FLASHBACK

Persona 1: oye crees que me puedas prestar la tarea – dijo de manera amable.

Yo: claro que si – le dije dándole mi cuaderno.

Yo: oye crees que podamos comer juntas – dije alegre.

Persona 1: mm no creo poder, voy a comer con mis amigos hoy – dije observándome.

Yo: oh está bien – dije algo desanimada.

FLASHBACK 2

Persona 2: oye crees que podamos cambiar de lugar, es que quiero hablar con mi amiga – dije amable.

Yo: claro está bien – dije neutral.

Persona 2: ah! Muchas gracias enserio – dijo alegro y dándome un abrazo.

A nadie le importaba hablar conmigo casi que nadie era mi amigo, fácil solo nos conocíamos y medio hablábamos, nadie estaba para mí, solo era la que los ayudaba y a la que podían tomar de objeto de burla. Mi vida si que estaba jodida.

Todo eran favores, ¿acaso estaba bien que yo fuera tan fácil de convencer?

Esta soy yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora