III Apuesta

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Basta de creer que debo esperar al anochecer para mirar las estrellas.

🖤

No había dormido ni un poco. El despertador sonó justo antes de siquiera haber intentado cerrar los ojos. Había pasado la larga noche buscando ideas sobre que debía escribir, y debo admitir que tuve bastantes, pero todas muy estúpidas.

Escribí un prólogo. Me agobié durante horas tratando de perfeccionarlo, y al final terminé haciéndolo a un lado para terminar leyendo una historia dentro de Wattpad que no me gustó ni un poco.

Cuando llego la hora de arreglarme para ir al instituto, estaba más muerto que vivo. No tenía sueño, pero tampoco mucha fuerza. Eran ya dos noches sin descansar y se me notaba incluso en el rostro. Tenía la piel muy blanca así que ya estaba acostumbrado a que cualquier desvelo me ocasionara ojeras. La falta de ganas de poner mi cabello en orden, apenas y tuve la motivación necesaria para ponerme mi camisa de Green Day.

Desayuné con mi familia, totalmente callado mientras ellos charlaban a gusto de cosas que no podría recordar. Subimos a mi camioneta, y dejé a Diego en la escuela antes de dirigirnos a la nuestra. Valenthina para mí propia suerte estaba más callada de lo usual, terminaba de arreglar una tarea que debía entregar a primera hora. La miraba de reojo de vez en vez, los recuerdos de aquella noche obligándome a apretar con fuerza el volante.

—Te ves fatal —me dijo de la nada, sorprendiéndome — ¿Acaso no dormiste nada?

Solo negué. Ella hizo su tarea a un lado para mirarme.

No dijo nada los primeros segundos, solo me observaba, y ella tenía el enorme poder de con solo eso alterar mis latidos.

—Termine con mi novio.

Probablemente estaba mal que me sintiera tan aliviado, pero ¿Cómo podía estar mal cuando ese sujeto era un completo idiota?

Thina había probado las drogas gracias a él, y no me alcanzaban los dedos para contar todas las veces que le ha sido infiel. No era solo mi equivocada forma de querer a mi hermanastra, en serio ella estaría mejor sin ese patán en su vida.

—Espero que esta vez sea definitivo.

No confiaba en ella, habían pasado demasiadas cosas para hacerlo ciegamente.

Hizo una mueca, le había disgustado mi comentario así que intentó no volverme a hablar. Noté como hacia muecas y se movía en el lugar, seguro se estaba regañando a sí misma.

— ¿Pretendes no volver a hablar conmigo? —Giró en el asiento y yo terminé por estacionarme, ya habíamos llegado — ¡Sebasthian!

— ¡¿Qué quieres?! —también giré hacia ella.

Mi respiración era una mierda, debía parecer furioso. Ella se hizo un poco hacia atrás, pero su expresión no cambió.

Estaba totalmente decidida a joderme el día.

—No recuerdo con claridad que pasó, pero sé que viste cosas que no debías y por ello necesitaba decirte que mi noviazgo se acabó.

—No es él lo que me preocupa.

— ¡No soy una adicta! —se agitó, incluso tuvo que llevarse las manos al cabello en un vago intento de recuperar el control —No soy adicta...

Si no recordaba lo que me había dicho, no había razones para darle tantas vueltas a esa conversación.

—las he usado un par de veces —aceptó —pero puedo dejarlas.

Suspiré, tomé mi mochila y mi celular, listo para salir.

Una Estrella FugazDonde viven las historias. Descúbrelo ahora