—Mark —comencé por relajar mi semblante—,creo haberte dicho que no quiero más de tus visitas.
—Oh,vamos Estela,no seas modesta, veo las señales que me haces todo el tiempo —insinuó apoyándose del mesón que nos dividía.
Lo miro detenidamente con una mirada helada. Esta era nuestra décima conversación de esta semana.
—No te hago ningunas “señales”—hago comillas con mis dedos—. Te dije que podía ser tu amiga.Sabía que no era eso lo que quería. Pero debía irme por algo fiable,para que me dejara de una vez por todas.
—Es que no quiero ser un amigo. Y lo sabes perfectamente, ya llevas unos cuantos meses acá. Y aún no entiendo por qué forzas evitarme.
Los rulos le caían en la frente,haciéndolo lucir desinteresado. Pero era más que obvio su cierto potencial en negocios;no pasaba por alto lo bien que vestía y los negocios que tenía,alejando que aún seguía siendo un crío.
Era difícil no ver que era atractivo,pero su personalidad consume mucho. Esa insistencia llega a cansar con las personas no adecuadas.
—Es lo único que puedo ofrecer, a ti, y a cualquiera —zanjo la conversación,sin darle tantas vueltas.
—¿Qué tienen otros,que yo no tengo?—el enojo profundiza la vena en su frente.
—Paciencia —recalca mi amigo entrando por aquella puerta de cristal,en compañía de Kartney —,algo que a ti,mi amigo, te está faltando.
—Charlie... —le advierto de antemano.
—Mark, y si me permites, la clientela necesita ser atendida. Como sé que no bebes más que tu vino importado,te hago la propuesta que Estela no hace por educación—respira viendo al susodicho arrugar su nariz—. Lárgate.
Una risota sale de la boca de Kartney,la hermana de Charlie. Quería unirme,pero la cara de enojo en Mark,me dejó con la boca del estómago en un nudo apretado. Sabía perfectamente que aquel era un buen chico,intenso, pero bueno.
—Hablaremos de eso,pero luego —Mark sonríe satisfecho muy a mi pesar. Y lo veo acercarse un poco más, para dejarme un casto beso en la mejilla.
—Hablaremos luego,bonita —se despide más feliz de lo habitual.
Una salida no me vendría mal,aunque muy en el fondo sabía que aquello no iba a sopesar mis dolores actuales.
—Noche de viernes,Estelita —Kartney pellizca mi mejilla con delicadeza—,es hora de trabajar,y soportar los cuentos de las aventuras pasajeras de Charlie—reímos aún sabiendo que él nos escuchó perfectamente.
—Ja,ja,ja —nos lanzó una mirada mordaz—Mejor ni les cuento lo que pasó esta vez...—bebió un poco de la botella de agua que traía—,ella quería que tuviera relaciones con su amiga.Las dos nos miramos confundidas,Charlie destacaba por ser un mujeriego en toda la expresión,y no entiendo por qué se preocupa por cosas sin sentido,teniendo en cuenta que cumpliría una fantasía.
—¿ Y qué tiene de malo? —pregunta su hermana,y agrego:
—Pensé que eras de esos liberales,con creencias más actualizadas en cuanto a sus relaciones,y que hayas conocido a alguien que acepte ese estilo de vida...
—Te favorece —secunda la chica.
—Soy liberal —ríe nerviosamente mirando a alguien que se nos acercaba—,pero no me voy a acostar con su “amiga”, que más bien es un “amigo”—hicimos un círculo confidencial—,y ni de coña tocaré a un hombre por satisfacer sus caprichos tan desagradables.
—Buenas —decimos los tres al hombre trajeado del frente.
Esta vez,Kartney toma su pedido,y él le sonríe con pocas ganas al verla coquetear con él. Sus ojos marrones destacan con el traje negro y de corbata que trae puesto,saca su billetera y nos deja a la vista unos cuantos dólares,Kartney sonríe de medio lado,en busca de lo que sea que él pidió.
Él mira impaciente su celular,y nos dedica una mirada de hielo,algo que no me trajo buena espina. Cuando divisé a Kartney,ella le pasó la bebida,y así como esperó en la barra,se fue a sentar.
—¡¿Estamos festejando?! —gritaron un grupo de chicos en plena diversión. Todos pasaron y dejaron un olor exquisito en el ambiente.
No quise mirarles tan descaradamente mientras se instalan,pero la voz de uno de ellos,llama mi atención.
—Mientras ustedes disfruten....—habló sentándose en el mueble de tres personas al medio del salón—,yo también lo haré. Si no puedo tener a la chica que quiero, voy a tener a la chica que no quiero.
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Lo que nunca te dije. [ EDICIÓN]
Genç KurguSabemos muy bien,que existen cosas que nunca hemos podido decir. Que mientras pensábamos en la felicidad del momento, olvidamos que un nuevo día significa arriesgarse a no soltar lo que te mueres por decir. Los "te amo" que nunca dijiste. Los "...